Después de décadas fuera del foco de atención, Portugal es hoy uno de los destinos más populares de Europa, con ciudades cosmopolitas, pueblos pintorescos, regiones vinícolas, bosques vírgenes y, sin olvidarnos, de los casi 2.000 kilómetros de costa que recorre playas de arena, cuevas, calas y acantilados.
Suma a todo estos muchos siglos de historia, arte innovador, una escena gastronómica incomparable, música tradicional, lugareños amables… ¡Portugal es uno de los destinos que deben estar en tu lista de viajes!
Elegantes y empapados de opulencia, los edificios de Lisboa y Oporto, especialmente sus respectivos cascos antiguos, reflejan sin duda la riqueza de la época imperial de Portugal. Siendo la capital y la segunda ciudad más grande del país, son los dos destinos turísticos por excelencia y los más conocidos para el público en general. El Algarve, en el sur, también es un lugar muy concurrido en los meses de verano, con su larga franja de pueblos y playas desde Lagos hasta Faro.
Por eso, vamos a alejarnos un poco de ellos y descubrir nuevos rincones de Portugal que, no tenemos dudas, te harán entender porqué es uno de los países más visitados de Europa.
Coimbra
Elevándose dramáticamente desde el río Mondego, Coimbra es una ciudad animada y llena de historia. Fue la capital medieval de Portugal durante más de un siglo y tiene la universidad más antigua y prestigiosa del país. Situada en el corazón del país, atrae a muchos visitantes por ser el hogar de numerosas ruinas romanas y medievales, sumándole el pedigrí histórico.
Su centro histórico empinado data de la época de los moros y puede presumir de tener cierto encanto, con callejuelas empedradas oscuras y una catedral monumental. En las noches de verano, los viejos muros de piedra de la ciudad se mezclan con las notas de la tradicional guitarra portuguesa y las voces de los cantantes de fado.
¿Qué ver en Coimbra? Entre las atracciones turísticas más visitadas se encuentra su Universidad, fundada en 1537 en un complejo palaciego, de ahí su elegante campanario de color marfil, su patio y el pórtico Via Latina restaurado y revestido de esculturas. Sin embargo, lo que más llama la atención es su lujosa biblioteca barroca, la Biblioteca Joanina, con techos con frescos, tomos de cuero y diferentes florituras doradas que inspiraron a muchos diseñadores. Esta biblioteca ha sido catalogada en varias ocasiones como una de las más bonitas del mundo.
Los aficionados de la arquitectura deben buscar el estilo morisco, renacentista, románico y barroco en la Catedral Sé Velha, una construcción con forma de fortaleza en el centro de la ciudad. Descubre la Porta Especiosa, el altar gótico y el interior del edificio, decorado con motivos florales y naturales románicos, y su patio central. Y, después, puedes disfrutar de un café en la antigua iglesia de São João, en el Café Santa Cruz, mientras estás sentado en una silla de madera de estilo medieval bajo arcos de piedra e intrincadas vidrieras.
La Praça da República es el centro de la vida de Coimbra, donde se cruzan estudiantes, locales y visitantes. Además, también puedes acercarte al Monasterio de Santa Cruz y a los diferentes conventos de distintas épocas que hay en la ciudad; o visitar el Museu de Machado de Castro, la Prisão Academica y el Brain Maze. Y si buscas algo curioso que visitar, hay un parque de atracciones en miniatura para los más pequeños, el Portugal dos Pequenitos.
Madeira
Colores exóticos, tesoros geológicos, un clima cálido durante todo el año gracias al sol del Atlántico, Madeira es considerada la isla con más encanto de Portugal y es un sitio que cumple todas sus promesas de vacaciones subtropicales. Isla de la eterna primavera, Perla del Atlántico… apodos merecidos para esta pequeña isla volcánica.
Lejos de solo vinos de clase mundial, Madeira, con su costa salpicada de acantilados y su interior montañoso, ofrece muchas cosas emocionantes para ver y hacer. Desde escalar el pico más alto de la isla y explorar el paisaje accidentado hasta maravillarse con la arquitectura histórica.
¿Qué ver en Madeira? En Ponta do Garajau, una imponente estatua de Cristo Rey mira hacia el Océano Atlántico. Si bien puede parecerse al monumento más famoso de Brasil, esta fue construida cuatro años antes en estilo Art Deco por dos artistas franceses. Si quieres unas vistas impresionantes de Madeira y tienes espíritu aventurero, escala el Pico Ruivo, el más alto de la isla, al que solo se puede llegar a su cumbre a pie por dos rutas de diferente dificultad. Y de pico a pico, esta vez para ver el amanecer, el Pico do Arieiro y su Mirador Juncal.
Praia Formosa, a menos de 10 minutos del centro de Funchal, es una playa familiar formada por tres playas pequeñas de arena y una gran playa de guijarros separadas por formaciones rocosas. También puedes descubrir Ponta de São Lourenço, el punto más oriental de Madeira y una Reserva Natural protegida por ser uno de los lugares más vírgenes de la isla. Como la isla es un paraíso tropical en Europa, podrás conocer las famosas levadas de Madeira, darte un baño en el Lagoa do Vento y admirar los pavos reales y plantas exóticas del Monte Palace Madeira.
Óbidos
¿Has estado alguna vez en una ciudad completamente abrazada por enormes muros de un castillo? Óbidos es un destino mágico y a la vez pintoresco, con una belleza que radica en sus características casas blancas cubiertas de flores y muchas tiendas de souvenirs que no parecen desesperadas por el comercio turístico. La Porta da Vila, la puerta principal de la ciudad, conduce directamente a la Rua Direita, rodeada de chocolaterías y licorerías de guindas, pero la alegría de Óbidos puede palparse en cada uno de sus rincones.
Ofreciendo todo lo que un turista puede desear: un castillo medieval, calles empedradas con ambiente y plazas con vegetación, Óbidos está a poco más de 80 km de Lisboa, por lo que es una excelente opción para conocer en un día. Descubre la gastronomía local probando sus quesos y embutidos tradicionales y no te pierdas el sabor de Ginja de Óbidos, un licor de cereza que a veces se sirve en pequeñas tazas de chocolate.
Una vez dada como regalo de bodas de los reyes portugueses a sus reinas, la ciudad ha desarrollado una reputación como uno de los destinos más románticos de Portugal. ¿Qué ver y qué hacer en Óbidos? ¡Te lo contamos!
En la plaza principal encontrarás la Iglesia de Santa María, del siglo XVI, y el Museo Municipal. La Rua Direita termina en un castillo medieval muy bien conservado, una de las Siete Maravillas de Portugal. Los moros erigieron fortificaciones en este sitio romano en la cima de la colina en el siglo VIII, pero la mayoría de lo que vemos hoy se construyó varios siglos después.
Las aguas tranquilas de la Lagoa de Óbidos es un lugar perfecto para practicar surf, kayak o SUP, un deporte acuático inventado en Hawái a mediados del siglo XX. A 15 km de la ciudad y desembocando en el Atlántico, la laguna está rodeada de escuelas para practicar diferentes deportes acuáticos, y está cerca de las playas de Foz do Arelho y Bom Sucesso.
El jardín oriental más grande de Europa, el Balcalhôa Buda Edén, está a 15 minutos en coche al sur de Óbidos, en Quinta dos Loridos. Hay estatuas gigantes de buda, peces koi, dragones tallados y 600 soldados de terracota pintados a mano. También jardines con piezas contemporáneas y africanas bajo la sombra de palmeras. Una visita diferente pero que no debe pasarse por alto.
Valle del Duero
El resto del mundo está empezando a descubrir lo que los portugueses han conocido desde siempre: la región del Duero, uno de los rincones más especiales del país. Una de las regiones vitivinícolas más antiguas del mundo, el valle del Duero cuenta con viñedos en terrazas empinadas talladas en montañas, acantilados de granito, quintas encaladas y bodegas de vino del siglo XVIII. Todo esto, cada vez más, está atrayendo a visitantes de todo el mundo. Vengas por los puertos y los vinos, por sus caminos con vistas panorámicas, sus preciosos pueblos que parecen sacados de postales o por los restaurantes tradicionales, el Valle del Duero no te va a decepcionar.
¿Qué ver y hacer en el Valle del Duero? La gran mayoría de visitas que llegan a la región lo hacen a través de un crucero en barco por el río Duero, generalmente con excursiones de un día que parten de Oporto. Para profundizar más en la cultura e identidad de esta región vinícola, el Museu do Douro exhibe la tradición de la vendimia y es a la vez sede de la Compañía General de Agricultura de los Vinos del Alto Duero. Un recorrido por la Quinta do Panascal o probar los vinos locales de Quinta do Pôpa, están entre las actividades más demandadas por los turistas en el Valle del Duero.
El Valle del Duero es naturaleza y, por eso, muchas de las actividades que pueden realizarse en él están relacionadas con ella: una caminata al mirador de O Carrascalinho, un descanso en la playa fluvial de A Congida, un paseo en kayak por el río Duero o experimentar la fauna y flora en el Parque Natural do Duoro Internacional. Y si quieres conocer la historia de hace miles de años de la región, siempre puedes visitar el Parque Arqueológico do Vale do Côa.
Sintra
Sintra es una de las ciudades con más encanto de Portugal y de Europa, encontrándose entre los destinos más románticos. Palacios y castillos, fincas señoriales con cuidados jardines, costa salvaje con verdes laderas… La ciudad vecina de Lisboa es una escapada perfecta de fin de semana.
La ciudad fue durante mucho tiempo el destino favorito de la realeza portuguesa y las familias más ricas, conocida por sus muchos palacios y villas preciosas, incluido el Palacio Nacional de Sintra y el jardín de la Quinta da Regaleira. También encontrarás calas escondidas e imponentes montañas en el Parque Natural de Sintra-Cascais, así como el Cabo da Roca.
Descubre Sintra desde Lisboa con Buendía
Excursión a Sintra y CascaisSi hablamos de rincones mágicos en Portugal, la Quinta da Regaleira es uno de los primeros que se nos vienen a la cabeza. Un palacio romántico diseñado por Luigi Manini a finales del siglo XIX, con un jardín con fuentes, lagos, grutas y mucho simbolismo. La extravagante quinta, también conocida como el Palacio de Monteiro el Millonario, es hoy un lugar reconocido por la UNESCO. El Palacio Nacional de Sintra, con sus dos chimeneas de gran tamaño, es otro de los emblemas de la región y una de las atracciones más populares; una residencia real medieval muy bien conservada que se construyó a principios del siglo XV.
El colorido, ecléctico, artístico y extravagante Palacio da Pena es una de las obras maestras de Portugal que no puedes perderte. Tiene una larga historia y estilos arquitectónicos diferentes de los que presumir, siendo una de las Siete Maravillas de Portugal. Y de un castillo romántico a uno de estilo árabe, el Castelo dos Mouros se alza en lo alto de la colina. Data de los siglos VIII y IX, lo que lo hace el monumento más antiguo de la zona.
Si quieres saber más sobre qué ver y qué hacer en Sintra, sigue leyendo en nuestra Guía de viaje de Sintra.
Nazaré
A solo 100 km al norte de Lisboa, Nazaré es una pequeña ciudad costera que se siente a un mundo de distancia de la bulliciosa capital portuguesa. Con una orgullosa tradición pesquera que se remonta a cientos de años atrás, olas espectaculares para surfistas y edificios con techos de color naranja a lo largo de su playa dorada, es un destino perfecto para disfrutar en los meses de verano. La playa principal, la Praia da Nazaré, es considerada una de las mejores de Portugal con su arena dorada.
Las arenas están llenas de sombrillas de colores de punto a punta en julio y agosto, pero el ambiente de fiesta no se limita a la escena de la playa en verano: Nazaré es también uno de los principales destinos de Portugal para celebrar Nochevieja y Carnaval. Además, Nazaré a menudo aparece en los titulares de periódicos y televisión por las hazañas de los valientes surfistas que montan las olas gigantes en la Praia do Norte durante el invierno.
¿Qué ver y qué hacer en Nazaré? Si bien es oficialmente una sola ciudad, Nazaré se divide en dos áreas distintas: la playa y la ciudad, y O Sitio, en lo alto de los acantilados. Se puede caminar de uno a otro, ya sea desde los escalones que suben y bajan el acantilado, o una ruta más larga pero más plana a lo largo de la carretera. Pero hay una opción mucho más atractiva, un funicular desde el que tendrás las mejores vistas de la costa y de la ciudad.
No es difícil encontrar calles pintorescas en casi cualquier rincón de Portugal, y Nazaré no es una excepción. Sus edificios tradicionales de piedra y las casas con techos de color naranja dominan la ciudad. Y, aunque no hay sitios de visita obligada a lo largo de sus calles estrechas y empedradas, es un lugar bastante fotogénico del que no te puedes ir sin disfrutar del marisco fresco de las aguas del Atlántico y conocer las tradiciones pesqueras portuguesas.
Aveiro
Aveiro es una escapada perfecta de un día hasta para los portugueses. Situado cerca de la costa, las playas cercanas atraen a multitudes en los meses de verano, pero el patrimonio y la cultura vibrante continúan atrayendo a visitantes fuera de temporada alta. Con un colorido único, la Venecia de Portugal, se caracteriza por sus canales con moliceiros, las embarcaciones tradicionales de Aveiro.
¿Qué ver en Aveiro? A lo largo del canal principal en el centro de la ciudad, hay una serie de edificios con fachadas inspiradas en el Art Nouveau, dándole al lugar una reputación de museo al aire libre de este estilo. Los colores brillantes mezclados con las líneas, curvas y acentos de hierro forjado hacen que estos tesoros arquitectónicos destaquen. El Museo de Art Nouveau y la Casa de Chá, son dos paradas casi obligatorias si visitas Aveiro. Te recomendamos nuestro free walking tour por Aveiro, con el que podrás descubrir todos los rincones encantadores de esta joya portuguesa.
¡No te vayas sin probar los ovos moles! Un dulce local hecho de azúcar y huevo, cremosos, que vienen en diferentes formas y tamaños. Un recuerdo y regalo perfecto de tu visita a Aveiro. Y después de ser unos golosos, sigue conociendo el lugar con un recorrido por la Catedral de Sé, un antiguo convento dominical, y el Museo de Aveiro, una exhibición religiosa que detalla la vida de una princesa portuguesa.
Aunque Aveiro es conocido como un destino de verano, la ciudad en realidad no se encuentra en la costa y las playas están a unos 10 km de distancia. Las dos zonas de playas son Barra y Costa Nova, a las que es fácil llegar en transporte público. No solo son buenos sitios en los que disfrutar del sol y los deportes acuáticos, también sus restaurantes tienen fama por sus pescados y platos tradicionales. Sí, las famosas casas de pescadores con rayas blancas y otros colores están en Costa Nova.
Azores
Hogar del Ponte Pico, la montaña más alta de Portugal, una costa maravillosa y lagos como Sete Cidades, las islas Azores son uno de los mejores destinos para visitar en Portugal. No es difícil ver porqué el remoto archipiélago portugués es conocido como el Hawái de Europa: paisajes volcánicos, aguas termales como Terra Nostra Garden, lagos de cráteres y una costa virgen caracterizan un paisaje hecho a medida para unas vacaciones llenas de aventura, con senderismo, natación, quads o observación de delfines.
La UNESCO nombró a tres de las islas -Flores, Graciosa y Corvo- como biosferas, y el archipiélago de Azores también tiene 13 sitios Ramsar y más de 30 playas con Bandera Azul. Las Azores se encuentran en el nexo de las placas tectónicas europeas, americanas y africanas, dando testimonio de las fuerzas que moldean para siempre la Tierra. Afortunadamente, quienes viven en las Azores luchan por preservar los tesoros de las islas, con solo un entorno desarrollado del 5%, y el resto son áreas protegidas y reservas marinas.
¿Qué ver y qué hacer en las islas Azores? A 45 minutos en coche desde Sao Miguel, capital de la isla, el pueblo de Furnas ocupa una de las áreas geotérmicas más activas del planeta.Una de sus principales atracciones son el Jardín Terra Nostra, la Poça da Dona Beija, la Iglesia de Nuestra Señora de la Alegría y la Casa Invertida, una casa que hay que ver para creer.
En el centro de la isla de Faial hay un cráter volcánico de 2 km de ancho y 400 m de profundidad, la Caldeira o Cabeço Gordo. El Lago Sete Cidades es el cuerpo de agua más grande de las Azores, ocupando un cráter volcánico y está cerca de los miradores de Boca do Inferno y Vista do Rei.
Declarada Patrimonio de la Humanidad, Angra do Heroísmo es la capital de Terceira y la ciudad más antigua de las Azores, desempeñando un papel fundamental en el comercio portugués con las Indias Orientales. La Laguna de Fuego se formó hace 5.000 años y es uno de los lugares más famosos y emblemáticos de las islas. Y como todo aquí es naturaleza y naturaleza, no podemos olvidarnos del Algar do Carvao, la Montanha do Pico, el complejo volcánico de los Capelinhos o el Monte Brasil.
Évora
Évora es una de las ciudades medievales mejor conservadas de Portugal. Un paraje encantador en el que profundizar en el pasado del país dentro de las murallas del siglo XIV y sus callejuelas estrechas y sinuosas que llevan a obras arquitectónicas de gran valor: su catedral medieval y claustros; las columnas del Templo Romano cerca de los baños romanos; y una plaza que una vez fue el sitio de algunos episodios bastante desagradables de la Inquisición.
Además de su historia y estética, Évora es también una ciudad universitaria animada, con numerosos restaurantes que sirven comida típica alentejana. Fuera de la ciudad, los monumentos neolíticos y las bodegas rústicas son el destino de muchos visitantes que se acercan a conocer la ciudad en excursiones de un día.
¿Qué ver en Évora? Los amantes de la historia van a disfrutar mucho de la visita. La arquitectura posterior del Renacimiento de Évora incluye palacios, iglesias, conventos, casas bajas que bordean las calles de la ciudad, pintadas de blanco y amarillo ocre, con techos de terracota y balcones de hierro forjado.
El Aqueduto de Agua da Prata fue diseñado por Francisco de Arruda, quien también diseñó la Torre de Belém de Lisboa, y es visible a medida que te acercas a la ciudad. El Templo Romano de Évora o Templo de Diana, son las ruinas principalmente de columnas de piedra corintias sobre una casa, situadas en el centro de Évora. La catedral medieval más grande de Portugal está aquí, la Sé de Évora, con enormes torres, capillas, un rosetón y un museo con arte religioso. La Iglesia de San Francisco es otro de los sitios interesantes que no debes perderte, sobre todo por su Capilla de los Huesos, con miles de restos óseos humanos en sus paredes.
Todo el mundo ha oído hablar de Stonehenge, pero los megalitos de Évora, Almendra Cromlech, son 2.000 más antiguos. Se cree que estas piedras tenían un propósito ceremonial o funcionaban como un observatorio astronómico primitivo.
Cascais
Cascais ha pasado de ser un pueblo tranquilo de pescadores a convertirse en destino de verano muy querido por lisboetas y jóvenes de todo el país que retozan con las olas desde que el rey Luis I se dio un chapuzón en 1870. Sus tres bahías doradas atraen a veraneantes que buscan el sol y chapotear en el frío Atlántico.
Nombrada Capital Europea de la Juventud en 2018, sus callejuelas llevan a museos, jardines, un puerto deportivo y un casco antiguo peatonal lleno de boutiques de diseñadores y muchos restaurantes al aire libre. Cuando cae la noche, los bares reciben a la gente deseosa de fiesta.
¿Qué ver y qué hacer en Cascais? Si te apetece sentirte como James Bond y disfrutar de alguna de las veladas extravagantes y glamorosas, el Casino Estoril te está esperando. Se dice que este fue la inspiración del Casino Royale de Ian Fleming en las novelas del conocido agente encubierto. No solo es el complejo de entretenimiento más grande de Portugal, sino uno de los casinos en funcionamiento más grandes del mundo.
La imponente Casa das Pedras es una casa de verano construida únicamente con guijarros y piedras recogidas en las playas cercanas. Tiene vistas a la Avenida Marginal y a la Praia das Avencas, además de ser uno de los mejores ejemplos de arquitectura tardorromana de la región. Otra casa a la que debes acercarte es a la de Henry Sommer, hoy la Biblioteca Municipal de Cascais.
La costa del oeste de Cascais es reconocida por sus acantilados, y la Boca do Inferno es la formación más impresionante de todas. Disfruta del abismo y del arco marino con cuidado. Siguiendo con el litoral, la Praia do Guincho es la más famosa de Cascais, junto a la Praia do Abano. La Praia da Torre y el Cabo Raso son también dos de los puntos más demandados por los turistas.
Y si buscas aventuras cerca de Cascais, en el sur de la Sierra de Sintra, está el Campamento Base de Pedra Amarela, que ofrece multitud de actividades: ciclismo de montaña, tiro con arco, escalada de árboles, tirolesa…
Elvas
Elvas es una localidad portuguesa situada en el Alto Alentejo, cerca de la frontera con España. En 2012 la UNESCO la declaró Patrimonio de la Humanidad por sus fortificaciones de los siglos XVII y XVIII. Contribuyeron a su clasificación el Acueducto de Moreira, las Murallas de Elvas, el Fuerte de Nossa Senhora da Graça y Santa Luzia, São Domingo y São Pedro, los Fortines de São Mamede, las Cercas medievales, los edificios militares y el Centro Histórico de la antigua fortaleza de Elvas.
Sus principales rasgos patrimoniales se basan en su tradición militar, sin embargo, aquí se respira mucha historia con edificios, iglesias, conventos, palacios y museos.
¿Qué ver en Elvas? El Fuerte de Nossa Senhora da Graça, denominado Fuerte Conde de Lippe, con visitas guiadas en su interior. La Iglesia de Nossa Senhora de Assunção, el Castillo de Elvas y las murallas son tres de los puntos imprescindibles de cualquiera que visite la ciudad. El Fuerte de Santa Luzia, en la actualidad, es un monumento de arquitectura militar que alberga un museo donde se exhiben armas y uniformes desde la Edad Media hasta el siglo XIX.
El Acueducto de Amoreira conecta con Elvas durante más de 8 kilómetros, a través de 843 arcos y torres de 31 metros de altura. Es considerado el mayor acueducto de la Península Ibérica.
