Casa Batlló

Son muchos los espacios que ver en Barcelona y en los que pasar un agradable rato. Y uno de los lugares más mágicos de la Ciudad Condal se encuentra en pleno Passeig de Gràcia. Seguro que no pasará desapercibida la increíble arquitectura modernista de la Casa Batlló, otra de las obras maestras de Antoni Gaudí. Inspirado en el mar, creerás que sus balcones son calaveras y que su estructura la forman múltiples huesos. 

Pero hemos de decirte que esto no es así. Sigue leyendo y te enterarás de los aspectos más relevantes de este edificio Patrimonio de la Humanidad. Un lugar que, por cierto, se puede visitar hoy en día. Solo de este modo te acercarás al máximo a la vida y obra de Gaudí, viendo el lujo en el que vivía la poderosa familia Batlló y también todo aquel que podía permitirse alquilar uno de estos apartamentos. ¡Sigue leyendo para saberlo todo!

Antoni Gaudí fue el elegido para remodelar la fachada y el interior de un edificio en cuya primera planta residiría la familia Batlló, dejando el resto de espacios para el alquiler. Esta era una de las prácticas habituales de la burguesía de aquella época. Entre 1904 y 1906, el genio catalán llevó a cabo una profunda transformación que dejó a la vista de todos una estructura sorprendente y rompedora.

Hoy en día, después de que los descendientes de Batlló vendiesen el edificio en 1954, este puede ser visitado por quien quiera. Asentado sobre un patio de cincuenta metros cuadrados gracias al que entra mucha luz natural, la Casa Batlló lleva a todos sus visitantes hasta el mar. Lo primero, porque fue en el agua donde Gaudí se inspiró para hacer su fachada. Pero además de esto, también destaca el color azul de su interior. ¡Ven a visitarlo, vas a alucinar!

Quién era la familia Batlló

Josep Batlló i Casanovas fue uno de los nombres más importantes de la burguesía catalana de finales del siglo XIX y principios del XX. Su familia fue una de las impulsoras de la industria textil en Cataluña, por lo que este hombre de negocios destacó siempre por el poderío económico que ostentaba. Y desde comienzos de la pasada centuria, es recordado también por ser el impulsor de la Casa Batlló.

En 1884, Batlló se caso con Amàlia Godó i Belaunzarán, perteneciente a la familia Godó que, entre otras cosas, fueron los impulsores y creadores del diario La Vanguardia. Cuando a principios de la década de 1900 se mudaron al Passeig de Gràcia, se acabaron convirtiendo en impulsores de una de las obras más conocidas de Gaudí. Contrario a su idea inicial de derribar el edificio, Batlló lo acabó reformando de forma muy profunda.

Batlló pagó 5100.000 pesetas por el edificio y alquiló todo el espacio, a excepción de la primera planta. De este modo, la residencia de la familia Batlló acabó siendo conocida como la planta noble de la edificación. Hay que decir que cuando Gaudí inició los trabajos en este edificio, ya se encontraba trabajando también en el que es su obra más destacada: la Sagrada Familia. Pese a ello, el genio acabó terminando este trabajo en dos años, entre 1904 y 1906.

Además, todavía en el exterior, hay que decir que el techo de la Casa Batlló se asemeja al lomo de un dragón, mientras que su interior se inspira en una especie de cuevas marinas, con acabados en mármol blanco y tonos azules en sus paredes. De este modo, se podría decir que este es uno de los mejores ejemplos del Art Nouveau. Hay que decir también que Gaudí añadió una quinta planta que hace las veces de azotea.

Pero si quieres conocer cada detalle de los distintos espacios y elementos que componen el interior de Casa Batlló, te recomendamos que sigas leyendo. Nunca te será tan sencillo comprender la complejidad de esta obra de arte en apenas unas líneas. Te aseguramos que este recorrido a través de la lectura ya te va a sorprender. Así que… ¡Imagina el momento en que la visites!

Fachada de la Casa Batlló

La fachada de la Casa Batlló es una de las más impresionantes de todas las que forman el entramado urbano de Barcelona. Como es normal, esta fachada contiene, entre otras cosas, la entrada a la misma, por lo que es lo primero que ves de este icónico monumento. Como ya se ha comentado, esta parte de la casa se inspira en la naturaleza, lo fantástico y, sobre todo, el mar.

Las obras que Gaudí dejó como legado a lo largo de las calles de Barcelona tienen el denominador común de meternos en la cabeza del genio. Y de la imaginación del mismo acabó saliendo el diseño de esta vivienda, con materiales reciclados y formas abstractas que se acabaron convirtiendo en arte. De hecho, los materiales empleados, y también los colores que forman la fachada, dan la sensación de que la casa se mueve.

De este modo, uno se llega a creer que el mar se encuentra en pleno Passeig de Gràcia de Barcelona. Al margen de esto, las plantas Baja, Noble y Primera contienen varios elementos modernistas que las hacen diferenciales. Además, en cuanto al tejado, hay que decir que este simula el costado de un dragón, ya que su forma ondulada y el parecer estar formado por escamas le hacen tener esa apariencia.

Vestíbulo de la Casa Batlló

Una vez dentro de la Casa Batlló, el vestíbulo principal será quien te reciba. Es un espacio amplio y abierto, que conduce al resto de estancias de la edificación. Una de ellas, de hecho, es el vestíbulo privado de la familia Batlló, al que se accede después de pasar una reja de color blanco. Aquí, Gaudí hizo más fuerte la creencia de que la casa está inspirada en los elementos del mar.

El vestíbulo está formado por colores blancos y azules, dando la sensación que te encuentras en una auténtica cueva marina. Pero ahí no acaba todo. Las luces simulan los caparazones de las tortugas, mientras que las formas irregulares te transportan a un lugar en el que no hay un orden y equilibrio claros, como es el mar. Por una escalera de mármol y pasamanos de madera, se accede a la Planta Noble.

Planta Noble de la Casa Batlló

Desde que Gaudí iniciase las obras de reforma del inmueble, la Planta Noble ha sido el punto más importante de la Casa Batlló. La explicación es sencilla: aquí iba a residir la familia Batlló. Por tanto, esta es una muy buena oportunidad para conocer el modo de vida y los lujos entre los que vivía la burguesía catalana entre el final del siglo XIX y la primera mitad de la pasada centuria. 

En esta Planta Noble encontrarás varios de los espacios más sorprendentes de la Casa Batlló. El primero, el despacho del propio Señor Batlló, con una chimenea cuya forma se asemeja a la de una seta. Desde allí puedes acceder al salón principal, del que te sorprenderá el inmenso ventanal que da a la calle. El techo de toda la planta está acabado con formas ondulantes que recuerdan a la fuerza del mar. Además, la madera y los vidrios de colores de las puertas, dan a la Planta Noble un carácter muy especial.

Patio y fachada posterior de la Casa Batlló

La fachada posterior de la Casa Batlló se muestra los balcones de los diferentes pisos de la vivienda. Un añadido que hacía a los apartamentos aún más apetecibles. En todos ellos se pueden apreciar barandillas de hierro con una decoración de varios colores y piezas que simulan multitud de formas espirales que acercan a todo el mundo al mar.

En cuanto al patio de la vivienda, conocido como el patio de luces, muestra buena parte de la esencia de la misma. Es un espacio fundamental para entender la obra llevada a cabo por Gaudí. De hecho, el genio modernista lo amplió respecto al primer diseño de la casa. El objetivo era que todas las habitaciones de la Casa Batlló estuviesen iluminadas por la luz natural.

Antes de finalizar con esta zona, hay que hacer dos breves apuntes más. Las ventanas son más grandes conforme se van bajando pisos, para que de este modo se asegure una buena entrada de luz natural. Además, aquí se encuentra también un ascensor de madera que todavía funciona y que sube y baja a lo largo de las diferentes plantas de la Casa Batlló.

Buhardilla de la Casa Batlló

Se podría decir que este es el desván de la Casa Batlló. La buhardilla se sitúa en el último piso y no es visible desde ningún sitio. Por ello, Gaudí tenía total libertad para crear. Lo primero de todo, ideó un espacio capaz de soportar todo el peso de la azotea. En ella, se pueden ver las formas de arcos, que forman salas en las que almacenar las pertenencias de las personas que residían en el resto de plantas. 

Estos arcos se muestran en un impoluto color blanco, con baldosa en el suelo de diversas formas. En la parte posterior de la buhardilla, una escalera de caracol conduce hacia el último de los elementos de la casa de los que te vamos a hablar: la azotea.

Azotea de la Casa Batlló

Como te venimos contando, la azotea de la Casa Batlló tiene la forma del costado de un dragón. Esto se debe a los materiales utilizados y los colores empleados, que dan la sensación de ser escamas. Y a ello hay que añadir la forma ondulada, que completa esa sensación de ser el lomo de una criatura fantástica. Pero la fachada proyectada por Gaudí tiene otros elementos que la hacen única.

En concreto, hablamos de los cuatro conjuntos de chimeneas cuya misión es que el aire no sople al interior de la vivienda. Todas ellas tienen formas irregulares, haciéndolas únicas y dando un plus de belleza a la casa. Aquí se celebran, por cierto, las míticas Noches Mágicas de Barcelona, las cuales te vamos a descubrir más adelante.

Como es lógico, Casa Batlló es una de las Siete Maravillas del Patrimonio Cultural de Barcelona, así como Bien Cultural de Interés Nacional de Catalunya. También es Bien Cultural de Interés Nacional a nivel estatal. Por último, hay que destacar que, entre otros galardones, recibió el Premio a la Conservación del Patrimonio Arquitectónico. Como se suele decir, en sus ‘vitrinas’ poco espacio hay para nuevos trofeos, que por otra parte seguro que seguirán llegando.

Te adentrarás en espacios únicos, como el Gaudí Cube, la primera sala inmersiva 360º del mundo, o el lugar en el que, a partir de varias pantallas, se proyectan recreaciones audiovisuales de cómo era el día a día de la familia Batlló. Todo ello, antes de llegar a la azotea a disfrutar de tu copa y la música bajo el estrellado cielo de Barcelona. En total, son una quincena de bandas de los más variados estilos musicales que harán las delicias de todo el mundo.

Por tanto, tan solo tendrás que escoger el día y el estilo que más te guste y preocuparte de pasarlo en grande. Y es que como puedes ver, al margen del peso que el arte tiene sobre este espacio, también la diversión está presente en el mismo, para vivir las noches más especiales en la Ciudad Condal. ¡No te las pierdas!