Si le pidiéramos a un ciudadano de Amberes que nos destacara las cinco cosas más representativas de su ciudad, seguramente nos mencionaría el río Escalda, los diamantes, la moda, Rubens y la "Bolleke".
“Bolleke” es el apelativo popular por el que se conoce la cerveza más típica de Amberes, la cerveza De Koninck.
De Koninck y su fábrica de cerveza son dos instituciones de la ciudad del Escalda, ligadas íntimamente a la historia y la vida de Amberes. De hecho, la brasserie De Koninck es la única fábrica de cerveza que existe en la actualidad en la ciudad.
Los orígenes de la fábrica De Koninck se remontan hasta 1827, cuando Joseph Henricus De Koninck compra el albergue situado en el territorio limítrofe entre Amberes y Berchem, conocido como “De Plaisante Hof”. El albergue estaba situado junto a un mojón de piedra con una mano labrada en él. La mano, símbolo de la ciudad de Amberes, era una indicación para transeúntes y comerciantes de que estaban entrando en tierras de la ciudad de Amberes.
A la muerte de Joseph Henricus De Koninck, su viuda volverá a contraer matrimonio con Johannes Vervliet, quien decidirá transformar el albergue en una fábrica de cerveza que llevará el nombre de Brouwerij De Hand, en relación a la indicación labrada en piedra que marcaba la entrada a la ciudad. De esta forma, el símbolo de la mano, además de ser el símbolo de Amberes, pasará también a formar parte de la iconografía de la brasserie y, por lo tanto, de su cerveza.
En 1845, el hijastro de Johannes Vervliet, Carolus De Koninck, empezará a dirigir la fábrica. Nombre que, años después, en 1912, pasará a adoptar la fábrica, rebautizándose como Brouwerij Carolus De Koninck.
A partir de 1918, con nuevos apellidos a la cabeza del negocio, el dúo Van Bauwel-Van den Bogaert, la brasserie comenzará una espectacular expansión, alcanzando gran popularidad, no sólo en Amberes, sino en todo Bélgica y a nivel internacional.
La cerveza De Koninck es el producto estrella de la brasserie. Se caracteriza por un sabor malteado, apreciado por cualquier amante de la cerveza. Esta cerveza de color ámbar y de alta fermentación (de 25º a 27º), suave y con bajo nivel de alcohol, se sigue fabricando de manera tradicional, usando agua, levadura, malta y lúpulo. Su ligero toque amargo se debe a la utilización de un lúpulo Saaz bio checo, a la cebada natural y a la ausencia de maíz y otros azúcares de malta.
Con un contenido del 5,2% de alcohol, la manera de servir una De Koninck es también una parte imprescindible del proceso que le da cuerpo. Debe de hacerse a una temperatura entre los 4 y los 6 grados, con una cabeza espumosa y, por supuesto, en su distintivo vaso esférico, “bolleke”.
Es por este motivo, por la forma redondeada de su vaso, por lo que se le ha dado el apelativo de “bolleke”, ya que esta palabra en neerlandés significa “bolita”.
Aunque la De Koninck o Bolleke es su cerveza emblemática, la brasserie ha extendido su producción a otras cervezas como la De Koninck Triple d’Anvers. Tanto en el nombre de esta cerveza, como en el logotipo de la fábrica y de su famosa “Bolleke” , con el castillo Het Steen y la mano, se deduce el vínculo tan estrecho de este negocio con la ciudad de Amberes.
Ubicación de la fábrica De Koninck
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Mechelsesteenweg 291,
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2018 Amberes
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