Lanjarón

No podemos visitar la Alpujarra y no detenernos en Lanjarón, situado en la falda sudeste del Parque Natural de Sierra Nevada, del que forma parte

Sus primeros pobladores datan de la primera mitad del siglo XIII, cuando un grupo de colonizadores bereberes deciden asentarse en estas tierras y darle nombre. Se dice que el termino Lanjarón proviene del árabe “Al – Lancharon” que quiere decir “lugar de manantiales”, un nombre que sin duda es el más adecuado para este pueblo.

Al igual que ocurrió en los demás pueblos de la Alpujarra, sus momentos más cruentos se vivieron durante la rebelión de las Alpujarras, protagonizada por los moriscos, que no eran otros que aquellos musulmanes que habían sido obligados a convertirse al cristianismo durante la reconquista como condición para poder seguir habitando las tierras y ejerciendo sus labores comerciales.

Lanjarón constituye la Puerta Occidental a toda la Alpujarra, fue conquistada por el Fernando el Católico en 1490 y la leyenda cuenta que, ante la derrota inminente, el capitán musulmán encargado de la defensa, se arrojo desde una torre de su castillo antes de entregarse a los cristianos.

 La rebelión de las Alpujarras también fue muy importante en este pueblo al que llegaron los moriscos el 26 de diciembre de 1568 y encontraron a los cristianos traídos de Castilla para repoblar el reino escondidos en la iglesia, terriblemente asustados. Los rebeldes cercaron y quemaron la iglesia, falleciendo los allí escondidos.  La rebelión continuó hasta que Felipe II envía sus tropas para poner fin a todo.

Balneario de Lanjarón

La historia del Balneario y de las propiedades de sus aguas se remontan a 1774, cuando cuenta la leyenda que un enfermo al que ya ninguna esperanza le daban bebió de sus aguas y milagrosamente sanó.  Desde entonces, la popularidad de estas aguas no ha hecho más que crecer y crecer, pero no será hasta el siglo XIX cuando sus manantiales se explotarán para su uso terapéutico.  Su fama es tal que en el 1878 recibe la medalla de plata en la Exposición Universal de París y también el a Exposición Universal de Barcelona celebrado en el año 1888.

A beneficiarse de las propiedades de sus aguas acudieron personajes tan ilustres como Virginia Wolf, Bertrand Russel o Federico García Lorca.  El edificio de estilo mudéjar del Balneario se construyó en el año 1928, y hoy funciona como hotel spa.

Castillo de Lanjarón

Este castillo, también conocido como Castillo de los oros es una pequeña fortaleza medieval que se erige sobre el río Lanjarón, justo al lado del barranco Salado. Se cree que su construcción se remonta a los siglos XIII o XIV durante los reinaos de Yusuf I o su hijo Mohammad V. Su estructura es muy similar a la de otros castillos del mismo periodo y se caracterizan por ser de planta irregular, pensados para adaptarse a la roca sobre la que se asienta.

Los restos que podemos observar hoy en día no tienen nada que ver con el Castillo original, estos datan del Sigo XVI y representan una estructura mucho más pequeña que la originalmente diseñada. 

Merece especialmente la pena subir hasta el mirador del castillo árabe, situado muy cerca de los restos del castillo y desde donde podremos tener unas vistas impresionantes de todo el castillo ¡No os lo podéis perder!

La Plaza de la Constitución

Merece la pena visitar esta plaza y observar la vida de Lanjarón, es el centro neurálgico del pueblo dónde se celebran todas las fiestas y donde se ubica la famosa Fuente Viva, obra de Ramiro Megías, inaugurada en el año 2013. En palabras del autor es una gran metáfora en la que la naturaleza queda representada en la gran roca, y la estructura de hormigón representa una montaña-cueva de la que el agua brota por todas partes y las esculturas representan la vida en todas sus etapas, desde la vitalidad y el futuro de unos niños que juegan con el agua hasta la serenidad de la pareja de ancianos que se cogen de la mano sentados al borde de la fuente.

Barrio del Hondillo

Aquí es donde podremos sin duda apreciar la tradición de Lanjarón y la Alpujarra pues es en este barrio y en su calle principal, Calle del Hondillo donde encontraremos las casas típicas de la Alpujarra con sus portales y los característicos Tinaos, que no son otra cosa que construcciones en las que por medio de una viga o varias se crean espacios cubiertos del estilo de los cobertizos o los soportales y que pueden ser de ámbito público o semiprivado.

Destacan las numerosas macetas y flores que decoran las casas blancas y donde parece que el tiempo se ha detenido en uno mucho más tranquilo. Es un placer pasear por sus calles estrechas y empinadas en silencio simplemente disfrutando de las casas, las decoraciones florales y sacando muchas fotos.

Las 23 Fuentes de Lanjarón

Sin duda uno de sus mayores encantos, y es que se distribuyen a lo largo del pueblo 23 fuentes de donde brota esa agua tan maravillosa de Lanjarón, pero no os recomendamos buscarlas y verlas todas por eso, sino porque cada una de ellas está decorada de manera diferente y en todas puede leerse o buen una pequeña inscripción o un Poema en su mayoría del magnífico Federico García Lorca.

Los 3 Cañones de Lanjarón

Los habitantes de Lanjarón son conocidos dentro de la comarca de la Alpujarra como “cañoneros” y es que la relación de esta población con la Armada es muy estrecha razón por la que les han regalado 3 cañones. El primero de ellos se encuentra a la puerta del Ayuntamiento en la Plaza de la Constitución, el segundo en la entrada del pueblo por la Alpujarra y el último no es un cañón, sino una cañona y se puede ver en la otra entrada del pueblo.

Visitar las Ermitas de Lanjarón

En Lanjarón podemos visitar 4 Ermitas.

• La Ermita de San Roque en la calle principal data del siglo XVI o principios del XVII. San Roque es junto a San Vicente Ferrer uno de los patrones de Lanjarón. Esta Ermita tiene planta rectangular y está cubierta por un tejado a dos aguas. Destaca especialmente la portada con el vano en medio punto, y la moldura que lo recerca.  En su interior se conservan imágenes que se sacan durante los pasos de Semana Santa.

•  La Ermita de la Virgen del Pilar se encuentra justo en el límite del término municipal de Lanjarón y no se conoce cuándo fue construida, se cree que se construyó a la entrada del pueblo para que hiciese las veces de protectora.

• La Ermita de San Isidro se encuentra ya a las afueras del pueblo, en dirección a Granda. Poco después de pasar la Cañona encontramos a la derecha un carril de unos 50 metros que nos conduce a la escalinata de la ermita.  De esta se sabe que fue construida en el siglo XX, y fue mantenida por la Hermandad de Labradores, puro reflejo de la importancia que por aquél entonces tenía la religión. Aquí se celebra la romería del 15 de mayo. En su interior se aprecia que es una ermita mucho más actual que las anteriores, ya tiene bancos dispuestos frente al altar mayor y sacristía. Cuenta con una talla de San Roque.

• La Ermita de San Sebastián se encuentra a las afueras de Lanjarón junto a la gasolinera, y se cree que data de finales del siglo XVI o XVII y se construyó bajo la protección de San Sebastián, patrón del pueblo, y es que en Lanjarón al igual que ocurrió en otros muchos pueblos de la Alpujarra con la liberación por parte de los Reyes Católicos, en agradecimiento erigían ermitas advocadas a este Santo por quien los Reyes Católicas sentían mucha devoción.

Las Hornacinas

Las hornacinas son unos huecos coronados por un arco semicircular abiertos en la superficie de un muro o una pared para colocar en su interior una imagen religiosa, una urna o una estatua. En el caso de Lanjarón todas las hornacinas tienen en su interior figuras de carácter religioso.

Las Hornacinas son un elemento especialmente llamativo en Lanjarón por su abundancia, es que encontramos 41 hornacinas todas ellas diferentes repartidas a lo largo de todo el pueblo, dando lugar a lo que se conoce como “La ruta de las hornacinas”