Alte Oper

El 20 de octubre de 1880, Frankfurt celebró uno de sus eventos más esperados: La apertura de su propia casa de Ópera. Ciudadanos de Frankfurt y visitantes de distintas regiones asistieron y se maravillaron con el nuevo auditorio diseñado para 2010 personas por el arquitecto berlinés Richard Lucae. El magnífico edificio se ubicó en lo que hoy conocemos como Opernplatz (plaza de la ópera).

La sala de conciertos fue inaugurada con la famosa ópera de Mozart “Don Giovanni”. La inauguración fue todo un evento en la ciudad y contó con la presencia de invitados tan regios como el emperador Guillermo I, quien después de dar un recorrido por el suntuoso edificio le dijo a Emil Claar, director artístico de la Ópera: “Yo no me podría permitir un edificio así en Berlín”.

Y así tenemos esta visita indispensable en Frankfurt. Y allí nos dirigimos hoy. Los centros culturales son siempre lugares de los que se pueden sacar cosas maravillosas. Y a la búsqueda de cosas maravillosas que ver, que hacer (y que contar) anda Buendía Tours en todos sus destinos y no iba a ser Frankfurt una excepción.

Construcción de la casa de la ópera de Frankfurt

La idea original de construir el edificio fue sugerida por el Dr. Daniel Heinrich Mumm von Schwarzenstein, alcalde de la ciudad, quien durante una reunión de gobierno once años antes declaró que Frankfurt carecía de un teatro que reflejara el tamaño y el estatus de la ciudad y que al mismo tiempo cumpliera con las demandas de buen gusto de los habitantes.

Fue así que ciudadanos adinerados reunieron un total de 480,000 florines, algo así como 10 millones de Euros, con el objetivo de comenzar a construir dicho teatro. La construcción del edificio de 34 m de altura y con 4.000 m2, duró más de 7 años. Su aspecto tenía el sello del famoso arquitecto Gottfried Semper y el diseño de estilo renacentista basado en las influencias griegas que había desarrollado. El propio Richard Lucae no vivió para ver la finalización de la obra, ya que murió cinco años después de que comenzó la construcción.

Durante los siguientes años la Ópera de Frankfurt fue sede de numerosos conciertos y dio la bienvenida a muchos solistas y compositores de fama mundial.

Destrucción y reconstrucción de la ópera de Frankfurt

Si bien durante la Primera Guerra Mundial sólo tuvo pequeñas afectaciones en su fachada, durante de la Segunda Guerra Mundial la Ópera no corrió con tanta suerte. El 23 de marzo de 1944 el gran edificio fue completamente quemado lo que provocó que varias secciones del techo se vinieran abajo. A pesar de que los habitantes de Frankfurt querían su inmediata reconstrucción al terminar la guerra e incluso se movilizaron para buscar maneras de volver a levantar “la ruina más hermosa de Frankfurt”, en 1952 su demanda fue rechazada por las autoridades.

Doce años después, una organización llamada «Grupo de Acción para la Alte Oper de Frankfurt am Main», uno de los primeros grupos de acción de ciudadanos que se creó en la República Federal Alemana, logró obtener un apoyo inmenso entre la población local y empresarios, ganando así rápidamente el respaldo del gobierno. Artistas e intelectuales como Thomas Mann, Paul Hindemith y Otto Hahn también apoyaron la iniciativa, pues la Ópera representaba parte importante de la historia cultural de Frankfurt.

A fines de 1972, el Grupo de Acción había logrado recaudar dinero suficiente a través de eventos de recaudación de fondos que iban desde rifas, hasta conciertos de gala impartidos por la Orquesta Filarmónica de Berlín dirigida por Herbert von Karajan. Fue así como se inició el proceso de reconstrucción de la vieja Ópera.

La antigua ópera renace

La Ópera fue reconstruida incorporando algunos cambios en su arquitectura y en su uso, para convertirla en una sala con instalaciones “multifuncionales”. Se edificó un interior completamente nuevo detrás de la fachada histórica, con la idea de crear un edificio que cumpliera con los requisitos técnicos de una sala de conciertos y un centro de conferencias de vanguardia.

El Gran Salón rectangular se amplió para proporcionar asientos para 2,430 personas, dejando el salón y el vestíbulo como las únicas partes que aún se parecen al diseño original de Richard Lucae. Desafortunadamente, el nuevo diseño no pudo incorporar la suntuosa escalera imperial. Los nuevos planes incluyeron áreas de vestíbulos flexibles para exposiciones, subastas de arte, ventas y similares, así como una segunda sala de conciertos más pequeña, la Sala Mozart, con capacidad para unas 720 personas.

Tras un largo periodo de reconstrucción y restauración de sus interiores, el 28 de agosto de 1981 se reabrió oficialmente la Alte Oper de Frankfurt. Tras una ceremonia de apertura a la que asistió, entre otras autoridades, el presidente federal Karl Carstens, el Frankfurter Opernhaus y Museumsorchester dirigido por Michael Gielen interpretó la Sinfonía No.8 de Gustav Mahler.

La alte oper hoy

Actualmente podemos presenciar nuevamente no solo conciertos, sino conferencias, talleres, espectáculos de nivel internacional y obras de teatro de Broadway para toda la familia. El costo depende del espectáculo pero los precios empiezan en 20 euros aproximadamente.

Si de comida se trata, también podemos disfrutar de una taza de café en su cafetería Café Suite ubicada en el primer piso o de una deliciosa comida en el restaurante Ópera que se encuentra en el tercero y desde el cual podemos observar el famoso Skyline de Frankfurt.

Como sea, por dentro o por fuera, de día o de noche la Alte Oper o Antigua Ópera debe ser una visita obligada durante tu estancia en la ciudad.

Si os apasionan los eventos o si sois curiosos de asistir a conciertos, exposiciones o similares, os dejamos aquí el enlace a la página oficial de la Alte Oper. Si durante los días en Frankfurt algunas de sus ofertas os llama la atención, no dejéis de asistir pues, sin duda, es una manera maravillosa y casi diríamos única, de vivir la vida de Frankfurt. Y es que Frankfurt no deja de maravillar con su oferta cultural.