Roma, sin ninguna duda, podría ser el escenario al que subir el libreto que cualquiera de nosotros podría protagonizar. Podría colarse en el elenco protagonista de la película que cualquiera de nosotros quisiera filmar. En el momento exacto en el que Roma levantara el telón, podríamos ser cualquier emperador, cualquier poderosa emperatriz, cualquier fiero gladiador, cualquier arrebatado enamorado, cualquier alegre heredero. El sonido sordo de la claqueta que precede al universal ¡acción! Nos daría el pie para contar parte de la historia del mundo, para narrar la historia de amor que conmoviera a ese mismo mundo y para hacer desfilar por sus calles los personajes más hilarantes, dueños de las historias más disparatadas.
Así fue y así es Roma, así la descubrieron los directores de cine y por ello acudieron a ella para dar envoltorio a historias que hoy, son patrimonio de cualquier amante del séptimo arte. Hoy queremos dar un breve, breve repaso a aquellas historias que a todos, por el motivo que fuera, nos hicieron vibrar, emocionarnos, sentir la ciudad aun antes de haberla conocido. Muchos sin duda son los títulos de películas, cientos las escenas que nos llevan a Roma y miles los motivos para ver, al menos una vez, o siquiera por un instante, la ciudad como la vieron los directores y como la interpretaron sus actores y sus actrices.
Es más que nunca la de hoy, una Roma de cine. Los momentos que la ciudad nos traspasa son, hoy si, auténticos momentos de cine. Ni mucho menos están todas las que son si bien es cierto que son todas las que está, pero entre nuestros títulos, hemos decidido sacar la entrada para ver estas..
Vacaciones en Roma
Si una película nos vale para hablar de Roma, esa es sin duda alguna, Vacaciones en Roma. Dirigida por William Wyler, quizá ninguna pareja recorrió la ciudad de la manera que lo hicieron los inolvidables Audry Hepburn y Gregory Peck. A bordo de la vespa del periodista, éste y la princesa nos muestran lo más esencial de la ciudad: el Coliseo, la columna Trajana, la Fontana di Trevi, el Teatro de Marcelo, el monumento a Victorio Emmanuelle...y además nos muestran una maravillosa historia que encuentra en Roma un gran escenario.
La Dolce Vita
La película vale cada minuto, al menos, por el valor que Anita Ekberg le da a toda Roma. Eterna. Eternas ambas, Anita y la Fontana di Trevi. Esta película de Federico Fellini, será siempre el maravilloso baño de Anita en la Fontana di Trevi. Si la veis y después visitais Roma, o si volvéis a Roma después de haberla visto, podréis disfrutar de ese maravilloso rincón de la ciudad que es la Fontana desde la perspectiva de la actriz. La Dolce Vita es, sin duda alguna, Roma y Roma son arrebatos como los de Anita.
Come, Reza, Ama
Un cine mucho más cercano en el tiempo a nosotros, sigue los pasos que otros ya recorrieron, convencidos del triunfo de la apuesta. Es el caso de la conocida “Come, reza, ama” protagonizada por Julia Roberts y Javier Bardem. Uno de los valores de esta película, al menos en lo que concierne a Roma, es que nos pone en la pantalla y en la mesa, uno de los activos más atractivos y suculentos que al ciudad tiene: su gastronomía. Son varias las escenas en las que podemos acercarnos a lo típico de Roma en sus cocinas, y siempre es buena la ocasión de disfrutar de Roma de esta manera.
Ángeles y demonios
Dentro de los libros que se llevaron al cine y que se llevaron además a las calles de Roma, esta historia, contada en su origen por Dan Brown, ocupó muchas semanas de taquillas. Dentro de las referencias al cine que estamos haciendo, se nos hacía necesaria incluirla, fundamentalmente por lo que de Roma nos acerca, que es, ni más ni menos uno de sus emblemas: el Vaticano. Tom Hanks, recala aquí, después de recorrer otros lugares igual de reconocibles de la ciudad: el Castel Sant'Angelo, Santa Maria della Vittoria, Santa Maria del Popolo, el Pantheon de Agripa...un auténtico recorrido el de la película y una de las romas más auténticas.
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Hay dos películas a las que nos gustaría hacerles un hueco en estas líneas. Ambas son poco conocidas y ambas nos acercan a una cara de Roma también necesaria. La Roma arrasada y devastada del fin de la II Guerra Mundial. Las dos películas a las que nos referimos son “Ladrones de bicicletas”, una joya del neorrealismo que además nos muestra también un lugar indispensable de Roma: El Trestevere y “Roma, ciudad abierta”, una película de Rosellini que nos muestra el intento de la ciudad y se sus habitantes por rehacerse de las ruinas.
El Talento de Mr Ripley
¿Cómo iba a quedar Roma alejada de la pillería, de las maneras canallas, de los arrebatadores golfos?, ¿cómo iba Roma a dejar pasar la ocasión de ser ella la pilla,la de las maneras canallas, la golfería vestida con las mejores galas?. Eso, exactamente eso, va a pasar en “El talento de Mr. Ripley”.Son muchos los kilómetros que se recorren de Italia en esta pelicula: la costa amalfitana, la costa azul, Venecia...pero Roma es Roma y siempre acaparará las miradas por ello. Así que viendo la película disfrutaremos de los Museos Capitolinos, de la Plaza de España, de la Plaza Navona, del hotel The St Regis Rome...eso sí, todo al estilo y al sentido de Mr. Ripley.
La Gran Belleza
Llevamos tanta Roma recorrida de “plató en plató”, que es posible que creamos que ya la tenemos toda filmada. Y en esa creencia estamos cuando, de pronto, llegamos a “La Gran Belleza”. Verdad que los lugares que recorremos son los lugares que necesariamente hay que recorrer en Roma, aunque bien es cierto, no hay manera igual a la de Sorrentino. A través de lo que ve el director, nos atrevemos a decir, que bien pudiera pasar que descubrieramos de nuevo lugares, lugares ya vistos. Pero si tenemos que contar y escribir el valor de la película, os contaríamos y os escribiríamos que está en la Roma que no siempre se ve, la que no aparece, la que no se muestra si no se nos enseña. El valor está en la piazza del coliseo, en la piazza Navona, en el Palacio Sacchetti, en el Palazzo Taverna...Curiosa la visión sobre Roma. Casi necesaria...
A Roma con Amor
¿Conocéis el barrio de Monti?, ¿no?, bueno, no pasa nada, Woody Allen lo descubre para nosotros y así nos lo ofrece en su película “A Roma con amor” y este repaso nos parece una maravillosa oportunidad para hacerle un hueco y que el mismo se presente.
Cercano al Coliseo, el barrio de Monti acoge las cuatro historias que el genio de Nueva York pone en sus calles: la via del Neufiti, la Piazza della Madonna dei Monti, la estación Termini, la vía Cavour (un lugar perfecto si además de recorrer y conocer, queremos disfrutar de cervezas artesanas), la via Urbana, el Monti Tricolore...de nuevo una nueva ocasión de una nueva Roma, eso sin duda.
