Pabellón de Barcelona
El Pabellón de Barcelona, Pabellón de Alemania o Pabellón Mies van der Rohe, como prefieras llamarlo, es uno de los edificios más relevantes de Montjuïc. Aunque la construcción que verás en la actualidad no se corresponde con la original, es una réplica exacta del edificio que se levantó con motivo de la Exposición Universal de 1929. Conoce toda su historia en este artículo y no te pierdas la visita a uno de los espacios más icónicos de la Ciudad Condal. ¡No te pierdas ni un solo detalle en este artículo!
La Exposición Universal que Barcelona celebró en 1929 dejó para la historia multitud de edificios y construcciones que hoy en día son todo un símbolo de la ciudad. Y aunque en este caso no te vamos a hablar del edificio original, sí que tenemos que decirte que el Pabellón de Barcelona está directamente relacionado con aquel evento. En la actualidad, son muchas las personas particulares y empresas que deciden alquilar este espacio innovador para la celebración de sus actos más exclusivos. Además, también se puede hacer un recorrido a lo largo de sus diferentes espacios para ver algunos de los monumentos y obras más valiosas de la Ciudad Condal. ¡Conoce este centro al detalle con nosotros!
Historia del Pabellón de Barcelona
Con una superficie que ocupa un total de 1050 metros cuadrados, el Pabellón de Barcelona es una de las mejores muestras de la arquitectura contemporánea dentro de la Ciudad Condal. Hay dos etapas claramente diferenciadas dentro de su historia. Y aunque ambas estén directamente relacionadas, sí que se observan pequeñas diferencias que seguro quieres conocer y que te ayudarán a comprender mejor este Bien de Interés Cultural de la localidad barcelonesa.
La Exposición Universal de Barcelona de 1929 fue acogida con un gran entusiasmo por todas las naciones que iban a participar en el evento. Alemania buscaba mostrar al público la fuerza y unión de la República de Weimar, sobre todo después de los duros años que siguieron a la Primera Guerra Mundial. El país se preparó de la mejor de las maneras para dar la bienvenida a todos los participantes en la exposición, y para ello encargó a Mies van der Rohe un edificio que acabaría pasando a la historia.
Pero regresando a 1929, la idea del gobierno alemán era la de mostrar al mundo los avances y el espíritu aperturista que el país tenía en los años posteriores al primer gran conflicto bélico del siglo XX. Para ello, Mies se fijó en una zona alejada del barullo principal, donde su edificio iba a destacar por encima del resto de elementos que ya se encontraban por aquel entonces en Montjuïc.
La obra, que tuvo como caras visibles a Mies van der Rohe y Lilly Reich, se terminó meses antes del inicio de la Exposición Universal y fue todo un acontecimiento dentro del estilo modernista. El edificio rompía con todos los patrones conocidos hasta la fecha, lo cual hizo que despertase el interés de todos los que se acercaban por allí. De hecho, esta construcción acogió la recepción oficial del rey Alfonso XIII en el inicio de la Exposición Universal.
Pese a su buena fama, las dificultades económicas que tenía el país impidieron que pudiese pagarlo por un plazo superior al evento, por lo que en 1930 fue derribado. Pasaron los años, y en la década de los cincuenta, el recuerdo de aquella construcción aún seguía en la mente de muchas personalidades catalanas. Por ello, comenzó a gestarse un proyecto para la recuperación del edificio. No sería el original, está claro, pero sí una réplica lo más exacta posible.
Tras años de debates y discusiones, la década de los ochenta del pasado siglo vería nacer de nuevo al Pabellón Alemán de Barcelona. En este caso, los encargados de ponerse a los mandos del proyecto fueron Ignasi de Solà-Morales, Cristian Cirici, Fernando Ramos y Ana Vila. Los trabajos finalizaron en 1986, procediéndose a la inauguración del nuevo espacio el dos de junio del citado año.
Desde entonces, la estructura tomó el nombre de Pabellón Mies van der Rohe, en clara referencia al que fuese el principal culpable de su construcción en los años veinte de la pasada centuria. En la actualidad, este edificio se puede visitar en su totalidad, en un rato muy agradable que te hará transportarte a un mundo repleto de arte futurista. Además, dado su tamaño, no es de extrañar que muchos de los actos más exclusivos de la Ciudad Condal se celebren en su interior.
Fundación Mies van der Rohe
A lo largo del museo de la Fundación Joan Miró se pueden ver muchas de las obras que marcaron la vida del artista y que te encontrarás allí de forma permanente. Una de las más destacadas es la ‘Ermita de Sant Joan d’Horta’. El artista la pintó en el año 1917, y en ella se pueden ver las influencias de grades artistas internacionales como Van Gogh, así como formas que recuerdan al cubismo. Los colores del paisaje, y también los de la ermita, no son los originales, sino que buscó representar el lugar por medio de tonos vivos que llamasen la atención.
Además de este, como decíamos en líneas anteriores, los detalles también fueron una de las épocas más importantes dentro de la carrera de Joan Miró. Y el ‘Retrato de una niña’ es un buen ejemplo de ello. Una pintura de 1919 que muestra el rostro de una joven sin olvidar ningún tipo de detalle. Otras de las pinturas que puedes ver allí son las mundialmente conocidas de ‘El oro del azur’, donde las formas son protagonistas, y también ‘La estrella matinal, que pintó durante su estancia en Normandía.
Además, de las pinturas, Joan Miró también fue mundialmente conocido por las esculturas que levantó a lo largo de varias ciudades. Una de las más conocidas se encuentra en el exterior de la Fundación. Se trata de ‘La caricia de un pájaro’, en el que se vale de elementos tridimensionales para completarla. En este sentido, también destaca la ‘Pareja de enamorados de los juegos de flores de almendro’.
Qué ver en el Pabellón de Barcelona
La originalidad y espectacularidad eran dos de los patrones principales de las obras de Mies van der Rohe. De hecho, a lo largo de la réplica del Pabellón de Barcelona vas a encontrarte con diversos materiales de la época modernista que seguro te van a sorprender. El cristal, el mármol, el acero y la piedra son protagonistas para conseguir el calco de lo que era el edificio de la Exposición Universal de 1929. El Movimiento Modernista se expresa a la perfección a lo largo de todo el espacio, en el que hay dos puntos que no te puedes perder. ¡Sigue leyendo para conocerlos!
La silla de Barcelona
Puede que esta sea una de las sillas más famosas de la historia. Y no tiene nada en especial que no contengan las sillas de Barcelona que hoy en día aún se comercializan. Lo que sí hay que decir es que el diseño original es de Lilly Reich y Mies van der Rohe. Ambos se inspiraron en las últimas vanguardias de la época para acabar creando un mobiliario en el que, por cierto, se sentaron los reyes durante la visita oficial al Pabellón de Barcelona en el marco de la Exposición Universal de 1929.
Para la elaboración de la silla de Barcelona se utilizó el acero inoxidable para la estructura, mientras que la base sobre la que se sentaban las personas estaba hecha de piel. Tal fue la admiración y buena acogida de este diseño, que a partir de la década de los cincuenta del pasado se siglo se comercializaron en masa, tras la venta de Mies de la licencia a la empresa Knoll. En la actualidad, la silla original la puedes ver en el pabellón, justo al lado de la ventana tras la que se encuentra la escultura de Georg Kolbe, de la que te hablamos en el próximo punto.
Alba de Georg Kolbe
Es la otra gran obra maestra del Pabellón de Barcelona. Se trata de una escultura de bronce que el artista contemporáneo Georg Kolbe regaló a Mies van der Rohe. Como tal, esta obra se expone en la actualidad en el exterior del pabellón, justo en medio de una especie de estanque. Todo aquel que la ve se queda impresionado con la gran calidad en los detalles. El reflejo del agua en el mármol y los cristales crea un juego de luces conquistador que se amolda a la perfección con la estructura del edificio.
Como puedes ver, este es otro de los lugares de Barcelona que tienen que estar en el itinerario de tu viaje a la Ciudad Condal. Pasa un rato agradable en el interior de esta estructura moderna e histórica y entérate por qué Mies van der Rohe es uno de los mayores exponentes de este estilo en el siglo XX. ¡Seguro que te lo pasarás genial!
Ubicación del Pabellón de Barcelona
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Pabellón de Barcelona
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Av. Francesc Ferrer i Guàrdia, 7
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Detalles
- De marzo a octubre: Lunes a domingo de 10:00 a 20:00
- De noviembre a febrero: Lunes a domingo de 10:00 a 18:00
- General: 8€
- Estudiantes, parados y miembros de familia numerosa: 4€
- Menores de 16 años, Pase Metropolitano de Acompañante de un Discapacitado y primeros domingos del mes: Gratis
Horario
Precio
Lugares cercanos
Cómo llegar al Pabellón de Barcelona
- Parada 'Plaça Espanya'
- Paradas 'Pl de Carles Buïgas'; 'Av Ferrer i Guàrdia - Mèxic'; 'MNAC'