Si es tu primera vez en Bruselas, te sorprenderá la cantidad de gente por la calle comiendo patatas fritas o como las llaman aquí “frites” (francés) o “frietjes” (flamenco). Crujientes y doradas por fuera y tiernas en su interior. Así son las patatas fritas perfectas de las que todos los belgas se sienten orgullosos.
Con este post te queremos ayudar a que disfrutes de unas deliciosas “frites” durante tu visita de la ciudad.
A continuación te mostramos nuestro TOP 5 de “friteries” de la capital belga:
Frit Flagey
Toda una institución en el mundo de las “friteries” bruselenses. Este puesto de comida rápida está situado en la Plaza Eugène Flagey, en el corazón del barrio de Ixelles. Su receta tradicional y secreta, junto con la gran variedad de salsas para acompañarlas, hacen de estas las patatas fritas favoritas de los belgas. No hay nadie que se resista a sus frites: estudiantes, trabajadores, los periodistas de BRUZZ o familias enteras. Una clientela variada que muestra claramente su éxito.
En hora punta, lo más probable es que nos encontremos con una larga fila de espera antes de conseguir las deliciosas patatas fritas.
- Dirección: Place Flagey, Ixelles
Maison Antoine
La friterie más antigua de Bruselas, fundada en 1948 por Antoine Desmet y su esposa. Se establecen en Etterbeek tras tomar la decisión de no seguir desplazándose de feria en feria y comienzan a vender patatas fritas para llevar con dos únicas salsas para acompañar: mayonesa y mostaza. Con el paso de los años la tienda se hizo famosa en todo Bruselas y cada vez eran más los que se agolpaban en el mostrador de Maison Antoine. Generación tras generación se fue modernizando y adaptando a los tiempos y, a día de hoy, son consideradas por muchos las mejores patatas fritas del mundo (New York Times). La mismísima Angela Merkel aprovecha sus visitas a las Instituciones Europeas para pasarse por un cono de Maison Antoine.
- Dirección: Place Jourdan, Barrio europeo
Friterie Saint-Josse
Inaugurada en 1931 es a día de hoy una institución, no solo por su antigüedad sino por su sabrosa fama. Le debe su nombre a la plaza en la que se encuentra ubicada, a 10 minutos a pie del Palacio de Bruselas. En el año 1964 Martin Apers se unió a sus padres en el negocio familiar, hasta los 70 años, cuando se retiró en 2010. El legado de esta fritkot lo continuó Zoila Palma, actual dueña que aún continúa con la receta tradicional de estas riquísimas patatas fritas.
- Dirección: Place Saint-Josse, Saint-Josse
Friterie de la Chapelle
Está situado en la Place de la Chapelle, justo al lado de la Iglesia de Notre-Damme de la Chapelle, en el tradicional barrio de les Marolles. Su clientela es muy ecléctica, desde estudiantes de los colegios de la zona hasta coleccionistas de antigüedades que tienen sus anticuarios en el elegante Sablon. Su precio es más económico que las anteriores, pero no por eso son peores. Si te ves con fuerza te animamos a que pruebes aquí otra de las especialidades belgas de las friteries, la “metralleta”. Un bocadillo relleno de carne frita, lechuga, tomate, cebolla y salsa al gusto, y por supuesto, una buena porción de patatas fritas en su interior.
- Dirección: Place de la Chapelle, Marolles
Le Tram de Boitsfort
Esta peculiar friterie se encuentra en un antiguo vagón de tranvía de los años 50, mezclando dos de los conceptos favoritos de los bruselenses: tranvía y patatas fritas componen la friterie chic. Gran variedad de salsas para acompañar las frites, nosotros también te recomendamos sus increíbles hamburguesas caseras. Un verdadero festival para el paladar.
- Dirección: Place André Payfa, 1170 Watermael Boitsfort