Visita Guiada Melilla la Vieja

Entre sus edificios modernistas, las tradiciones de sus cuatro culturas, y sus kilómetros de playas, entre otros muchos atractivos, en Melilla se refugia su casco antiguo, la Ciudad Vieja, con su Ciudadela, sus miradores, sus callejuelas y sus rincones y con un sinfín de historias y secretos ¿Te animas?

  • Precios

    • Adulto

      20

    • Niño

      8

Itinerario Itinerario

Nos reuniremos con nuestro guía en la Oficina de Turismo, y una vez todos juntos, daremos inicio a la actividad. Uno de los mayores reclamos de Melilla es su historia. Un pasado del que hay constancia ya en el Paleolítico y que, a través de los pueblos que se fueron asentando en la ciudad, no ha hecho más que enriquecerla.

Aún son muchas las huellas de los fenicios, los púnicos, los árabes, los vándalos, los cartagineses, y nosotros vamos a ir al encuentro de muchas de ellas. Pero claro, una cosa es contarlo y otra recrear verse cara a cara con la historia.

Melilla la Vieja es, ante todo, un recinto fortificado, con cuatro fortificaciones que se separaban mediante fosos, y puentes levadizos. Nos detendremos en el Foso del Hornabeque, uno de los lugares más importantes de Melilla la Vieja. Es una obra formada por dos medios baluartes y rodeada de un foso, que tenía funciones defensivas. Atravesado un puente sobre este foso, se llega a la Plaza de Armas, construida en el siglo XV y, hasta el año 1906 la cárcel de la ciudad, un presidio pensado para los desterrados y los presos políticos, sobre todo.

Pero antes de esto, las crónicas nos cuentan que esta fue la zona en la que se instalaba el mercado local. De entre todas las playas de Melilla, veremos la Ensenada de los Galápagos, un arenal “encerrado” entre las murallas de la antigua ciudadela.

El paso por la Ciudad Vieja nos llevará ante la Puerta de Santiago, un revellín del año 1549. Esta fue una de las entradas a la ciudad, se rodea de un foso y se corona con el escudo de Carlos V. Una de las estampas medievales, cuyo mayor valor, o uno de los mayores, está en permitirnos imaginar la Melilla que se defendía, la que se tenía que proteger porque la realidad es que, de la misma manera que todo entra por el mar, también todos los peligros venían desde él.

Tras seguir por el túnel de Santa Ana, llegaremos a dos de sus plazas, la Plaza de los Aljibes y la Plaza de Pedro de Estopiñán. La primera, la de los Aljibes se llama la Plaza de la Mestranza, en la Cuesta de las Peñuelas, es aquí donde se encuentran los antiguos almacenes de la Mestranza de Ingenieros. 

¿Sabéis que también esta fue la zona de acuartelamiento de la Compañía del Mar? La otra plaza, además de albergar el Museo de Ibáñez, contiene la estatua de la que saca su nombre, la de Pedro de Estopiñán, un miliar castellano que cuenta, entre sus logros, la conquista de Melilla en el año 1497.

La Ciudad Vieja de Melilla, es una pequeña joya fortificada, pensada aún para piratas, conquistadores y aventureros. Si te animas, ya sabes, ¡Reserva tus plazas antes de que se acaben!

Detalles

    Duración

    • 2 horas aprox

    Incluido

    • Guía en español

    Idioma

    • Español

    Cancelaciones

    • La cancelación de una reserva ya confirmada, hasta 3 días antes del comienzo de la visita, tendrá un coste del 20% del importe. No se devolverá importe alguno si se cancela una reserva ya confirmada dentro de los 3 días

Punto de encuentro

Los guías os estarán esperando en la Oficina de Turismo de Melilla