Parque Blaarmeersen

El origen de Blaarmeersen se remonta a la década de 1960, cuando el Ayuntamiento recuperó este lago situado a lo largo del Leie para diseñar un “un jardín para la ciudad”. En 1969 se organizó un concurso de diseño que ganó el estudio de arquitectura de Gante Vanacker y la agencia de paisajes Belgramo; sin embargo las obras no comenzaron hasta 1976, expropiando y comprando algunos terrenos para la construcción. En 1979 ya se había terminado un camping de cuatro estrellas y pistas de tenis, y desde entonces han ido ampliando servicios: duchas, vestidores, cafeterías, parques infantiles...

¿Podemos ir de camping en Gante? ¡Sin problema! El parque recreativo y deportivo Blaarmeersen tiene un estupendo y extenso camping con una superficie de unas 10 hectáreas. Además de las muchas parcelas para caravanas y tiendas tiene bungalós y cuenta con 48 parcelas para autocaravanas de gran tamaño. Naturaleza, calma y vacaciones aislados del ruido urbano. Una oportunidad perfecta para disfrutar de la vida al sol en medio del verdor.

Para quien tenga ganas de aventuras, una de las pocas actividades no-gratuitas que se pueden realizar en el parque es la de seguir su “parque de aventuras” (Hoogleparcours), una estructura en la que practicar escalada, cruzar todo tipo de puentes o tirarse por distintas tirolinas.

Cuando llega el buen tiempo y el calor, el Blaarmeersen no tiene nada que envidiar a cualquier playa en un pueblo costero. ¿Por qué os decimos esto? Pues porque en este parque podemos pasear, tomar un baño, relajarnos en la arena de la playa y practicar todo tipo de deportes acuáticos. Casi podemos decir que en Gante se puede ir a la playa, y esto es uno de los motivos que lo convierten en uno de los mejores planes de la ciudad en verano. El agua del lago no cubre casi en ningún punto y cuenta con el elemento estrella de la zona habilitada para el baño: un enorme tobogán en el que disfrutan tanto los niños como los no tan niños.