Escocia

Guia de viaje de

Edimburgo

Museo Nacional de Escocia

Edimburgo tiene planes de todo tipo y ante todas las situaciones que se puedan dar. En un día lluvioso, por ejemplo, visitar el Museo Nacional de Escocia es un plan ideal, aunque está claro que no hace falta que llueva para conocerlo. En su interior veréis objetos, banderas, biografías y obras de arte que te subirán a un viaje por la historia del país. ¡No te lo puedes perder! Aquí verás, por cierto, a la oveja más famosa del mundo.

Conoce el museo más visitado de Escocia

Los museos de Edimburgo son uno de los mejores planes que encontrarás a lo largo de la ciudad. La práctica mayoría son gratuitos, y dentro contienen piezas y obras de grandísimo valor que, entre otras cosas, explican cómo ha sido la evolución de Escocia a lo largo de los siglos. Y algo así es lo que encontrarás en el Museo Nacional de Escocia. Seis plantas que dividen exhibiciones y colecciones relacionadas con la naturaleza, la cultura, el arte, la ciencia y la tecnología. ¿Quieres conocerlo un poco más antes de visitarlo? ¡Te lo contamos todo debajo!

Historia y arquitectura del Museo Nacional de Escocia

El Museo Nacional de Escocia, bajo este nombre, nació en el año 2006, aunque hay que remontarse mucho más atrás para conocer el verdadero origen de la institución. Acompañarnos a las últimas décadas del siglo XVIII, momento en el que nació la Sociedad de Anticuarios de Escocia. Sus trabajos y colecciones fueron transferidas en 1858 al Museo Nacional de Antigüedades de Escocia, momento en el que nació esta institución.

El nacimiento del Museo Industrial de Escocia, inaugurado por el príncipe Alberto en 1861, acabaría marcando el primer paso para el posterior nacimiento del Museo Nacional de Escocia. En 1904, esta institución pasó a ser conocida como Museo Real de Escocia. Cuando el Museo Nacional de Antigüedades de Escocia y este Museo Real de Escocia unieron fuerzas, el número de visitantes creció considerablemente por lo completas que se volvieron todas sus colecciones.

Hablamos del año 1985, aunque no fue hasta 1998 cuando se inauguró el edificio que, por fin, conectaba a ambas instituciones en un mismo espacio en pleno corazón de la ciudad. La fusión definitiva como Museo Nacional de Escocia llegó en el año 2006, sufriendo una importante remodelación entre 2008 y 2011, que le acabó dando la vista que tiene hoy en día. Desde entonces, este es el centro cultural más importante de todo el país, con más de dos millones de visitantes anuales.

La Grand Gallery es la zona más destacada del museo

En lo referente a la arquitectura, queda clara y bien diferenciada cuál es la estructura perteneciente a cada una de las instituciones que originaron el actual museo. La parte correspondiente al Museo Real de Escocia, de 1861, sigue una arquitectura victoriana que era típica de la época. Junto a él se puede ver un edificio modernista con elementos innovadores y contemporáneos que se corresponden con el Museo de Escocia. 

Ambos lugares están conectados por un vestíbulo conocido como Grand Gallery. Al margen de la distribución de las colecciones a lo largo de las diferentes salas que forman las seis plantas, cabe destacar que este es el espacio más destacado de todo el complejo. Se trata de una galería enorme y acristalada que deja pasar mucha luz natural, haciendo que, prácticamente, sea esta la responsable de la visión en el interior del edificio.

Colecciones del Museo Nacional de Escocia

Mostrar la evolución histórica de un país a lo largo de los siglos lleva muchísimo trabajo. Por ello, se necesitaba un espacio tan amplio como el que se consiguió en el año 2006 con la fusión de los dos museos. En el momento en el que entres al interior del recinto podrás ver la sección dedicada a la historia de Escocia. Los primeros habitantes del país, que datan de la época prehistórica, el desarrollo del Reino de Escocia y también su transformación y modernización de las últimas décadas son protagonistas.

Cada una de las plantas en las que se divide el museo cuenta con objetos y exposiciones que van a despertar tu curiosidad. Seguro que te sorprenderán los famosos Lewis Chessmen, el ajedrez de la isla de Lewis. Piezas que pertenecen a la época medieval y que fueron descubiertas en el siglo XIX. Pero lo que estarás deseando ver es uno de los ‘inquilinos’ más famosos de todo el centro: la Oveja Dolly.

La colección referente a la naturaleza es una de las más impresionantes del museo

No hay ninguna duda de que esta es la oveja más famosa del mundo. Se encuentra dentro de la sección de naturaleza del museo, donde los más pequeños, sobre todo, se lo pasarán en grande viendo muestras de sus animales favoritos. Pero volviendo a la Oveja Dolly, descubrirás cómo fue todo el proceso que llevó a experimentar en un mamífero la clonación a partir de una célula adulta. Junto a la Oveja Dolly vas a encontrar una zona en la que el aprendizaje y la diversión se funden para proporcionar a los visitantes salas interactivas en las que pasarlo en grande

Aunque se trate de diferentes campos de investigación, todos ellos se organizan a la perfección en las diferentes plantas, completando cada una de ellas una etapa de la historia del país. Especialmente relevante es la tercera planta que explica la transformación que sufrió el país en las primeras décadas de la época contemporánea, con los primeros atisbos de la Revolución Industrial.

Y antes de llegar a la época más moderna, seguro que querrás hacer una parada ante la Torre del Reloj del Milenio, elaborado por cinco artesanos para conmemorar los mil años entre el siglo X y el XX. Cada una de las cuatro partes que lo forman cuenta una parte de la historia escocesa dentro de este espacio de tiempo. Imágenes de esclavitud, enfermedades, guerras… Además, en cada hora en punto se reproduce una pieza de Bach.

En las dos últimas plantas, encontrarás  objetos y esculturas que explican el desarrollo y evolución del país hasta lo que es en la actualidad. Especialmente importantes son las esculturas del artista británico Andy Goldsworthy, que tenía en la naturaleza una de sus mayores preocupaciones. Y una vez vistas las seis plantas interiores del centro, no desaproveches la oportunidad y sube a la séptima, al descubierto.

La terraza del Museo Nacional de Escocia es una auténtica joya para ver panorámicas de toda la ciudad. Es cierto que desde el Tower Restaurant, que se encuentra en la quinta planta, también se tienen unas buenas vistas de la ciudad, pero como en la terraza en ningún sitio, te lo podemos asegurar. Los clásicos tejados de la zona antigua de la ciudad se muestran ante ti como nunca antes los habías visto. ¡Prepara bien tu cámara de fotos en el momento de llegar a la terraza!

Una visita al Museo Nacional de Escocia

Visitar el Museo Nacional de Escocia es un plan que debe estar en todo itinerario. Entrarás al museo más visitado de todo el país, cuya entrada es gratuita y que es accesible para personas con movilidad reducida, ya que todas sus plantas se encuentran conectadas por ascensores. Como decíamos al principio, es una actividad ideal para algún día de lluvia, aunque ningún momento es malo para visitarlo.

¡Descubre la historia de Escocia a través de más de 10.000 objetos!

Te encantará poder ver los más de 10.000 objetos que forman su colección y también divertirte en las zonas interactivas que te ayudan a comprender mejor la historia de Escocia. Y, por supuesto, no te olvides de la Oveja Dolly, aunque de momento céntrate solo en verla y descubrir su historia. Lo de clonar lo dejaremos para otra ocasión. ¡Ven a pasarlo en grande al Museo Nacional de Escocia!

Ubicación del Museo Nacional de Escocia

Detalles

Cómo llegar al Museo Nacional de Escocia

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