Dean Village

Conocida como Water of Leith, Dean Village es uno de los lugares más mágicos de Edimburgo. Un barrio que cuenta ya con más de nueve siglos a sus espaldas. Tiempo suficiente para haber vivido prácticamente todo. Y es que detrás de las coquetas casas, balcones, plazas y caminos de piedra, hay leyendas que merece la pena descubrir. ¿Buscas un lugar diferente para dar un plus a tu viaje? ¡Dean Village es tu lugar!

La especulación urbanística y también la industria dieron un gran crecimiento a Dean Village, que pese a ello perdió una notable relevancia a finales del siglo XIX. Los molinos fueron sustituidos por máquinas más modernas que se situaron fuera de esta aldea, y el declive era más que notable. A mediados del pasado siglo XX, Dean Village apenas tenía actividad y estaba poblada por gente pobre y sin recursos. 

La década de los setenta trajo un giro tan radical como inesperado a Dean Village. Comenzó a ser conocida como una zona tranquila y muy agradable para pasear y disfrutar de la paz lejos de los bullicios que muchas veces se forman en Edimburgo. Esto hizo que el turismo se fijase cada vez más en Dean Village, llevando de nuevo la actividad al pueblo y propiciando una recuperación económica y social que hoy en día se palpa en todo su esplendor. De hecho, no se nos ocurre un solo motivo por el que no ir. ¡Dean Village siempre debe estar en tu itinerario!

Esto provocó que muchos dejasen de ir por la zona. Pese a ello, hoy en día, y sin tener que pagar, las copas de los altos árboles lo tapan prácticamente todo. Eso sí, aún podrás visualizar los Dean Gardens, cruzar el Miller Row y llegar a la zona de Dean Path, desde la que apenas hay unos minutos para llegar a la entrada a Dean Village. Una vez allí, también te podrás detener en multitud de lugares de interés.

Well Court Hall es uno de ellos. Es uno de los edificios más significativos de Dean Village, y en su día representó la valía del ser humano ante las máquinas, ya que cuando se levantó en el siglo XX, el Reino Unido, al igual que muchos otros lugares del mundo, estaba sumido en un fuerte proceso de industrialización. En la actualidad, este es uno de los sitios más bonitos de Dean Village. La torre del reloj es el sitio que no dejarás de fotografiar.

Si vas con tiempo, lo suyo es pasear, o al menos hacer algún kilómetro, por el Water of Leith Walkway. En el caso de hacerlo, recuerda mirar antes la información respecto al camino. Son un total de 20 kilómetros que en ocasiones pueden encontrarse en obras o mantenimiento, por lo que no está de más que conozcas la situación de la zona. Aquí verás a muchas personas pescar entre la tranquilidad de la naturaleza.

Además, durante el recorrido llegarás al Cementerio Dean, que a diferencia de lo que puedes estar pensando, es uno de los sitios más bellos de la zona. Data del siglo XIX, y contiene elementos y construcciones que le hacen único. Obeliscos y estructuras que seguro te trasladarán a hace 200 años. Además, en este campo santo se encuentra la tumba de personajes célebres de la historia, como Joseph Bell, cirujano de la Reina Victoria.

De hecho, en el doctor Bell se inspiró Arthur Conan Doyle para crear a Sherlock Homes. Llegados al Real Jardín Botánico de Edimburgo podrás ver la Galería Escocesa de Arte Moderno, divida en dos edificios. Uno de ellos recibe el nombre de Dean Gallery, con obras que abarcan más de 100 años de historia. Por último, hay que hablar del pozo más famoso de Dean Village.

Se trata de St. Bernards Well. Su leyenda arrancó a la vez que Dean Village, en el siglo XII. En este caso, se cuenta que San Bernardo llegó enfermo a Edimburgo, y después de beber agua de este pozo sanó milagrosamente. El pozo quedó abandonado varios siglos, hasta que en el siglo XVII unos estudiantes volvieron a sacarlo a la luz de forma casual. Este lugar lo corona la estatua de la Diosa Griega de la curación, limpieza y sanidad Higía. El agua del pozo no es potable.

Conocer Dean Village es toda una obligación en tu viaje a Edimburgo. Ya has podido ver que tiene multitud de elementos que le hacen ser un imprescindible del viaje. Prepara bien tu cámara de fotos porque no dejarás de capturar momentos en el rincón más mágico de Edimburgo. ¿Quieres vivirlo en primera persona? ¡No lo dudes y ven ya!