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Gijón

Cerro de Santa Catalina y Elogio del Horizonte

El Cerro de Santa Catalina es una preciosa península de 70.000 m² situada al borde del Mar Cantábrico, en la ciudad de Gijón. Tiene a un lado la playa de San Lorenzo y al otro el Puerto Deportivo.

El Cerro de Santa Catalina es uno de los lugares más populares y significativos de la ciudad, sobre todo, por su ubicación y excepcionales vistas, vistas que convierten a este lugar en una visita imprescindible de Gijón.

Cerro de Santa Catalina en Gijón

Historia del Cerro de Santa Catalina

Fue en el Cerro de Santa Catalina allá por el siglo I donde surge Gigia, germen del actual Gijón. Al subir la marea el cerro quedaba aislado. La marea y una muralla que rodeaba Cimadevilla, construida en el siglo III, daban a este emplazamiento una protección natural. Lo que hizo que el cerro se convirtiera en una plaza fuerte que además contaba con un embarcadero en las proximidades.

Con estas características no es de extrañar que la puebla medieval de Gijón se fundara en torno al Cerro de Santa Catalina. La villa se expande definitivamente cuando los Reyes Católicos autorizan la construcción del puerto, transformando el barrio en lugar de residencia de marineros. El Cerro de Santa Catalina es también una atalaya desde donde se domina toda la bahía, punto estratégico para su uso militar.  Si queréis todo sobre este lugar, os animamos a reservar sitio en el Free Tour por Gijón, conoceréis lo más importante ¡y lo haréis “in situ!

El Cerro de Santa Catalina en la actualidad

A partir de los años ochenta, el Cerro es recuperado junto con el Barrio de Cimadevilla. En las últimas décadas, las viviendas de la zona han sido rehabilitadas en su mayor parte, tras haberse transformado el puerto viejo en puerto deportivo. Se peatonalizaron las calles y las plazas, volviéndose así una de las zonas más concurridas de la ciudad, con varios centros culturales. Es un placer perderse por sus calles, en las que hay un buen número de negocios y es mayor aún, el placer de detenerse en alguno de sus bares y sidrerías para disfrutar de una botella de sidra, y del carácter amable y abierto de sus gentes.

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Elogio Del Horizonte en Gijón

La cima del Cerro es un espléndido mirador, donde se viene a pasear, jugar y disfrutar de sus espléndidas vistas. Poco podía imaginar Jovellanos, que su deseo de un gran espacio verde en Gijón, iba a terminar por convertirse en un verdadero museo al aire libre.  Entre todo lo que se puede ver en el Cerro de Santa Catalina destaca sobre manera el Elogio del Horizonte, la obra de Eduardo Chillida, que es ya una de las imágenes más conocidas y representativas de Gijón. 

Esta inmensa escultura, obra de Eduardo Chillida, toda ella de hormigón y con un peso de 500 toneladas y 10 metros de altura, se levanta sobre dos pilares que sostienen una elipse casi cerrada. Se asemeja a dos brazos que simbolizan la unión entre la tierra y el cielo. De alguna manera señala el límite entre la tierra y el cielo. Chillida no tenía una ubicación definitiva para esta gigante escultura, se encontraba buscando el lugar idóneo por la costa atlántica cuando el arquitecto Paco Pol, que era el encargado de realizar la remodelación del Cerro de Santa Catalina, le sugirió Gijón y más concretamente el Cerro de Santa Catalina como emplazamiento. El escultor viajó desde San Sebastián a Gijón y sin dudarlo aceptó el encargo y el lugar. 

Eduardo Chillida realizó varias maquetas en acero y madera de pequeño tamaño hasta llegar a la forma definitiva del Elogio, erigido en 1990. El diseño arrancó con una maqueta de poliestireno a tamaño natural, y en torno a ella se levantó una estructura en madera de pino. Esta fue la estructura que se trasladó al Cerro de Santa Catalina. Una vez levantada se le colocó una armadura metálica que soporta el peso de 500 toneladas de hormigón que forman la escultura. 

Esta imponente escultura ha cumplido, el pasado 9 de junio del 2020,  nada más ni nada menos 30 años, como símbolo indiscutible de Gijón, el Váter de King Kong, como popularmente se le conoce, es algo único y de lo que los Gijoneses están muy orgullosos y es que ver el mar desde el interior del elogio es algo que todos debéis hacer, además de escuchar al Elogio. Sí, esta obra no solo se ve y se fotografía, ¡también se escucha! Hay que colocarse de pie en el centro de la escultura y mirar al Cantábrico. Desde aquí se escucha el ruido de las olas rompiendo contra las rocas. Eso sí, aunque parezca la más evidente, el sonido no proviene del mar, sino de la zona superior derecha de la escultura... fenómenos curiosos.

El Fuerte Viejo y la Batería

El estado actual del Fuerte Viejo y la Batería es el resultado de un proyecto inacabado de 1902. Su objetivo era la defensa de la bahía gijonesa. Contaba con un diseño original previsto para 234 hombres, pero la tardanza en la construcción, hizo que tanto el artillado como la ubicación de la batería quedasen desfasados. Salvo por un breve periodo de tiempo durante la guerra civil, los dos cañones de la batería orientados al mar permanecieron desartillados. En 1982 el Fuerte perdió su carácter militar y  fue cedido  a la ciudad. En lo alto del cerro también veréis muros, túneles y búnkeres construidos en el siglo XX.

Escultura Nordeste en Gijón

Subiendo al Cerro de Santa Catalina se encuentra desde 1994 la escultura Nordeste, obra de Joaquín Vaquero Turcios. Con sus 4 metros de alto y cinco de ancho, recibe el nombre del viento benefactor que en verano empuja las nubes y despeja el cielo de Gijón para que las gentes puedan disfrutar de días soleados.  Está realizada en acero cortén, que es una aleación especifica de acero que hace que este se oxide y tome ese color rojizo tan característico.

Ubicación del Cerro de Santa Catalina en Gijón

Cómo llegar al Cerro de Santa Catalina

    A pie

    La subida al Cerro se puede hacer desde la playa de San Lorenzo y desde el Puerto Deportivo de Gijón.  Se trata de una caminata cómoda que no supera los 15 minutos hasta el Elogio del Horizonte. Es un sendero de fácil acceso, nada largo y con una suave pendiente.

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