Museo Egipcio de Barcelona

El empresario barcelonés Jordi Clos, muy conocido en el mundo hotelero, nunca ha escondido su pasión por las colecciones de arte y los documentos que tienen que ver con el Antiguo Egipto. Por ello, desde los años noventa del pasado siglo, ha regalado a los habitantes de la Ciudad Condal y también a todos los turistas un viaje excepcional al corazón de aquellas primitivas civilizaciones. ¿Cómo? Con un museo excepcional en el podrás ver colecciones únicas de faraones, joyas, Dioses de Egipto y muchos aspectos más. ¡Sigue leyendo para conocerlo con todo detalle!

Y es que tras la primera exposición, el empresario hizo que viese la luz la Fundación Arqueológica Clos, paso fundamental para abrir en 1994 el Museo Egipcio de Barcelona en plena Rambla de Cataluña. De este modo, Jordi Clos se convertía en pionero del arte faraónico y egipcio en España. Conforme pasaron los años, el centro logró importantes colaboraciones con instituciones nacionales e internacionales. De hecho, una de ellas es con la Universidad de Oxford. Juntos crearon la exposición ‘Tutankhamon, imágenes de un tesoro bajo el desierto egipcio’.

La gran acogida que tuvo el museo provocó que poco a poco fuesen llegando más objetos y colecciones. Esto hizo que llegase un punto en el que la primera sede del centro se quedase pequeña, lo cual provocó que en el año 2000, todas las colecciones del museo se trasladasen a la zona del Eixample, donde se encuentran en la actualidad. En total, son más de 2000 metros cuadrados en los que maravillarse con piezas exclusivas que acercan al visitante a los antiguos faraones egipcios y toda su población.

• Piedra y cerámica. Desde los primeros años que se conocen del Antiguo Egipto, la piedra y la cerámica fueron dos de los oficios más trabajados por los ciudadanos de la época. Por ello, el Museo Egipcio de Barcelona no podía dejar escapar la oportunidad de mostrar a sus visitantes los mejores ejemplos de este arte. En él se ven a la perfección las diferentes técnicas empleadas entre los años 3000 y 1000 a.C. Ejemplos de este arte son una jarra de almacenamiento, un cuenco granodiorita o un vaso para cosméticos de la Dinastía XVIII.
• Cosmética y erotismo. Otro de los elementos que no faltaba en la cultura egipcia era el cuidado del propio ser humano. En concreto, del cuerpo del ser humano. Por ello, los productos para embellecer a hombres y mujeres forman también una de las colecciones más importantes del museo. Y, en este sentido, muchos de ellos tienen también un carácter erótico que, aunque no se refleje directamente, sí que se puede deducir a través de juegos de palabras. Una cama de madera y cuero, un apoyacabezas o algunas figuras eróticas son las mejores representaciones de esta colección.
• Creencias, prácticas y dependencias funerarias. Los egipcios creían que los seres humanos vivirían eternamente, por lo que muchas de las personalidades más importantes de la sociedad de la época fueron momificadas. Este proceso hacía que la momificación fuese igual a la vida eterna, por lo que muchos de los habitantes de estas primeras civilizaciones tenían en sus casas tumbas y espacios en los que momificar a sus seres queridos. Pero para obtener la vida eterna, el alma del fallecido tenía que superar un juicio ante Osiris, Dios de la Muerte. De hecho, uno de los objetos más valiosos de la colección son los principales personajes del mito de Osiris: Isis y Osiris. 
• Capilla de culto y culto en los templos. Son dos colecciones independientes, pero que se relacionan a la perfección. En la capilla de culto se realizaban las ceremonias en las que se hacían las ofrendas a los fallecidos. A lo largo del museo podrás ver la Capilla de culto de Iny, de la Dinastía VI o una mesa de ofrendas que perteneció a Inpu. En relación con el culto al templo, este era conocido como la Casa de los Dioses, por lo que era uno de los lugares más importantes de aquellas civilizaciones. Entre otras cosas, esta colección te permitirá ver la representación del Dios Amón en relieve parietal. 
• Dioses de Egipto. La figura de los Dioses era la más venerada de Egipto. Ellos eran los creadores del cosmos, por lo que había que venerarles el máximo respeto. De hecho, tal y como reflejan muchas de las escrituras o jeroglíficos, muchos animales también eran considerados como Dioses. El Museo Egipcio de Barcelona presenta la figura de la Diosa Neit, la estatua del Dios Hapy o de la Diosa gata Bastet, para que de este modo todo el mundo pueda ver la importancia que tenían para la civilización del país.

• Tutankhamón. Historia de un descubrimiento. Al igual que en el caso anterior, podrás ver esta exposición hasta el 31 de diciembre de 2022 en la sala 2 de la primera planta del museo. En 1922, el conocimiento acerca del mundo egipcio dio un paso más con el descubrimiento de la tumba de Tutankhamon. Esta exposición te cuenta cómo fue aquel hallazgo con los métodos de trabajo que se siguieron y a través de los testimonios de sus protagonistas.

La construcción de un templo egipcio, el aprender a escribir como lo hacían los habitantes del país en esta época, convertirse en arqueólogos o conocer todos los secretos y datos más impresionantes de las momias y los sarcófagos son actividades para toda la familia con las que os lo pasaréis en grande. Por ello, este es uno de los planes más entretenidos de todos los que te podemos recomendar entre los museos de Barcelona. ¡Ven a descubrirlo! ¡No te lo puedes perder!