Ámsterdam ya es una joya en sí misma, pero también un lugar perfecto para emprender un viaje inolvidable hacia la tradición neerlandesa, que podrás contemplar en cuatro pueblos increíbles en un mismo día.
Comenzando por Zaanse Schaans, una localidad que se ha vuelto icónica gracias a sus populares molinos de viento, que todavía hoy se mantienen en funcionamiento, uno de los atractivos turísticos más fotografiados por los viajeros.
Además, en este enclave se realizan múltiples actividades como degustaciones en queserías o asistir a talleres de zuecos para conocer más a fondo la cultura del país y sus tradiciones más arraigadas.
Se puede explorar en una sola visita al atardecer con unas panorámicas todavía más impresionantes mientras el sol se pierde en el horizonte.
Pero también se puede combinar con otros rincones especiales el mismo día y disfrutar de Volendam y su tradición pesquera. Merece la pena pasear por su paseo marítimo y contemplar sus coloridos edificios que forman una estampa digna de postal.
Otra de las localidades que destacan por su arquitectura es Marken. Sus casitas verdes con cuidados jardines se han convertido en uno de los mayores reclamos de esta tranquila villa.
En Edam, cuna de uno de los quesos más deliciosos de los Países Bajos, es imposible resistirse a una buena degustación. Pero además de saborear este manjar y llevarnos algunas piezas de recuerdo para volver a disfrutarlo una vez finalizado el viaje, su centro histórico también guarda grandes tesoros.
Las excursiones a los pueblos de Ámsterdam son una forma cómoda de conocer la historia del país, con desplazamientos en autobús incluidos, el guía te llevará directamente a los lugares más emblemáticos para no desaprovechar ni un minuto.
