Mercat de Sant Antoni

Inaugurado en 1882, el Mercat de Sant Antoni de Barcelona se ha consolidado como uno de los puntos más conocidos de toda la ciudad. Su arquitectura, la gran cantidad y variedad de productos con los que cuenta y su originalidad y belleza le hacen tener un atractivo difícil de igualar. Encontrarás a mucha gente boquiabierta ante su estructura de hierro. Alimentación, ropa y complementos se encuentran en el interior del edificio, en zonas claramente diferenciadas. ¡Sigue leyendo para conocerlo todo!

Dentro del plan del Ensanche de Ildefonso Cerdá, el barrio de San Antonio fue uno de los que más cambios sufrió. Entre otros, la construcción de un mercado que reemplazase al antiguo Pedró. De hecho, fue el primero en construirse fuera de la antigua ciudad vieja de Barcelona. El nombre, Mercat de Sant Antoni, se debe al antiguo convento que allí se encontraba y que te hemos mencionado en líneas anteriores, el de San Antonio. 

Desde que comenzó su construcción en 1872, el Mercado de San Antonio impresionó a ciudadanos locales y también a los turistas que llegaban desde otros puntos de España y el mundo. Antoni Rovira i Trias fue el arquitecto que levantó este espacio. Empleó 10 años para completar todas las obras, que finalizaron en 1882. El hierro forjado fue el material empleado para levantar la estructura, siguiendo el diseño propio de la época.

Son varios los aspectos que se pueden apreciar dentro de este edificio de hierro que posee toques neogóticos a lo largo de su estructura con planta de cruz griega. Posee dos rosetones, y cuenta con hasta tres reformas que le han dado el magnífico aspecto que presenta en la actualidad. Una fue en 1986, y la segunda en 1992, cuando se repintó toda la fachada.

La última de ellas arrancó en el año 2009, cuando se rehabilitó todo el espacio. De este modo, en la planta del mismo se diferencia claramente la zona de alimentación y la de textil en la actualidad. También hay otro espacio destinado a los almacenes que se encontraban anexos a las paredes del mismo. También se rehabilitaron los sótanos como espacios públicos que favorecen que las entradas al Mercat de Sant Antoni sean más visibles desde la calle y sencillas.

Es más, en el momento en que se realizaron estas excavaciones también aparecieron importantes restos arqueológicos de la época romana, en lo que se cree que era uno de los tramos de una vía que partía desde Barcelona en dirección a Cádiz. Se descubrieron mausoleos de las familias que habitaban en esta zona de la ciudad, así como esculturas de la época romana. Por todo ello, el edificio del Mercat de Sant Antoni, está catalogado como Bien Cultural de Interés Local.

Después de admirar su imponente exterior, te animamos a que accedas a su interior para conocer algunos de los puestos tradicionales más increíbles de Barcelona. Hazte con los productos más frescos para comer, o compra tu ropa favorita en las tiendas de textil abiertas de lunes a sábado. Es cierto que el domingo hay otras actividades, de las cuales te hablaremos más adelante. Ahora solo podemos decirte que aproveches tu rato allí dentro para recorrer todas sus zonas y pasillos.

Te encontrarás con los productos más frescos en sus carnicerías y fruterías, con estantes repletos de variados productos que seguro te van a encantar. Al margen de esto, para en alguna de sus cafeterías para reponer fuerzas o llega a la zona textil y hazte con prendas y complementos que te harán ir a la última. Desde hace varios años, además, tienes la posibilidad de comprar tus prendas desde casa a través de su web. Eso sí, merece la pena ir in situ a conocerlo.

Además de esto, podrás encontrarte con los cómics más destacados, y también con minerales y otros productos que hacen que las diferentes casetas que forman el Mercado Dominical de Sant Antoni. Un espacio ideal para disfrutar con los más pequeños, que se lo pasan en grande con las diferentes ofertas de libros, videojuegos y otras alternativas de ocio que se ofrecen. Pero no solo los más pequeños van a disfrutar de este mercado, también los que son algo más mayores.

En definitiva, este es un buen plan para disfrutar de un agradable rato dominical en las calles de Barcelona. Además, podrás rematar este día en alguno de los bares y terrazas que se encuentran justo en frente. Lo que está claro es que, vengas el día que vengas, el Mercat de Sant Antoni no te va a defraudar. ¡Ven a conocerlo!