Hospital de la Santa Creu i Sant Pau

Más de dos kilómetros de longitud acaban conformando uno de los espacios modernistas más majestuosos de la ciudad de Barcelona. El Hospital de la Santa Creu i Sant Pau, u Hospital de la Santa Cruz y San Pablo, como prefieras, es un conjunto de 27 pabellones que funcionó durante 79 como hospital principal en Barcelona. Desde el año 2009, este impresionante conjunto de Lluís Domènech i Montaner es un museo que ha visto cómo el interior de sus instalaciones se trasladaba unos metros, ya que el actual hospital está justo al lado. En las próximas líneas, te contamos todo lo que necesitas saber del proyecto original. ¡No te lo pierdas!

La llegada de la nueva centuria provocó que el Hospital de la Santa Creu i Sant Pablo volviese a trasladarse. En esta ocasión, no lo hizo muy lejos, ya que la nueva y actual estructura del centro se encuentra muy cerca del complejo del que te estamos hablando. En concreto, en la parte norte de Sant Pau. La idea era que el nuevo centro ayudase a satisfacer todas las necesidades de sus pacientes con la ayuda de las nuevas y más modernas tecnologías.

En el año 2009 se inauguró esta nueva sede, quedando la antigua, de la que nos ocupamos en este artículo, como un museo. Eso sí, uno de los más importantes de Barcelona. Porque está claro que la obra de Lluís Domènech i Montaner no pasa desapercibida para nadie. Ya os hemos contado que se trata de uno de los proyectos más ambiciosos y monumentales del modernismo catalán. En total, se trata de 27 pabellones que ocupan un espacio de 300x300 metros, en un cuadrado perfecto.

Cada uno de los pabellones atendía una enfermedad distinta de la población. Además, para evitar contagios entre unos pacientes y otros, la unión del Hospital de la Santa Creu i Sant Pau se hizo a través de galerías subterráneas que comunicaban todo el complejo, formando caminos que alcanzan los dos kilómetros de longitud. La entrada principal del recinto mira hacia la Sagrada Familia, y su orientación es de 45º respecto al Ensanche. Se cree que Domènech decidió hacerlo así para aprovechar los vientos del mar y ventilar el interior del recinto. 

Todos los edificios que forman el Hospital de la Santa Creu i Sant Pau están formados por pabellones en los que se aprecian claramente elementos distintivos del modernismo catalán. Desde su exterior de ladrillo decorado con acabados en blanco hasta su interior, con varios elementos de diversos estilos ordenados y recubiertos por arcos y columnas en los que se representa un jardín con plantas medicinales. Además, hay que destacar que los pabellones de la parte derecha eran los de los hombres y tienen nombres de santos. Los de la parte izquierda eran los de las mujeres, con nombres de santas o vírgenes.

Pero al margen de su privilegiada ubicación y conexiones, hay que decir también que el espacio cuenta con multitud de elementos de la época modernista. En total, son 465 metros cuadrados de superficie en los que dominan las columnas de ladrillo y los acabados en cerámica de color verde y negro que adornan sus techos. La amplitud del espacio permite que en la sala sea, en la actualidad, un importante espacio dentro de la ciudad de Barcelona para la celebración de cenas y cócteles o la presentación de proyectos y exposiciones.

Pabellón de Sant Salvador

Era uno de los pabellones en los que se atendía a los varones. Es decir, que si miras el complejo de frente desde la entrada principal, lo verás en la parte derecha del mismo, llevando, como puedes ver, el nombre de un santo. En la actualidad, este es uno de los pocos pabellones que se pueden visitar al completo. Fue, además, el primero que entró en funcionamiento cuando Domènech construyó el centro, en la primera fase que se empleó para levantarlo.

En la actualidad, se utiliza como un espacio en el que tienen lugar diversas y variadas exposiciones. Eso sí, si quieres saberlo todo al detalle de la construcción del hospital, te recomendamos que visites la primera planta, en la que se cuenta su historia. También podrás ver una maqueta de todo el Recinto Modernista, así como varias piezas e instrumental médico antiguo que te harán comprender mejor cómo fueron los primeros años de vida del centro.

La segunda planta del pabellón se dedica a la figura del que fue su constructor e ideólogo del Hospital, Lluís Domènech. La estructura tiene forma de dragón, clásico de la época modernista en Barcelona. De este modo, se puede ver con todo detalle cómo fue la obra del genio. Además de esto, te asombrará el color verde pálido del edificio, que se asocia con la esperanza. Esto, unido a la decoración y la gran cantidad de luz natural que entra a través de los ventanales, pretendía ser un refuerzo positivo para todos los pacientes.

Jardines del Hospital Santpau

Ya te hemos contado en el punto anterior que el color que domina en el Hospital de la Santa Creu i Sant Pau es el verde. Tanto en el interior como en el exterior. Por ello, en este artículo había que mencionar sí o sí los espectaculares jardines del centro. Se utilizaron como un espacio al aire libre en los que también se trataba de curar a los pacientes, en un ambiente tranquilo, relajado y muy bello. Plantas medicinales y varios árboles era lo que imperaba en estos jardines modernistas, propios de las clases altas catalanas de la época.

Por desgracia para los pacientes, y para todos los que visitan el hospital hoy en día, estos jardines se convirtieron en un parking. Pese a ello, en el Recinto Modernista de Sant Pau se recuperó una parte de los mismos, para que aún se puedan ver. Será la mejor manera de observar de primera mano cómo la naturaleza también ayudaba a que los pacientes estuviesen sanos y superasen sus enfermedades. Además de esto, hay que decir que, al igual que los edificios, que son todos diferentes, en el caso de los jardines tampoco encontrarás ninguno parecido.

Casa de Operaciones

Seguro que alguna vez habrás visto una escena de un hospital en Estados Unidos. Y seguro que lo habrás hecho en alguna serie en la que el paciente es operado con gente mirándole en una especie de grada. Algo así se muestra dentro de la Casa de Operaciones del Hospital de la Santa Creu i Sant Pau. En aquel momento, en estas gradas se sentaban los estudiantes de medicina, a los que se les enseñaba con todo detalle cómo debía procederse en una operación. De este modo, aprendían el que iba a ser el oficio de su vida.

Se cuenta que en los inicios del hospital había un total de tres salas de operaciones, aunque al final se habían construido ya un total de trece. Una de ellas, por cierto, era la sala postoperatorio, que pasó a ser un quirófano más. Los cristales de los ventanales son translúcidos, es decir, que desde el exterior no se ve nada. Además, hay que recalcar, en este sentido, que la Casa de Operaciones cuenta con multitud de ventanales, de forma que a su interior entra mucha luz natural a lo largo del día.

Pabellón de Sant Rafael

Se encuentra en el siguiente bloque al de Sant Salvador. Es otro de los pabellones en los que se atendía a los hombres que caían enfermos. En él se representa cómo era el hospital en la década de los años 20, con varias filas de camas, cada una de ellas con su mesilla, en un amplio espacio abierto. Todo ello, justo antes de pasar a la construcción de espacios más pequeños y personales que era más fácil calentar durante los meses de frío. 

Además, en el Pabellón de Sant Rafael también te encontrarás con varias fotografías y paneles en los que se explica a la perfección cómo fue la construcción del hospital. Los azulejos y la cerámica de colores que adorna los techos aún se conserva en un perfecto estado. No así los suelos, lo cual es debido al uso diario que se les ha dado durante muchos años. Esto hizo que se tuviesen que añadir réplicas a las baldosas, ya que las originales estaban muy desgastadas.

Pabellón de la Administración

Mientras el Hospital de la Santa Cruz y San Pablo estuvo en activo, este era el acceso principal al mismo. Tiene tres pisos, y su fachada de ladrillo decorada con elementos modernistas te dejará sin palabras por su belleza. Es el pabellón más bonito de todo el complejo, con tres plantas y una estructura en forma de ‘T’. Justo en frente del Pabellón de la Administración se colocó un jardín, lo cual hace que este sea más espectacular.

Además de esto, a lo largo de la fachada del pabellón se pueden ver varios mosaicos en los que se narra cómo fue la historia del hospital desde la época medieval. Este es un bonito modo de ver cómo eran las instalaciones del Raval justo antes de procederse a la construcción del que, por aquel entonces, era el nuevo hospital de Barcelona, el de la Santa Creu i Sant Pau.