Rockefeller Center

Siendo una de las grandes ciudades del mundo, por no decir el destino al que todo el mundo quiere ir, Nueva York se compone de varios espacios y complejos que la hacen única. Uno de ellos es el Rockefeller Center, el segundo más importante de la ciudad por detrás de Wall Street. Un lugar impresionante, repleto de edificios, miradores y bellezas con las que vais a alucinar. ¡No te lo puedes perder!

El edificio más importante del Rockefeller Center es el General Electric, que se levantó en 1930. Tiene un total de 30 y 266 metros de altura. Un edificio monumental en el que se encuentra un mirador, del que más adelante hablaremos, con unas vistas perfectas a la zona de Manhattan y Central Park. La zona baja de los edificios, llamada The Concourse, así como la entrada desde la quinta avenida, donde se encuentran los Channel Gardens, aguardan las tiendas más lujosas de Nueva York. 

Hay que decir que el proyecto iniciado por John Davinson Rockefeller sufrió varios retrasos debido al crac del 29, por lo que nunca acabaría viendo su proyecto acabado por completo. Tras su fallecimiento en 1937, su hijo, John Davinson Rockefeller Jr. asumió las partes del proyecto que aún quedaban por terminarse y dio por finalizadas las obras en el año 1940. En total, fueron unos 250 millones de dólares los que se invirtieron. Puede que ahora parezcan ‘pocos’, pero en aquella época era una cantidad desorbitada, mucho más de lo que estarás pensando en este momento.

Los 19 edificios de estilo Art-Decó que se construyeron en este complejo tienen su propia historia. Cuatro de ellos fueron dedicados a los negocios que los europeos mantenían en Nueva York. Uno de los relaciones públicas de este proyecto de Rockefeller, Ivy Lee, sugirió que una de las construcciones se alquilase para negocios comerciales de Alemania. Algo a lo que Rockefeller se negó rotundamente tras descubrir que Adolf Hitler estaba llevando a Europa, y posteriormente el mundo, hacia la Segunda Guerra Mundial.

De hecho, el edificio acabó siendo utilizado por la inteligencia británica durante la contienda. Entretanto, hay que decir también que los terrenos del Rockefeller Center pertenecían a la Universidad de Columbia, con la que la empresa del magnate del petróleo alcanzó varios acuerdos para construir. Finalmente, el centro universitario llegó a acuerdos con la Universidad para la venta del terreno, que se oficializó en 1985 por 400 millones de dólares. 

Con la integración del grupo Rockefeller en la empresa Mitsubishi, los terrenos pasaron a formar parte de este último grupo, cuyo propietario acabó comprando los 14 edificios y todos los terrenos por 1.850 millones de dólares. Hoy en día, te maravillarás con esta pequeña ciudad que se integra dentro de Nueva York. Allí verás toda clase de establecimientos. Oficinas privadas de negocios, centros comerciales, lugares para el ocio… ¡De todo!

Cuando se construyó el complejo, el Art-Decó estaba en alza dentro de Estados Unidos, por eso no extraña que todos los edificios sigan este estilo. Varias pasarelas, en la idea inicial, conectarían las fachadas de los edificios, de forma que diese la sensación de ser un complejo de negocios majestuoso. En la década de los sesenta y setenta del pasado siglo, se construyó un espacio anexo al Rockefeller Center, con cuatro rascacielos más.

Además, al encontrarse en el lado occidental de la Sexta Avenida, también es el perfecto punto de partida para entender cómo se produjo la expansión de la ciudad a lo largo del pasado siglo, hasta convertirla en la increíble Gran Manzana que es hoy en día. ¿Quieres saber lo que hay que ver sí o sí en el Rockefeller Center? ¡Sigue leyendo!

Top of the Rock

Ya os hemos contado que el edificio más emblemático y simbólico del Rockefeller Center es el General Electric, conocido ahora como Comcast Building. Sus 70 plantas y 266 metros de altura así lo confirman. En ese último piso, el número 70, al igual que en el 67, 68 y 69, se encuentra el Mirador Top of the Rock, uno de los más sensacionales de Nueva York. Es cierto que tiene una altura menor que otros de la ciudad, pero os aseguramos que las vistas son exquisitas.

De hecho, su privilegiada ubicación hace que no haya otro igual dentro de Nueva York. Y es que ningún otro espacio ofrece unas vistas tan sensacionales de Central Park o del Empire State Building, dos de los lugares más icónicos de la Gran Manzana. Tendrás una vista perfecta del corazón de Nueva York, en el que lugares verdes y tranquilos como Central Park se entremezclan con el caos que muchas veces se apodera de la sexta avenida.

De hecho, esta tiene que ser una de las visitas que no pueden faltar en tu visita a Nueva York y el Rockefeller Center. Una visita que os maravillará y gracias a la que conoceréis con todo detalle el centro de Nueva York. Además, si sois unos apasionados de las finanzas, es una visita obligada junto a Wall Street.

Estudios de la NBC

Sin movernos del General Electric o Comcast Building, como prefieras llamarlo, te encontrarás con otro de los imperdibles dentro del Rockefeller Center. Se trata de los estudios de la cadena de televisión NBC, una de las más importantes, relevantes, prestigiosas y vistas de los Estados Unidos. De hecho, tienes la oportunidad de visitar estos estudios, donde podrás asistir al rodaje en directo de programas emblemáticos de la televisión estadounidense como Saturday Night Live.

The Tonight Show with Jimmy Fallon es otro de los programas más seguidos en Estados Unidos, por lo que una visita a los estudios de la NBC te permitiría poder ver cómo se graba. Además, existen recorridos en los que se pueden ver la totalidad de los estudios. Entre ellos, en el que se graba el programa Today, uno de los más famosos de las mañanas norteamericanas. 

Además, como no podría ser de otra manera, la cadena también sabe aprovechar su tirón. Por ello, te encontrarás con una tienda en la que tienes tazas, camisetas, gorras, sudaderas u otros objetos de las series y los protagonistas principales de la NBC. Será uno de los mejores recuerdos que te puedas llevar de tu viaje a la Gran Manzana. 

Plaza Central y Pista de patinaje

En pleno corazón del Rockefeller Center se encuentra una enorme plaza que es utilizada para múltiples actos. Pero al margen de esto, se ha convertido en uno de los lugares más transitados dentro del complejo. A lo largo de un inmenso rectángulo te encontrarás con los edificios más altos y bonitos del Rockefeller Center, así como con multitud de tiendas y negocios en los que hacer tus compras.

Alrededor de la plaza se encuentran ondeando multitud de banderas, más de 200, que se han ido colocando a lo largo de los años. Es cierto que en principio tan solo se incluyeron las de aquellos países que pertenecían a la Organización de Naciones Unidas (ONU). Pese a ello, con el paso de los años se fueron incorporando algunas más, hasta llegar al número actual. En los meses de verano, la plaza abre un gran bar con una terraza increíble repleta de sillas y mesas para tomar algo.

Pero es quizás el invierno, y más en concreto las Navidades, la época en la que la Plaza Central del Rockefeller Center coge un color especial. De hecho, esta es una de las principales zonas en las que se vive de forma más intensa las últimas semanas del año. El espíritu navideño empapa el complejo, y la pista de patinaje sobre hielo, abierta entre octubre y abril, hace las delicias de miles de personas.

Además, desde finales de noviembre a principios de enero, el Rockefeller Center instala un gran Árbol de Navidad frente al Edificio Comcast. Y todas las fotografías de la Navidad, el invierno, otoño, primavera o verano dentro de la Plaza Central del Rockefeller Center tienen el mismo fondo. La sensacional estatua dorada de Prometheus, el titán amigo de los mortales dentro de la mitología griega. ¡Vas a alucinar con su monumentalidad!

Jardines Channel

La Plaza Central anteriormente mencionada conecta con la quinta avenida a través de los Jardines Channel. Un espacio muy simbólico en el que se hace mención a uno de los lugares más conocidos de Europa. Y es que este espacio separa dos de los edificios más conocidos del Rockefeller Center: La Maison Française y el British Empire Building. Es decir, es como si se separase Francia y Gran Bretaña. Por ello, este espacio hace referencia al Canal de la Mancha.

A lo largo de los Jardines Channel te encontrarás con estatuas de bronce y otros materiales que os maravillarán. Además, seguro que también haréis una parada en los preciosos estanques rodeados de plantas. Las alfombras que los rodean en la época de Semana Santa y la Pascua son otro de los imperdibles de los Jardines Channel, así como las luces que se instalan durante la Navidad.

Nintendo, LEGO Store, American Girl y Fao Schwarz

Como ya les hemos mencionado en varias ocasiones, el Rockefeller Center nació como un lugar en el que se iban a dar cita diferentes disciplinas de la vida social. Y la industria del videojuego y los juguetes también se encuentra representada. Lo hace a través de varias tiendas, que seguro serán una de las paradas obligatorias que hagáis, sobre todo con los niños. Y sin ellos, te aseguramos que también.

Nintendo, la clásica marca de videoconsolas, tiene su tienda oficial dentro de Nueva York en el Rockefeller Center. Tendrás ropa, objetos y recuerdos de tus personajes favoritos de la marca, así como consolas o los juegos que siempre has deseado. Otra de las tiendas más destacadas es la de LEGO, rodeada y ambientada en este universo. Encontrarás esculturas hechas con piezas y varios espacios en los que vivir experiencias interactivas.

Siguiendo con las tiendas de juguetes dentro del Rockefeller Center, la American Girl es otra de las más destacadas. Un negocio de muñecas que, pese a encontrarse aquí desde hace relativamente poco tiempo, es ya una de las más visitadas. Encuentra tus muñecas favoritas y sus complementos. ¡Están todos! Por último, hay que mencionar FAO Schwarz, situada en la planta baja del 30 Rock. La juguetería reabrió en 2018, y entre otras cosas, allí se encuentra el piano gigante de la mítica película de Big.

The Concourse

No, no se trata de un concurso, o de un lugar en el que entres en algún sorteo. Hablamos, en este caso, de un pequeño túnel repleto de los más variados negocios comerciales. Cafeterías, bares, restaurantes, librerías… ¡De todo! Además, desde aquí podrás entrar en la estación de metro que allí se encuentra, siendo también la entrada a muchas de las oficinas del complejo Rockefeller Center.

Al Concourse se puede acceder desde varios sitios. Al margen de los ya mencionados, una de las entradas que más utiliza la gente es la que te lleva desde el interior del Edificio Comcast, aunque, eso sí, vas a tener que recorrer unos metros en los que creerás que te puedes perder, porque son muchos los pasillos que hay.

Radio City Music Hall

El Radio City Music Hall es uno de los teatros más conocidos de Nueva York. Su impresionante cartel de neón te hará pensar en esa mítica imagen de la Gran Manzana repleta de luces y espectáculos. Pero, en este caso, hablamos de uno de los edificios más icónicos del Rockefeller Center, que fue levantado en el año 1932. 

El Radio City Music Hall acoge varios espectáculos a lo largo del año. Eso sí, debes saber que, al igual que en el resto del complejo, las Navidades son su época más especial. Entre los meses de noviembre y enero podrás ver el Christmas Spectacular de las Rockettes, un espectáculo impresionante que gusta, y mucho, a todo el mundo. Además, también cuentas con la posibilidad de conocer el teatro al completo.

Estatua de Atlas

No podíamos acabar este artículo sin mencionar uno de los monumentos más emblemáticos del Rockefeller Center. Se trata de la Estatua de Atlas que hay entre la quinta y la sexta avenida. De hecho, en lo que a estatuas se refiere, es la mayor del complejo. Sobre los hombros de este titán de la mitología griega se encuentra una esfera en la que se pueden observar los siete signos del zodíaco.

A lo largo del día, son miles las personas que se detienen ante ella para ver su majestuosidad. Muchos dicen que esta estatua, ubicada en el Rockefeller Center desde 1937, lo que hace es sostener la ciudad de Nueva York sobre sus hombros. Lee Lawie fue quien ideó la obra, mientras que Rene Chambellan  fue el encargado de darle forma.