Escocia

Guia de viaje de

Edimburgo

Greyfriars Bobby Statue

Uno de los habitantes más relevantes y queridos de la historia de Edimburgo fue Greyfriars Bobby, el perro que enamoró a diversas generaciones gracias a la historia de amor que surgió con su amo. En la actualidad, la historia de este perro es contada por cualquier ciudadano local con muchísimo ímpetu y alegría, ya que Greyfriars Bobby se ha convertido en un icono de Edimburgo. ¡Conoce su leyenda con nosotros!

Greyfriars Bobby tiene una de las mayores leyendas de Edimburgo

Hay muchos monumentos y lugares que recuerdan a Greyfriars Bobby a lo largo de las calles de Edimburgo. Es probable que no haya un perro más famoso en toda Gran Bretaña que este, que permaneció 14 años cuidando y custodiando la tumba de su amo, John Gray, hasta su muerte en 1872. Desde ese momento nació una leyenda increíble de la que hoy presumen todos los edimburgueses. En la actualidad podrás visitar estatuas, su tumba y otros recuerdos que inciden en el amor que el perro tenía a su amo. En este artículo te contaremos toda su historia.

Historia de la Greyfriars Bobby Statue

Hay que viajar hasta la mitad del siglo XIX para conocer la historia de Greyfriars Bobby. En 1850, John Gray se trasladó junto a su familia a vivir a Edimburgo. A simple vista no parecía nada relevante, aunque este jardinero se convirtió en una de las personas más recordadas de la ciudad. Al no encontrar trabajo en su pasión, pasó a formar parte del cuerpo de policía local que vigilaba las calles de la ciudad por las noches.

Desde las primeras semanas, y para no vagar a solas por Edimburgo, John Gray se compró un perro que le acompañase. De nombre Bobby, fue su fiel compañero de patrulla, forjando una amistad muy fuerte que les mantenía unidos en todo momento. Tras años de trabajo nocturno, la salud de John Gray empeoró gravemente, falleciendo el 15 de febrero de 1858. Desde su entierro, Bobby decidió no abandonar nunca a su amo, por lo que se quedó junto a su tumba todos los días, independientemente del momento o las condiciones climatológicas.

Edimburgo recuerda con muchísimo cariño a su mascota favorita

Pasaron días, semanas y meses, y Bobby seguía junto a la tumba de John Gray. Muchas personas se dieron cuenta de este hecho, y la leyenda del perro Bobby se extendió rápidamente por toda la ciudad. De hecho, tras varios trabajos llevados a cabo en la zona, Bobby siempre lograba regresar junto a su amo, lo que extrañaba y maravillaba por partes iguales a muchos, que vieron en este animal un símbolo de lealtad.

La gente empezó a ver a Bobby como una atracción que ver siempre que visitaban Edimburgo. Todos los habitantes de la ciudad eran conocedores de su historia. De hecho, tal era su relevancia, que después de la ley que requería que todos los perros tuviesen una licencia de ciudad, el Lord Preboste de Edimburgo, Sir William Chambers, pagó la de Bobby, que permaneció junto a John hasta su muerte en 1872.

Ese mismo año, la ciudad se movilizó para recordar a Bobby, y desde entonces han sido muchos los homenajes, estatuas y otros monumentos y espacios que recuerdan al animal. De hecho, en la actualidad muchos lo consideran como un amuleto para la buena suerte dentro de Edimburgo. Lo que está claro es que Bobby dejó un rastro que nadie más ha logrado en la historia de la ciudad, y en el próximo punto te lo explicamos con todo detalle.

El legado de Bobby

La muerte de Bobby en 1872 fue todo un acontecimiento en Edimburgo. Nadie quería olvidarse de un perro cuya historia debían conocer las futuras generaciones. Y no solo a través de la palabra, sino también mediante hechos como la inauguración de una estatua del perro en ese mismo año. Fue la baronesa Angelia Georgina Burdett-Coutts la que la encargó. El busto recuerda a Bobby y es uno de los imperdibles de la ciudad.

Bobby es visto por los turistas como un elemento de suerte futura

En dicha estatua se puede leer un pequeño texto que dice lo siguiente: “Un tributo a la cariñosa fidelidad de Greyfriars Bobby. En 1858, este fiel perro siguió los restos de su amo hasta el cementerio de Greyfriars y permaneció cerca del lugar hasta su muerte en 1872”. En el Greyfriars Kirkyad, justo al lado del lugar en el que se encuentra la estatua, podrás escuchar todas las historias y leyendas de este perro.

Además de este centro, junto a la estatua también se encuentra el Greyfriars Bobby’s Bar, uno de los mejores pubs de la ciudad y que recuerda la figura de Bobby. De hecho, el local no solo es apto para humanos, sino también para perros. Además de esto, muchos habitantes de la ciudad consideran que la nariz negra de Bobby es un amuleto de buena suerte de cara al futuro.

Bobby custodia el Cementerio Greyfriars

Tampoco nos podemos olvidar de mencionar la Lápida de Greyfriars Bobby o el nuevo monumento instalado en el año 2021, con motivo del 150 aniversario de su muerte. Este perro fue tan famoso que buena parte de la cultura escocesa se inspiró en su figura. Por ejemplo, el relato de Henry T. Hutton de 1902 titulado ‘La verdadera historia de Greyfriars Bobby’.

Tampoco se puede obviar que Bobby llegó a la gran pantalla. En el año 2006 se estrenó en el Reino Unido ‘The Adventures of Greyfriars Bobby’, en la que se representan los principales lugares de interés de la ciudad, como el Castillo de Edimburgo, y también las aventuras de este animal a lo largo de su vida. Después de todo lo que te hemos contado, sobra decir que esta es una de las paradas imprescindibles si viajas a Edimburgo. ¡Ven a visitar a Bobby!

Ubicación de la Greyfriars Bobby Statue

Cómo llegar a la Greyfriars Bobby Statue

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    • Paradas 'Bristo Place'; 'Victoria Street'; 'National Museum of Scotland'