Escocia

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Edimburgo

Catedral de Santa María

Cuando a muchos se les pregunta por la Catedral de Edimburgo, sus miradas se dirigen rápidamente al templo de Saint Giles. Por ello, no son pocos los que definen a la Catedral de Santa María como la ‘verdadera’ de la capital escocesa. Joya del gótico local en el siglo XIX, se encuentra en la zona de la Ciudad Nueva, y desde su construcción se convirtió en el edificio más alto de la ciudad. ¿Quieres conocerla más de cerca? ¡Acompáñanos en este artículo!

La Catedral de Santa María fue levantada gracias a la aportación de dos hermanas

En pleno West End de Edimburgo se sitúa la Catedral Episcopal de la Iglesia en Escocia. Sede del Obispo de Edimburgo, el templo se construyó en el siglo XIX, con tres torres que son visibles desde prácticamente toda la ciudad. Una de ellas, de hecho, alcanza los 91 metros de altura, más que cualquier otra construcción de la capital escocesa. Para obligatoria en tu viaje, hay una serie de aspectos que no te puedes perder. ¿Quieres saber cuáles? ¡Sigue leyendo para descubrirlos!

Historia de la 'verdadera' Catedral de Edimburgo

Después de que el episcopado escocés rechazase de forma unánime a la Catedral de Saint Giles, la idea de levantar un nuevo templo de este estilo en Edimburgo comenzó a sobrevolar la mente de varias personas. Un hecho que cogió fuerza tras la Revolución Gloriosa del siglo XVII en la que el presbiterianismo regresó a las calles escocesas. Sin embargo, habría que esperar bastante más tiempo para que este deseo se convirtiese en realidad.

El edificio es uno de los mejores ejemplos del gótico inglés del siglo XIX

De hecho, no fue hasta el siglo XIX cuando los trabajos para la construcción de la que muchos definen como la ‘verdadera’ Catedral de Edimburgo echó a andar. Dos hermanas, de nombres Barbara y Mary Walker, fueron las culpables del inicio de los trabajos después de dejar a la iglesia todo su dinero. La única condición a cambio era la construcción de esta Catedral, cuya primera piedra fue colocada en 1874 por el duque de Buccleuch y Queensberry.

El arquitecto británico Sir George Gilbert Scott fue el encargado de planificar cómo serían los trabajos para la construcción de la Catedral. Se inspiró en el arte gótico, en el que era especialista, para confeccionar el edificio, dando como resultado uno de los templos más bellos de toda Gran Bretaña. Los últimos trabajos se llevaron a cabo en el mes de enero de 1879, aunque no fue hasta finales de octubre de este mismo año cuando fue consagrada como Catedral.

Arquitectura de la Catedral de Santa María

Tanto el exterior como el interior de la Catedral de Santa María en Edimburgo responden al característico estilo del gótico inglés del siglo XIX. En el exterior se pueden ver sus cuatro altas torres. La aguja de una de ellas alcanza los 91 metros de altura, convirtiendo al templo en el edificio más alto de la ciudad. Todas ellas son, además, visibles desde casi todos los puntos de Edimburgo. Un hecho a destacar teniendo en cuenta que la Catedral parece estar escondida en el corazón del West End.

Cada uno de los detalles de la Catedral cuenta una historia diferente

Dos de estas torres, conocidas como las ‘torres gemelas’ de Barbara y Mary Walker, fueron añadidas en las primeras décadas del siglo XX. Alrededor del edificio, la arquitectura del mismo favorece que haya hasta cuatro entradas principales: norte, sur, este y oeste. La más relevante de todas es la del lado oeste, en la que se representa a San Pedro y la llave al Reino de los Cielos.

Interior de la Catedral de Santa María

Una vez conocido el exterior de la Catedral de Santa María, toca descubrir lo que se puede ver en su interior. Hay muchos aspectos que no te puedes perder del espacio. Por ejemplo, la cruz que se ubica justo encima del Altar Mayor y que cuelga del techo del templo. Fue diseñada por Sir Robert Lorimer, y la Catedral de Santa María fue el emplazamiento elegido para ella tras ser descartado el Castillo de Edimburgo

Además de esto, otro de los aspectos más llamativos del interior del recinto son sus vidrieras. Pese a haber sido levantada en el siglo XIX, Sir Eduardo Paolozzi, que fue quien las diseñó, se inspiró en la época medieval, dándole al interior un pequeño toque de esos años que hace a la Catedral muy especial. De hecho, la gran multitud de colores escogida hace que cuando da el sol, el interior coja un tono precioso que, si tienes la oportunidad, no debes dejar de ver.

Conocer los tesoros del interior de la Catedral es un imprescindible de Edimburgo

Otra de las paradas obligatorias en el interior de la Catedral es junto al Altar Mayor. Destaca el retablo que encontrarás presidiéndolo y desde el que se tiene una vista perfecta de la nave principal y también de buena parte de las capillas laterales, que no debes dejar de visitar. Por último, en lo referente a elementos del interior del templo, te encontrarás con ‘La presencia’, una pintura muy valorada y valiosa que, después de pasar por varias manos, encontró en la Catedral de Santa María su hogar definitivo.

Justo al lado del templo también vas a poder diversos edificios muy relevantes para la ciudad de Edimburgo. El Easter Coates House es uno de ellos, pero quizás el que más destaca de todos es la Escuela de Canto de la Catedral, donde los coristas ensayan desde la segunda mitad del siglo XIX. Y con música cerraremos este artículo. Porque la entonación, las notas y el sonido son también una de las partes más importantes de la Catedral. ¡Te lo contamos todo justo debajo!

Música en la Catedral

Hay muchos aspectos a destacar en lo referente a la música en la Catedral de Santa María. Lo primero de todo los servicios corales, siendo el único templo del país que los ofrece a diaria gracias a las personas que salen de la escuela coral de la propia Catedral. Además de esto, también se destaca la Escuela de Canto inaugurada en 1885 por John Oldrid Scott. Allí tienen lugar los ensayos del coro.

Los 91 metros de la torre de la Catedral le convierten en el edificio más grande de Edimburgo

St Mary’s Music School es otro de los centros musicales más destacados de la Catedral. Aunque en la actualidad se encuentra abierta para todos aquellos alumnos que deseen estudiar música, su cometido histórico y principal era formar y educar a los niños que formaban y forman el coro del templo. Además, la Catedral también es sede de varios conciertos de música clásica a lo largo del año, siendo sus campanas lo último a destacar como elementos de sonido.

Doce campanas cuelgan de la torre central de la Catedral, diez originales y otras dos que fueron añadidas posteriormente. De hecho, en Escocia todavía existe parte de la tradición de la oración de los Campaneros, que tiene lugar antes de que estos comiencen a tocarlas y su sonido se escuche a lo largo de las calles de la Ciudad Nueva y también de la Ciudad Vieja de Edimburgo. Por todo ello, esta es una visita imprescindible que, si tienes la opción de verla con calma y descubrir su interior, se convertirá en uno de los momentos más bonitos del viaje.

Ubicación de la Catedral de Santa María

Detalles

Cómo llegar a la Catedral de Santa María

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