Puente de Piedra de Verona

La historia del Puente de Piedra de Verona no difiere en gran cosa de la historia de casi cualquier puente. Pero es verdad que tiene en la ciudad un valor histórico que es imposible pasar por alto: el Puente de Piedra de Verona se construyó durante el esplendor del Imperio Romano. Efectivamente, más o menos durante el siglo I A.C, se levantó este puente, aprovechando un vado que había. Se levantó para sustituir al que se utilizaba hasta este momento, que era de madera. Para poder los habitantes cruzar el río Adija, se llegan a construir 7 puentes, pero solo este llega a nuestros días. Es obvio que a lo largo de dos mil años el Ponte di Pietra de Verona necesitó modificaciones, remodelaciones y arreglos y su aspecto seguramente difiera en mucho del puente originario. Así y todo el valor de lo construido en otras épocas es aquí innegable, pues el arco más cercano a la torre de la ciudad lleva ahí desde el siglo XIII y más llevan aguantando los dos arcos de la orilla de contraria, que son los originales de la época de los romanos.

Uno de los peores episodios del puente de piedra de Verona (y de la ciudad, y del país y de toda Europa) fue en el año 1944. En este año, el ejército nazi, abandonaba en huida la ciudad de Verona y, para no permitir la entrada ni la salida bombardean y destruyen el puente de piedra. Verona decide no quedarse sin su más vetusto habitante y, en parte por la necesidad de restaurar las comunicaciones de la ciudad y en parte por el orgullo de reconstruir lo destruido, vuelven a levantarlo usando para ello las piedras originales que rescatan del río.