Laberinto de Horta

El Parque del Laberinto de Horta es uno de los lugares más hermosos de Barcelona. En pleno corazón de la ciudad se encuentra este espacio verde que es capaz de conquistar a todo aquel que lo visita. Abierto al público para los ciudadanos locales y también para todos los turistas, es uno de esos sitios que deben estar en todo itinerario. No te arrepentirás de pasear entre su color verde intenso, con multitud de plantas que te transportarán a un mundo de relax sin ruidos ni barullos. Y eso que, insistimos, estás en pleno centro de la Ciudad Condal, por lo que es una de las mejores actividades para hacer en Barcelona. ¡No te lo puedes perder!

Algunos de los más importantes tienen que ver con las ampliaciones que llevó a cabo Elías Rogent por el lado del torrente d’en Pallós. Es en este momento en el que el jardín empieza a dotarse de esos elementos románticos que son tan visibles en la actualidad. Pese a ello, no fue la última persona que llevó a cabo reformas. En 1880, Juan Bautista Desvalls y de Amat ideó la posibilidad de convertir el jardín en un espacio ecléctico, justo al lado del palacete.

Y entre una reforma y otra, este lugar, que como puedes ver nació con una utilidad claramente privada, recibió visitas de las más altas personalidades del siglo XIX. Entre todas ellas, destacan las reales. De este modo, por aquí pasaron Carlos IV, Fernando VII, Alfonso XIII o María Luisa de Parma con sus seis hijos. En la década de los sesenta, el destino del Parque del Laberinto de Horta cambió para siempre.

Fue en el año 1968 cuando la familia Desvalls, propietaria de este lugar, comenzó unas negociaciones con el Ayuntamiento de Barcelona para venderle la finca. Ese mismo año, se procedió a dicha venta, por lo que los jardines pasaron a ser de uso público a partir de 1971. Los habitantes de Barcelona, y también los turistas, acogieron con un enorme entusiasmo la apertura de este espacio, llegando a tener una altísima afluencia de personas en los primeros años.

Esto provocó que algunas de las zonas del parque se degradasen, por lo que en los años noventa, el Ayuntamiento de Barcelona se vio obligado a acometer un plan de acción para conservar la belleza del jardín. La llegada del nuevo siglo hizo que estos terrenos diesen el salto a la gran pantalla, de lo que hablaremos más adelante. Además, cabe destacar que en el año 2016 se reformó la red hidráulica del parque, en la que fue la última gran reforma conocida hasta la actualidad.

Mitología del Laberinto de Horta

Domencio Bagutti, que como les hemos contado fue quien ideó el Parque del Laberinto de Horta, se inspiró en la mitología clásica de Grecia y Roma, sobre todo la relacionada con el amor, para su construcción. En concreto, se fijó en la historia de Teseo, el Minotauro y el laberinto en el que este último se encontraba. A través de los árboles, las plantas y los distintos caminos que forman el parque se puede ir dando forma a esta alegoría.

De hecho, que no te extrañe que a lo largo del jardín te vayas encontrando con impresionantes esculturas de ninfas y dioses griegos y romanos que conforman un relato que seguro os va a atrapar. De este modo, puedes ver al Dios del Amor, Eros, sobre un pedestal, justo en la parte central del laberinto. Pero al margen de este, también se pueden ver las estatuas de Eco y Narciso, la de Ariadna, la de Danae y la de Egeria.

El discurso mitológico, en definitiva, que narra el jardín más antiguo de la ciudad de Barcelona, es el referido al amor y el transcurso de la vida. Las diferentes estatuas cuentan, cada una desde su propio plano personal, cómo fue su relación el amor. Por eso en el centro de todas se encuentra la de Eros. Además, las figuras de Danae y Ariadna son símbolos característicos del amor y también de la agricultura y actividades a las que se dedicaba el grueso de la sociedad de la época.

Jardín Neoclásico

El grueso de la naturaleza y diversidad de especies que se encuentran dentro de este espacio forman lo que se conoce como el Jardín Neoclásico. Un lugar que, en sus orígenes, fue concebido para acercar el mundo natural a todas aquellas personas que lo visitasen. De ahí que exista esa amplia variedad de especies en la que se diferencian encinas, robles, mirtos, magnolios o acacias de Japón, entre otras muchas cosas.

Pero no solo verás plantas dentro del Jardín Neoclásico, sino que también tendrás la oportunidad de ver diversas especies de animales que te harán creer que te encuentras en el paraíso. Todos ellos provienen de diversos lugares del mundo, algo que hace mucho más tractiva la visita. De este modo, verás gorriones, algún petirrojo europeo, cotorra argentina, urracas o palomas mensajeras.

Jardín Romántico

Construido en el siglo XIX, forma una de las colinas naturales de este sitio. Aquí puedes ver diversos espacios por los que el agua fluye en forma de cascada desde los puntos más altos. De este modo, se forman espacios naturales como canales, puentes y cascadas. Además, a lo largo del jardín romántico también puedes ver el falso cementerio, la isla del amor, el refugio del campesino y varias ruinas arqueológicas rescatadas de siglos anteriores a la construcción del parque.

Jardín de los Bojes

De entre todos los lugares que te estamos presentando, quizás este sea uno de los más bellos. Como te hemos contado anteriormente, se encuentran en la parte trasera del Palacio Desvalls, por lo que se trata de uno de los elementos más importantes del Parque del Laberinto de Horta. Todo el jardín se decora con escenas de la mitología, con numerosos arbustos de boj, de ahí su nombre. La calle central de este jardín, con el palacete de fondo, es una de las mejores fotos que podrás hacer.

El laberinto y la Escalinata de Belvedere

Como habrás podido imaginar, el laberinto es el eje principal del parque. Se trata de un inmenso jardín de color verde intenso que puedes recorrer entre la máxima tranquilidad y relajación. Desde la parte superior de la zona puedes ver una panorámica perfecta de todo el terreno. Además, en la zona central encontrarás la estatua de Eros, el dios griego del amor. En lo referente a la Escalinata de Belvedere, esta es la que da acceso al laberinto desde el nivel superior del Jardín Neoclásico.

Templetes de Danae y Ariadna

Se trata de las esculturas de dos diosas que son símbolo del amor y también de la agricultura y otras actividades características de la época en la que fue construido el parque. Se encuentran al fondo del laberinto, por lo que también son de obligatoria visita. De hecho, muchos artistas, sobre todo del mundo del teatro, eligieron este lugar para sus representaciones dada la belleza que confería a la escena. Una práctica que fue especialmente relevante dentro de Barcelona a finales del siglo XIX.

Gruta de la Ninfa Egeria

La fuente de la ninfa Egeria no hace más que confirmar la gran importancia que tuvo la mitología en la construcción de este parque. Preside uno de los estanques más grandes del mismo, y está situada detrás del pabellón dedicado al rey Carlos IV. 

En este caso, la figura de la ninfa Egeria representa a una persona que es capaz de orientar y aconsejar de un modo correcto al resto. Cuenta la leyenda que esta ninfa, esposa del rey Numa Pompilio, ayudó a su marido a tomar las mejores decisiones. Cuando este murió, fruto de los lloros de Egeria, el espacio se convirtió en una fuente.

Pero al margen de esta, el Parque del Laberinto de Horta también salió en producciones de Antonio Drove, en este caso en la película de 1979 ‘La verdad sobre el caso Savolta’. Otros largometrajes vinculados al jardín son ‘La ciudad de los prodigios’ de Mario Camus o Nocturno 29, una película de 1968 dirigida por Pere Portabella y que se rodó justo en el momento en el que este lugar pasó a manos del Ayuntamiento de Barcelona. ¡No te lo puedes perder!