Iglesia de Nuestra Señora y San Pedro

Corría el año 630 cuando el abad San Amando fundó la Abadía de San Pedro, que originalmente se llamaba Blandinium. Es desde el el siglo X desde cuando  la abadía Blandinium se conoce como Abadía de San Pedro.

La abadía fue creada con el objetivo de cristianizar estas tierras, que por aquel entonces aún eran barbaras, y de esta forma, sentó las bases de la propia ciudad. Durante los siglos XIV y XV creció hasta convertirse en toda una aldea abacial, con granjas, jardines, viviendas y campos de cultivo. La prosperidad de la abadía se debía a sus fueros y a los impuestos que podía cobrar en sus terrenos, que se extendían hasta el puerto interior de Gante.

A partir del siglo XIII conoció las dificultades. Las compras y los préstamos imprudentes, las hambrunas y una política de construcción ambiciosa llevaron a la abadía al borde de la bancarrota. En 1566 los calvinistas iconoclastas destrozaron casi todo lo que encontraron y de nuevo durante la revolución francesa volvió a ser destrozada.

Dentro de la iglesia podemos dejarnos llevar por su silencio y espiritualidad y deleitarnos con sus múltiples obras de arte. Recorriendo su interior, encontraremos esculturas y pinturas de, entre otros, Jan Jenssens y Gaspar de Crayer. Tiene también un órgano espectacular, obra de Pierr Van Petenghem.

Pero en ningún caso podemos irnos sin detenernos en su altar y su magnífica cúpula octogonal, de 57 metros de altura, con su tambor azulado en el centro de la nave.

Dentro de la abadía encontreremos un museo que cuenta con restos románicos, góticos, renacentistas y, barrocos. Además de  una sala de exposiciones, un café, una sala de conferencias, y multitud de piezas que ayudan a entender el pasado y la importancia que tuvo el  edificio para la ciudad. Podremos pasear por su  claustro de finales del siglo XVI y principios del XVII, de los más hermosos de Gante por cierto,  y con unos grabados en la piedra que son impresionantes. El refectorio del siglo XIV es  una pequeña joya de la ciudad, ya que mantiene toda su autenticidad medieval.

En la abadía de San Pedro se realizan todos los años prestigiosas exposiciones de proyección internacional. La planta baja de la abadía puede visitarse gratis (esto incluye el claustro el patio y el jardín), y eso lo convierte en una de las cosas que podemos ver en Gante gratis.

El Jardín huerto de la Abadía de San Pedro

El jardín interior de la Abadía de San Pedro es una reconstrucción según modelos históricos, se encuentra donde ya había un parque, obra de un abad del siglo XVIII con miras de grandeza.

En este oasis verde, en el que en su época se escuchaban las oraciones y el sonido de las plumas de los gansos de los monjes, hoy se pasea entre lavanda, hierbas aromáticas, árboles frutales, las ruinas del antiguo refectorio y, tras la Abadía bajando la cuesta hacia el Escalda, un viñedo que cultivaban los monjes en su día y que hoy sigue ahí.

No sabemos cómo será la calidad del vino que producen estas vides, pero una cosa está clara: sentarse en el jardín a observar el canal,  visitar el interior de la iglesia de Nuestra Señora - San Pedro y la Abadía, merecen la pena.