Williamsburg
Al norte de Brooklyn se encuentra uno de los barrios alternativos y multiculturales más interesantes de Nueva York. Alejado del bullicio de Manhattan, Williamsburg te abre sus puertas para que puedas explorar una zona que combina de todo. Un espacio partido en dos, ya que cruzar el puente de Williamsburg hacia el sur es, prácticamente, entrar en otro mundo, el de los judíos ortodoxos. ¿Quieres saberlo todo sobre él? ¡Te lo contamos en este artículo!
Williamsburg es el lugar perfecto para explorar una de las zonas más alternativas de Nueva York. Al norte de Brooklyn, este es un espacio en el que domina la cultura hipster, al menos en la zona norte del barrio. Y es que cruzar el puente de Williamsburg es meterse de lleno en una de las comunidades judías ortodoxas más sorprendentes del mundo. La zona en sí tiene un paisaje típicamente industrial, con multitud de antiguas fábricas convertidas hoy en día en alojamientos o bares y restaurantes muy exclusivos. ¡Vamos a conocerlo todo más a fondo!
Historia de Williamsburg
Los orígenes de este barrio se fechan en el siglo XVII, momento en el que nació la ciudad de Boswijck, que posteriormente pasaría a denominarse como Bushwick. Dos siglos más tarde, con la Guerra de la Independencia ya pasada, este barrio se convirtió en una pequeña comunidad independiente llamada Williamsburg. Fue precisamente en esta centuria cuando se unió al barrio de Brooklyn, momento en el que comenzó un crecimiento industrial y social sin precedentes.
Williamsburg fue el hogar, por aquel entonces, de muchas de las personalidades más importantes del mundo industrial dentro de Nueva York. Todos ellos comenzaron a construir allí lujosas viviendas e, incluso, algunos institutos y centros culturales. Pero, lo más importante, fueron los edificios que se levantaron para acoger en su interior las fábricas más importantes de la época. Algunas de ellas siguen en pie en la actualidad, aunque con funciones bien distintas.
El comienzo del siglo XX dejó a Brooklyn como uno de los cinco distritos que formaban la ciudad de Nueva de York. A esto hay que unir la construcción, en 1903, del puente de Williamsburg, que atrajo a muchos inmigrantes a una zona que creció notablemente en los siguientes años. Especialmente importante fue la inmigración en los años 80 y 90 de la pasada centuria, cuando multitud de puertorriqueños, dominicanos e italianos se instalaron aquí. Pero fue la comunidad judía ortodoxa la que ha dejado una mayor huella. De ella vamos a hablar, precisamente, ahora.
Los judíos ortodoxos
Como les decíamos, los años 80 y 90 del pasado siglo trajeron consigo una importante inmigración al barrio de Williamsburg. Muchas de estas personas pertenecían a la comunidad judía ortodoxa. Todos ellos se instalaron en la parte sur del barrio, por lo que cruzar el puente de Williamsburg deja uno de los contrastes más espectaculares de toda Nueva York. Lo hipster y moderno del norte da paso a una zona más cerrada que te hará plantearte algunas cosas.
La primera, si sigues dentro de la ciudad de Nueva York. La comunidad judía ortodoxa que habita en Williamsburg ha convertido esta parte sur del barrio en una ciudad típica de los Satmar, uno de los grupos pertenecientes al judaísmo jasídico más importantes del mundo. Su modo de vida les aleja de lo moderno, siguiendo unas normas claras de forma muy estricta, sin salirse un solo paso de ellas.
En los últimos años, esta comunidad sí se ha abierto un poco más al turismo, por lo que podrás maravillarte con su historia y tradición. Verás a las personas que allí residen con sus clásicas vestimentas, que forman las túnicas negras, el sombrero y las largas barbas en los hombres. Las mujeres, por su parte, utilizan largas faldas, medias características y peluca.
La mayor parte de los antepasados de esta comunidad judía procedían de Hungría, país que se vieron obligados a abandonar durante la Segunda Guerra Mundial. Lo realmente sorprendente es que la comunidad ha logrado expandirse tan rápido, que han formado un mundo alternativo e independiente dentro de Nueva York. Derivado de ese espíritu tradicional alejado de lo moderno, una visita a esta zona del barrio de Williamsburg es meterse de lleno en un pequeño viaje en el tiempo que, pese a ser sencillo, os va a sorprender.
El papel de la mujer en la Comunidad Satmar
El barrio judío de Williamsburg está marcado por la religión. Como os hemos contado, se sigue de la forma más estricta las leyes que dicta el Torá, denominadas Halajá. Y al igual que en otros muchos casos de este tipo, una de las cosas que más os sorprenderán es ver y conocer el papel que cumplen las mujeres dentro de la Comunidad Satmar. Su ropa será una buena señal de ello. Os aseguramos que os va a impactar.
Y es que la vestimenta característica de esta religión obliga a las mujeres a vestir siempre de negro. En el caso de las niñas no es así, ya que pueden ponerse ropa de colores más vivos. Las mujeres, por su parte, visten faldas por debajo de las rodillas, con medias que cubren sus piernas y jerséis o chaquetas durante todo el año que cubren sus brazos hasta el codo por lo menos.
Otra de las cosas que más os sorprenderá es ver las cabezas de las mujeres casadas. Muchas de ellas se han cortado el pelo y utilizan películas para pasear por la calle, con sombreros o pañuelos que las cubren. El trabajo de la mujer dentro de la Comunidad Satmar se reduce al hogar, la familia y la religión. Son muchos los que explican que juegan un papel muy importante para la sociedad judía ortodoxa, aunque este siempre está limitado por múltiples restricciones.
En el caso de que los maridos se dediquen al estudio de las escrituras judías, la mujer puede trabajar fuera de casa. Eso sí, en términos formativos, no pueden acceder a unos estudios universitarios o superiores. Antes de finalizar este punto, debemos decirte una cosa que no pasará desapercibida para ti. Solo las mujeres te mirarán a la cara. Los hombres apartan siempre la mirada, sobre todo si eres mujer. De este modo, se evita cualquier tipo de contacto.
Sabbath
El Sabbath es el sábado, el día sagrado dentro de la religión judía. Puedes visitar esta zona de Williamsburg sin ningún problema, pero debes saber que lo encontrarás todo cerrado, ya que está prohibido trabajar y todos los comercios y locales están cerrados. Por la mañana, eso sí, te encontrarás con multitud de personas vestidas con sus trajes más elegantes para acudir a la Sinagoga.
Los sábados también dejan otra de las escenas que más impresionan a los visitantes. Pese a las estrictas normas que os venimos contando, no será extraño ver a multitud de niños jugando por las calles. Por ello, en el caso de que decidas visitar esta zona un sábado, pese a que esté todo cerrado, también encontrarás atractivos que quizás no veas ningún otro día de la semana.
Visita el barrio judío de Williamsburg
Los Tours de Contrastes, en español, por Nueva York son la mejor opción para conocer al detalle el Barrio Judío Ortodoxo de Williamsburg. Como te hemos dicho, creerás que estás en otro lugar del mundo muy diferente a Nueva York. Quizás a lo largo de sus calles no veas un skyline tan moderno como en el resto de la Gran Manzana, o sus monumentos y rincones modernos e innovadores. Pese a ello, sí que hay muchos imperdibles que merecen la pena ser vistos. ¿Quieres saber cuáles? ¡Te lo contamos en las próximas líneas!
Lee Avenue
Es la calle principal del Barrio Judío Ortodoxo de Williamsburg. Se extiende a lo largo de varios kilómetros y allí se encuentran los principales comercios y zonas del barrio. Abarca desde Division Avenue hasta Heyward Street. Allí verás la verdadera esencia de esta parte de Nueva York, ya que la mayor parte de la vida de esta comunidad se desarrolla aquí. Además, Lee Avenue deja también uno de los aspectos más curiosos de este barrio.
Se trata de Eruv, también conocido como el ‘hilo invisible’. Va a sorprenderte, pero se trata de un espacio cerrado con un cable transparente para evitar infringir la ley. Esta zona se utiliza especialmente el sábado, donde se prohíbe trabajar o hacer cualquier tipo de esfuerzo o actividad física. Por ello, se creó este espacio con la intención de hacer actividades como empujar un carrito de bebé o una silla de ruedas.
Pensarás que esto no es posible, pero debemos decirte que a lo largo de todo Manhattan se han levantado varios kilómetros de Eruv. Por cierto, esta zona debe estar siempre en perfecto estado. Por ello, cada viernes, personas de mantenimiento lo revisan en compañía de un Rabino, para que todo esté listo el viernes por la tarde.
Sombreros de los judíos
No verás a ninguna persona perteneciente a la religión judía ortodoxa sin su sombrero. Por ello, creemos que es conveniente que sepas algo más sobre esta prenda tan característica dentro de esta zona del barrio de Williamsburg. Lo primero que vamos a decirte es que te encontrarás con hasta tres clases de sombreros. Uno de ellos es el de color negro y ala ancha, que se fabrica en Sevilla y se utiliza como símbolo distintivo.
Otro es el Kippah, el más típico de todos. Representa lo más sagrado de la religión, recordando que Dios está por encima y no puede haber nada más elevado. Por último, no podemos olvidarnos de Shtreimel, de piel y terciopelo. Es el sombrero típico que los judíos ortodoxos se ponen el sábado o durante las fiestas de su religión. Sea como sea, vas a ver a todo el mundo con uno de ellos.
Peiot
Las Peiot son los tirabuzones que se dejan los hombres justo al lado de las orejas. Dejan que crezcan según lo indicado en uno de los mandamientos divinos del Torá, uno de los 613 mitzvá, que allí se denominan. Una vez salen, la ley permite poder cortar las peiot, aunque nadie, o casi nadie, lo hace. Será otra de las cosas que más te sorprendan de esta comunidad judía ortodoxa.
Comida Kosher
Esto significa, más o menos ‘alimento puro’. Explicado más extensamente quiere decir que los judíos ortodoxos solo comen aquellos alimentos que se hicieron o fabricaron siguiendo la shejitá de forma estricta. ¿Y qué es la shejitá te estarás preguntando? Se trata de un proceso en el que se agradece y santifica al animal que vas a comerte. Esta religión refleja que solo Dios puede quitar la vida. Por ello, antes de hacerlo con un animal, es preciso realizar el acto de la shejitá.
Puente de Williamsburg
Divide la zona de Williamsburg en dos mundos bien diferentes. Como les hemos dicho, cruzarlo hacia el sur, hacia la zona de la comunidad judía ortodoxa, es como cambiar a otra vida. El Puente de Williamsburg también cruza el East River, siendo la construcción de este tipo más al norte del cauce del río. Se inauguró en 1903, dando vida a una zona que anteriormente solo se conectaba con el resto Brooklyn y Manhattan a través del ferry.
Hoy en día, el Puente de Williamsburg es perfecto para el paso de todo tipo de vehículos, así como para dar una vuelta en bici o pasear sobre él. Hay que decir, además, que cuando se inauguró fue el puente más largo del mundo, alzándose a 41 metros del agua. En 1988, se llevó una importante reforma para evitar su deterioro. Si quieres cruzarlo andando, te aseguramos que te llevará unos 30-45 minutos hacerlo. Durante ese tiempo, podrás disfrutar de unas vistas preciosas hacia la zona de Brooklyn y rascacielos como el One World Trade Center, el Empire State Building, el Edificio Chrysler o el One Vanderbilt.
The City Reliquary
Es uno de los museos más interesantes de la ciudad. Se trata de un centro sin fines lucrativos que expone a sus visitantes la historia de los cinco distritos que forman Nueva York a través de exhibiciones, objetos y reliquias. The City Reliquary abrió sus puertas en el año 2002, atrayendo cada año a miles de visitantes, deseosos de conocer los orígenes de la Gran Manzana. Hablamos tanto de neoyorkinos como de turistas.
La colección permanente del museo es sensacional. Verás multitud de recuerdos de las Ferias Mundiales que se celebraron en la ciudad. También colecciones de figuras de la Estatua de la Libertad de Dave Herman o la cuerda que sostenía la cortina de luto del balcón del Ayuntamiento de Nueva York tras el 11-S. Además, podrás ver exposiciones temporales o acudir a charlas y coloquios sobre los objetos que allí se encuentran. ¡Es impresionante!
Domino Park
Domino Park es una de las zonas de Williamsburg que mejor explican el cambio experimentado por este barrio a lo largo de los últimos años. Inaugurado en el año 2018, es uno de los puntos más relevantes para poder disfrutar de esta zona de la ciudad justo al lado del río. Por ello, su apertura tuvo una gran acogida. Un espacio tranquilo en el que relajarse tomando algo, haciendo deporte o paseando en un ambiente excepcional.
Las zonas verdes de Domino Park contrastan con la parte más industrial que siempre ha caracterizado a esta zona de la ciudad. El parque se extiende a lo largo de los terrenos de la antigua Domino Sugar Refinery, importantísima para el desarrollo de Williamsburg, ya que en el siglo XIX producía la mitad del azúcar que se consumía a lo largo de todos los Estados Unidos. Junto al actual parque, se está desarrollando también una importante expansión urbanística que dará a la zona un mayor atractivo.
Actualmente, ya se puede ver uno de esos rascacielos futuristas que se tiene pensado levantar. Se trata del One South First, cuya estructura os va a sorprender. Pero como muchos otros sitios, este barrio no quiere olvidar su pasado, por lo que las grúas de la parte norte del parque siguen en pie. Anteriormente, estas se utilizaban para transportar la caña de azúcar que llegaba en barco a través del East River. ¡Ven a conocerlo!
Ubicación del barrio de Williamsburg
-
Williamsburg
-
Nueva York
- Ver en Google Maps
-
Cómo llegar a Williamsburg
- Paradas 'Flushing Av'; 'Lorimer St'; 'Bedford Av'; 'Hewes St'; 'Broadway'; 'Montrose Avenue Station'
- Paradas 'Kent Av/Williamsburg St E'; 'Williamsburg Bridge Plaza/Lane 4'; 'Excellent/Monroe Bus Stop'; 'Flushing Ave/Throop Av'; 'Graham Av/Broadway'; 'Grand St & Wythe Av'
- Parada 'Atlantic Terminal'