Excursión al Castillo de Neuschwanstein y al Palacio de Linderhof

Nuestro viaje arranca bajo el Arco de Karlstor de Múnich, donde nos espera nuestro autobús privado. Desde aquí se inicia un viaje por carretera de unas dos horas hasta alcanzar nuestra primera parada, el castillo de Neuschwanstein.

Este es uno de los castillos más visitados de Europa, con 1,4 millones de personas al año. Tal es su magia, que es el castillo en el que se inspiró Walt Disney para dar forma al de La Bella Durmiente. 

En realidad, esta fortaleza la levantó en el siglo XIX el rey Luis II de Baviera. Incapacitado para reinar, este era el lugar en el que se refugiaba, y hoy es una de las atracciones más famosas de Alemania. 

Conoceremos el origen de su construcción e identificaremos los elementos más representativos del palacio. También sabremos más sobre el rey loco, sus diagnósticos médicos y las extrañas circunstancias que rodearon su muerte.

Subiremos hasta el mirador del Puente de María, sobre un desfiladero y desde donde se obtienen las mejores vistas del castillo de Neuschwanstein. En los alrededores también podremos pasear por el Lago Alpsee. 

Si la excursión se realiza entre los meses de abril y octubre, habrá una parada en el pueblo de Oberammergau. Este es, para muchos, uno de los más bonitos de los Alpes Bávaros por sus típicas casas con las fachadas pintadas y su tranquilidad, que hace que parezca sacado de otro tiempo.

El Castillo de Linderhof será nuestra próxima parada. Este se encuentra a 100 kilómetros de Múnich, también ordenado por Luis II de Baviera para evadirse del mundo y de sus preocupaciones. Tanto en su interior como en el exterior se impone la belleza, en combinación con el entorno.

Su aspecto neorrococó no pasa desapercibido para nadie, un hilo del que tirará nuestro guía para mostrarnos la admiración que el Rey Loco sentía por Luis XIV, el “Rey Sol” y también por su idea de monarquía absoluta.

Si quieres un plan diferente e inolvidable, anota para tu próxima escapada esta excursión al castillo de Neuschwanstein y al palacio de Linderhof desde Múnich. No te quedes sin plazas, ¡y reserva ahora!