Qué ver y qué hacer en Asturias

En el pueblo de Pimiango se encuentra la Cueva del Pindal, una galería con más de 10.000 años de antigüedad que cuenta con representaciones de arte rupestre como cérvidos, caballos, bisontes y una leyenda de amor entre un pez y un mamut.

Para visitarla, solo tienes que dirigirte a la Ermita de San Emeterio. Las Cuevas del Pindal tienen una única y espectacular entrada que se abre frente a los acantilados de la costa oriental asturiana, por lo que supone un dos por uno que combina historia y naturaleza.

Puede que estas sean las grandes olvidadas del patrimonio ovetense, o que quizás no sean tan famosas como otros monumentos del Monte Naranco, pero hacer una visita a los neveros de esta colina ovetense es uno de los planes más originales para vivir unas horas diferentes en la capital asturiana.

Son pozos de piedra en los que se acumulaba la nieve para, una vez transformada en hielo, distribuirse a las farmacias, hospitales y cafeterías de Oviedo. La mayor alcanza cinco metros de profundidad y seis de diámetro.

Si no quieres perdértelo, tan solo tienes que acercarte a la falda norte del Pico La Vara, en el Monte Naranco.

La playa del Cobijeru ha sido declarada Monumento Natural. El mar Cantábrico se cuela por su acantilado, dando forma a este arenal interior de arena blanca con una profundidad inferior a un metro.

Sin embargo, el espectáculo no termina aquí: en la montaña situada sobre la playa encontrarás un pequeño hueco, que da acceso a la Cueva de Cobijeru. Se trata de una galería de unos 230 metros, que comienza en tierra, pero termina a nivel del mar, ofreciendo unas vistas maravillosas y una experiencia que no olvidarás jamás.

Una vez allí, no te pierdas el Puente Caballo, un arco de roca formado por la erosión del acantilado.

Si buscas estirar las piernas en medio de la naturaleza, pero no quieres una ruta demasiado complicada, elige la de la Cascada de Xurbeo, fácil, rápida de completar y con un paisaje envidiable.

En total, son 1,1 kilómetros de distancia desde Murias hasta la Cascada de Xurbeo. Podrás dejar tu coche en el parking gratuito que hay en el lado izquierdo del inicio del camino y disfrutar de una hora en plena sintonía con la naturaleza.

Ya que hemos empezado con las rutas en Asturias, que hay cientos, te presentamos otra. Se trata de la que transcurre por el Hayedo de Montegrande y la Cascada del Xiblu. A diferencia del caso anterior, aquí la exigencia aumenta.

Son un total de 10,2 kilómetros que discurren por la naturaleza, mientras vas viendo antiguas minas de carbón en un bosque frondoso que parece sacado de un libro de fantasía. El premio final a tu esfuerzo es la Cascada del Xiblu, un espacio de tres cascadas de 100 metros que van a dejarte sin palabras. En los meses de deshielo, verlas es todo un espectáculo.

La playa de San Martín se encuentra en el concejo de Llanes y es uno de los pocos arenales vírgenes de la costa Cantábrica, además de un lugar perfecto para los surfistas.

Hay una ruta muy bien indicada que te lleva al arenal. Antes de ir, eso sí, asegúrate de que haya bajamar, ya que si la marea está baja, la playa se une con la de Portiellu, que es preciosa, y la vista es un espectáculo para los sentidos.

Si eres de los que madrugan para ver amanecer o los que quieren quedarse mirando al horizonte a la caída del sol, el Cabo Vidio es el lugar perfecto para ello. Este espacio natural se ha convertido en uno de los mayores atractivos de la costa asturiana, a pocos pasos del pueblo de Oviñana, en el concejo de Cudillero.

Sus acantilados se elevan más de 80 metros sobre el nivel del mar y sus rocas muestran cómo se ha producido la erosión por las olas del Cantábrico. En muchos puntos, de hecho, se han formado pequeñas cuevas muy bonitas que podrás ver al asomarte al Cantábrico.

El primer puerto de cabotaje en Asturias y el lugar de refugio de un exiliado Jovellanos son dos características de las que presume este pueblo marinero del concejo de Navia, que logró frenar los ataques piratas del medievo.

Explora a fondo esta villa y deslúmbrate con su magia mientras recorres el paseo de Baluarte, subes al Mirador de la Riva o admiras las vistas desde la Capilla de la Atalaya. Para culminar la visita, te recomendamos empaparte de su cultura a través del Museo Etnográfico Juan Pérez Villamil.

En el municipio de Gozón se encuentra la playa de Llumeres, donde en el pasado se encontraban las antiguas minas de hierro, convirtiéndolo en la mayor explotación de Asturias. De ahí surge el fascinante color rojizo de la arena. Tras siglos de inactividad, la Compañía Minera de Gozón continuó con la explotación y luego lo hizo Duro-Felguera.

Poco a poco iba creciendo el volumen de mineral, y con ello, la necesidad de que barcos más grandes pudieran atracar, motivo por el que se levanta el puerto, que todavía hoy podemos visitar. Hoy, visitar este yacimiento y conocer su historia es algo clave en la región.

En Villaviciosa se encuentra una de las bodegas más emblemática de Asturias: Sidra El Gaitero, "famosa en el mundo entero". Esta marca ofrece a los visitantes una experiencia inmersiva en el mundo de la sidra, pudiendo recorrer su colección permanente El Gaitero y las bodegas, además de probar el inconfundible sabor de esta sidra achampanada.

Además de conocer este llagar de sidra famoso a nivel internacional, su entorno bien merece que le dediques unas horas, con puntos como la localidad de Villaviciosa o el pueblo marinero de Tazones completando el día.

Buendía Originals te lleva a conocer todos estos lugares con la excursión a la bodega de sidra El Gaitero en Villaviciosa, Tazones y la Universidad Laboral desde Oviedo o desde Gijón. ¡Descúbrela!