Marruecos

Guia de viaje de

Marrakech

Palacio de la Bahía

Desde que en el siglo XIX comenzasen a rondar las primeras ideas de su construcción, el Palacio de la Bahía siempre tuvo como único objetivo ser uno de los más increíbles del mundo. Y vaya si lo ha conseguido. En la actualidad, es uno de los lugares más visitados por los turistas que llegan a Marrakech. ¿Quieres saber el porqué? ¡Te lo contamos!

El Palacio de la Bahía se construyó a finales del siglo XIX

El Palacio de la Bahía ocupa una extensión de ocho hectáreas, ¡casi nada! Un espacio inmenso dividido en un edificio majestuoso con 160 habitaciones, unos jardines de 8.000 metros cuadrados y muchas otras zonas que son patrimonio de la ‘Perla Roja’ del desierto.

Estructura e historia

Construido a finales del siglo XIX, el Palacio de la Bahía fue levantado por uno de los asesores del sultán Abdelaziz. Se trataba de Ahmed Ben Moussa, al que se le atribuyen orígenes desconocidos. Muchos dicen que era un esclavo que llegó a lo más alto, mientras que otros sostienen que ya tenía un buen estatus dentro de la confianza del sultán, por lo que le fue sencillo llegar a lo más alto. 

Ahmed Ben Moussa se sirvió de los mejores trabajadores, artesanos y arquitectos locales para completar su palacio. Desde el primer momento, siempre tuvo la idea que sería para él, y así acabó siendo. Después de seis largos y duros años de trabajo, el Palacio de la Bahía ya era una realidad del sur de La Medina de Marrakech. En el año 1900, la construcción se presentó en sociedad, aunque su vida iba a ser demasiado corta. Al menos con Ben Moussa dentro, que falleció ese mismo año.

Los patios del palacio son uno de los grandes atractivos del interior

La crueldad de Ben Moussa hizo que tanto sus esposas como los habitantes de Marrakech se alzasen contra el palacio tras su muerte. Fue desvalijado, y el sultán ordenó que todas las pertenencias se sacasen de allí. Se podría decir que tan solo los techos consiguieron no sufrir daños. El resto de aspectos de las habitaciones tuvo que ser restaurado cuando los franceses, durante su Protectorado, eligieron este sitio como las oficinas del mariscal Lyautey.

Desde entonces, y aunque sus habitaciones están completamente vacías, este es uno de los imprescindibles de Marruecos por su estructura interior. La arquitectura del Palacio de la Bahía es típicamente marroquí, y el espacio del mismo se distribuye en una planta baja, patios y jardines. Además, al ubicarse en la zona sur de La Median, está muy cerca del Barrio Judío de Marrakech, por lo que desde allí se pueden ver, entre otras cosas, el Cementerio Judío, la Sinagoga Salat Al Azama o las Tumbas Saadíes. Pero, ¿qué tal si nos damos un paseo por su interior?

Jardines y patios

Nada más entrar al Palacio de la Bahía te encontrarás con uno de sus espacios más relevantes. Es conocido como Patio de Honor. Se trata de un lugar de unos 1500 metros cuadrados recubierto de mármol y mosaicos. Se encuentra protegido por las diferentes habitaciones del palacio, con tres fuentes en el centro. Ligada a este patio se encuentra la Sala de Honor, en la que tenían lugar las recepciones oficiales.

Relájate en sus jardines, con más de 8.000 metros cuadrados

Ya en el interior del Palacio de la Bahía podemos encontrarnos con muchas más salas y habitaciones. Son 160 en total, pero hay algunas que tuvieron mucha más relevancia que otras. Por ejemplo, la Sala del Consejo, cuyos techos son una auténtica delicia. Las paredes están hechas de porcelana, y sus ventanas de madera pintada.

Los jardines te transportan a una especie de paraíso con plantas de diferentes especies, lugares apartados, relajantes y donde se escucharía, en el caso de que funcionasen, el agua de las fuentes que hay en el centro de los mismos. Es cierto, eso sí, que la visita a las habitaciones interiores deja a los jardines en un segundo plano.

Los techos

Si por algo son relevantes las habitaciones del interior del Palacio de la Bahía es por los techos. Por decirlo rápidamente, sentirás que estás un barco volcado, porque todos tienen la forma de un navío. Durante el saqueo del mismo tras la muerte de Ben Moussa, fueron la única parte del interior del palacio que quedó intacta. De ahí su gran valor arquitectónico, que recuerda a aquella Marrakech de finales del siglo XIX.

Los techos fueron la única parte del Palacio de la Bahía que no sufrieron daños en su saqueo

El nombre del palacio significa ‘el bello’ o ‘la bella’, y sus techos dan buena prueba de ello. Están acabados en madera, azulejos y con mosaicos. Todos son únicos. La decoración de los mismos es espectacular, con varias formas que recuerdan a ámbitos artísticos de la época en la que fueron construidos. Especialmente bonitos son los techos acabados en madera pintada de la mayor parte de las habitaciones.

Grand Riad

Las partes que se pueden ver a día de hoy en el Palacio de la Bahía son cuatro: el Pequeño Riad, el Grand Riad, el Pequeño Patio y el Patio Principal. Nosotros queremos centrarnos en el Grand Riad por ser la parte más antigua del mismo. En su interior se incluye el Gran Patio o Patio de Honor, del que ya os hemos hablado antes. En las habitaciones de alrededor se encontraban las estancias de las esposas de Ben Moussa y sus hijos.

El Patio Principal tiene una superficie de unos 1500 metros cuadrados

El Grand Riad del Palacio de la Bahía guarda una decoración con acabados en barro y destaca también por las cuidadas formas artesanales de sus techos. Además de esto, también posee algunos jardines de clara influencia mora en los que poder relajarse escuchando tan solo los sonidos de la naturaleza. ¡Estamos seguros de que acabarás queriendo vivir aquí! El Palacio de la Bahía es una de las visitas imprescindibles de tu viaje a Marrakech, ¡así que no te lo pierdas!

Ubicación del Palacio de la Bahía

Detalles

    Horario

    • Todos los días: 09:00 a 17:00

    Precio

    • General: 6'30€ (70 dh)

Cómo llegar al Palacio de la Bahía

    Bus

    • Desde Jamaa El Fna, por la calle Rue Riad Zitoun el Jdid