Fin de semana en Edimburgo
¿Pensando en una escapada de fin de semana? No dudes ni un segundo más y dirige tus miradas a Edimburgo. La ciudad es perfecta para pasar tres días cargados de planes y actividades y regresar a tu casa con la sensación de haberlo conocido todo. ¿Cómo? ¡Te lo contamos en este artículo!
¡Bienvenidos a la ciudad más mágica del mundo! ¡Welcome to Edinburgh! La capital escocesa tiene mucho que mostrarte, es cierto, pero con un planning como el que te vamos a dar podrás recorrerla sin problema en un fin de semana inolvidable. Historia, cultura y mucha diversión. ¿Preparado para comenzar? ¡Vamos a ello!
Día 1 en Edimburgo
Coges tu avión, aterrizas en Edimburgo, llegas a tu apartamento y que empiece la aventura. Asegúrate el salir a la calle con los playeros bien atados que comenzamos a conocer la zona vieja de Edimburgo. La capital escocesa está dividida en dos zonas bien diferenciadas: la Ciudad Vieja y la Ciudad Nueva. En estas primeras horas sobre su suelo queremos que conozcas la zona histórica, germen de la actual ciudad.
Y qué mejor manera de arrancar tu andadura que haciéndolo en el Castillo de Edimburgo. Una fortaleza defensiva ubicada en lo alto de la colina más conocida de la ciudad. Desde ahí se vigilaba todo Edimburgo, por lo que te encontrarás con unas vistas preciosas. En este primer día te será complicado escucharlo porque entre el viaje y la llegada es posible que llegues más tarde de las 13:00. Pero todos los días a esa hora, excepto domingos y algún festivo, desde el Castillo tiene lugar el famoso ‘cañonazo’. ¡Que no te coja desprevenido!
Bajando por la ladera del Castillo de Edimburgo te meterás en la calle más conocida y relevante de toda la ciudad. La Royal Mile es el corazón de Edimburgo. La arquitectura de sus edificios, sus tiendas, las calles que desembocan en ella y la cantidad de planes con los que te encontrarás marcarán tu paso por esta avenida. ¡Y una cosa que no se nos olvide! Cada dos pasos, y es literal, te encontrarás con un pub. ¡Tienes más de 700 en toda la ciudad! Por ello, cuando necesites reponer fuerzas, lo mejor es entrar en uno y tomarse una buena cerveza.
Pero siguiendo a través de la Royal Mile, vas a encontrarte con el Museo de Edimburgo o el Museo Nacional de Escocia, dos de los más importantes de la ciudad. Es cierto que no tienes el tiempo que desearías, pero en caso de lluvia, por ejemplo, el segundo de los centros citados es ideal para acercarse a la historia de Escocia desde el entretenimiento de sus diferentes salas. Además, aquí está la famosa ‘Oveja Dolly’. ¿Conseguirás clonar a alguien?
En otra de las calles cercanas a la Royal Mile te encontrarás con el Cementerio de Greyfriars. Es el más famoso de la ciudad. Allí se encuentran las tumbas de los habitantes más ilustres de la ciudad, y custodiando su entrada verás la Greyfriars Bobby Statue, que recuerda al perro más famoso y leal de toda la ciudad. Antes de llegar a este punto, eso sí, habrás pasado por la Catedral de St. Giles, el templo más monumental de la ciudad que, pese a todo, no cumple las funciones de Catedral propiamente dichas.
Y antes de terminar este primer día, llegarás al final de la Royal Mile. ¿Qué hay allí? El magnífico Palacio de Holyrood. Sede de la monarquía británica en Escocia, tu primera jornada en Edimburgo podría finalizar con una visita a su interior. ¡El mejor punto y final para tu primer día en la ciudad!
Día 2 en Edimburgo
¿Has descansado bien? ¡Vamos a cargar pilas para otro día en Edimburgo! Asegúrate desayunar lo suficiente porque hoy nos iremos a la Ciudad Nueva de Edimburgo.Tus miradas se dirigirán a Dean Village, una pequeña aldea a pocos minutos del centro que te llevará a un mundo completamente distinto. La belleza de sus calles y edificios te darán la bienvenida a una zona marcada por el río Leith.
Históricamente, no pertenecía a Edimburgo como tal, aunque desde el siglo XIX sí lo hace. El pueblo pasó por varias etapas, siendo en la actualidad un importante foco de turistas. Desde allí se puede subir a la zona de Stockbridge, donde se encuentra la famosa calle de Circus Lane. Y a continuación, tu camino se centrará en el corazón de la Ciudad Nueva: Princes Street.
Pero antes de comenzar la visita a esta zona de la ciudad, tocará reponer fuerzas. Comer en Edimburgo es relativamente sencillo. Nosotros queremos recomendaros la opción de un pub, donde se impone la gastronomía tradicional y el precio no es nada elevado. ¡Te acabarás chupando los dedos! Pide los tradicionales haggis o un plato de Fish&Chips. ¡Está buenísimo!
Y una vez en Princes Street, a los pies del Castillo de Edimburgo, conocerás los Princess Street Gardens, en los que se encuentra, entre otras cosas, el Monumento a Scott y el famoso reloj floral. Además, en esta zona, en plena colina de The Mound, te encontrarás con la National Gallery, otro de los museos más relevantes de Escocia que ya te empieza a impresionar cuando lo ves desde fuera por su estilo neoclásico.
Antes de terminar la tarde, toca subir al mirador más famoso y querido por los turistas: Calton Hill. Es una caminata agradable y que te dejará unas vistas preciosas. Para llegar arriba hay que dirigirse al final de Princes Street. Verás varios edificios de estilo neoclásico que te encantarán, así como el Monumento Nacional y el Dugald Stewart Monument, donde se celebra el famoso festival del fuego de Beltane.
¡Y el día todavía no ha acabado! Porque lo que más querrás de un viaje es disfrutarlo, y nada mejor que la noche de Edimburgo para hacerlo. ¡Te lo pasarás en grande! Puedes ir hacia la Ciudad Vieja y arrancarla en uno de sus míticos pubs antes de pasar a bailar en sus discotecas, que suelen abrir hasta la madrugada.
Día 3 en Edimburgo
Que la noche no sea una excusa, hay que levantarse para despedir Edimburgo por todo lo alto, y nunca mejor dicho. Antes de marcharte tendrás unas horas para decir adiós a la ciudad. Te proponemos que vayas hasta el Palacio de Holyrood de nuevo. Tras el mismo, se encuentra el comienzo de la subida a Arthur’s Seat. Es el mayor espacio verde de toda la ciudad, pulmón de la capital escocesa. Conocerás la leyenda del dragón dormido y lo verás todo desde su cima, a la que se puede subir por tres senderos.
La primera de las rutas sube desde el parking de Dunsapie Loch, mientras que la segunda lo hace al final de la Royal Mile. Son las dos más sencillas y bonitas por todo lo que vas viendo durante la subida. La tercera, en este caso, es la más complicada. Conocida como Radical Road, tiene mucho encanto, pero sus cuestas son mucho más pronunciadas que en los casos anteriores.
Y después de echarle un ojo a la ciudad desde arriba, toca prepararse para regresar a casa. Será duro marcharte tan rápido de la capital escocesa, pero te aseguramos que lo harás con la sensación de haberlo conocido todo. ¡Sigue este planning y vive un fin de semana completo en Edimburgo!