Museo Evaristo Valle

Nacido en Gijón en 1873, durante su adolescencia trabajó en la refinería del petróleo y en talleres litográficos de Gijón y París, donde vivió unos años y publicó sus primeras caricaturas y dibujos en revistas. Gracias a Daniel Urrabieta empezó a adentrarse en el estilo postimpresionista y simbolista, interesándose por otros artistas como Toulouse-Lautrec y Gauguin.

Tras unos años de enfermedad, en 1915, se dedicó sobre todo a la pintura costumbrista rural y urbana, y consiguió cierto reconocimiento tanto en España como fuera del país. En conjunto, su obra fue dedicada mayormente a representar temas asturianos y paisajes de Asturias, además de sus conocidas Carnavaladas y escenas populares caribeñas coloridas.

Sus caricaturas y dibujos se publicaron en medios internacionales, nacionales y locales como Le Rire, El Independiente, La Esfera y el periódico de Gijón, El Comercio.

El principal atractivo del museo, es la increíble exposición permanente donde podemos ver parte de las más de 200 obras que se conservan de Evaristo Valle, los Fondos del Museo. Esta exposición se organiza en torno a seis salas en las que seremos testigos según vayamos avanzando de la evolución del artista, muy vinculada a la propia evolución personal de Evaristo, las obras están organizadas de forma cronológica, temática y técnica, permitiéndonos contemplar su profundo, variado y rico legado tanto dibujístico como pictórico. 

Partiendo de sus primeras obras en París, donde perfecciona su técnica, destacando de este periodo su obra "La Orgía", pasando por el fallecimiento de su madre que le provoca una profunda crisis existencial que desencadena en un encierro en su Gijón Natal, iniciando una época mucho más melancólica en la que destacan “La nieta enferma” y “El filósofo”, “La abuela del pintor” y “La madre del pintor”. 

A partir de 1917, tras su vuelta definitiva a Gijón y después de haber superado su crisis, pinta obras tan importantes como: “El palco de la vieja dama”, “El palco familiar”, “Baile de carnaval”, “El potrillo en el corral” y “Elegantes de Gijón”. Cuadros que introducirían en su obra el elemento gijonés y, por extensión, asturiano. También abundan, en la obra de Evaristo Valle, las “Carnavaladas” un tema muy habitual en su pintura y que realizó hasta su muerte; al igual que los temas rurales “En la calleja” y “En la fuente”. 

La colección contiene una gran selección de su importante e innovadora obra final. En ella, Evaristo Valle se centra más en el retrato casi psicológico, con personajes variopintos como “El futbolista”, “El poeta”, “Los ajedrecistas”, “Pescadores”, etc. o mujeres nostálgicas como “La mujer de azul” o “La dama de verde”, y cerrando toda su producción la última obra que quedó en su caballete cuando le sorprendió la muerte “Bernard Shaw”.

Además de la muestra de los cuadros del pintor, el museo cuenta con una gran colección de dibujos y litografías, conjuntamente con un buen número de documentos personales y manuscritos pertenecientes a su obra literaria, tanto de teatro como de novela. Igualmente, se pueden contemplar numerosos objetos personales y colecciones del pintor que quedaron en su estudio a su muerte. Destacando entre ellas la magnífica colección de conchas iniciada por su padre en el año 1850 en los mares de China y el Caribe, continuada y ampliada por el propio pintor, y que consta de más de 2.500 ejemplares y 700 especies diferentes.

Todos estos objetos expuestos en el museo junto con su obra ayudan a comprender y enriquecer la visión de una figura tan singular y compleja como fue Evaristo Valle. El museo cuenta además con exposiciones temporales, actividades educativas y musicales y un fondo de obras de destacados artistas asturianos contemporáneos.