Los pueblos de las Rías Baixas que no te puedes perder

De Galicia se pueden destacar multitud de lugares en los que pasar momentos únicos. Eso sí, nos hemos dado cuenta de que no os habíamos contado nada de un sitio mágico en el que lo natural es protagonista. Se trata de las Rías Baixas, que abarcan un gran terreno del territorio gallego y esconden muchos de los tesoros que debes visitar de forma obligatoria. Son muchos, por lo que os vamos a facilitar la tarea de descubrirlos todos. Solo tienes que seguir leyendo para contemplar las maravillas más impresionantes de las Rías Baixas. ¡Acompáñanos!

Pontevedra es una de las ciudades más bonitas de Galicia. Es posible que cuando pensemos en un viaje a territorio gallego, esta localidad no sea una de nuestras primeras preferencias. Eso sí, tenemos que deciros que aquí te encontrarás con un lugar único repleto de historia y esencia que sorprende a todo el mundo. De época romana, la ciudad esconde tesoros que no te puedes perder. 

Y uno de ellos es la Plaza de la Peregrina, punto clave de la ciudad y en la que se levanta una fabulosa iglesia que lleva el mismo nombre. Pero este no es el punto más conocido de la plaza, ya que allí también os vais a encontrar con la figura ¡de un loro!, que sorprende y gusta mucho a todo el mundo. De hecho, durante los carnavales gallegos se le disfraza para llevar a cabo el famoso ‘entierro del Loro Ravachol’. 

Otra de las plazas más conocidas de Pontevedra es la de la Ferrería, en la que se ve buena parte de la esencia de la ciudad. Os sorprenderá la arquitectura de sus edificios y los bellos soportales que allí se encuentran. Y de la ciudad tampoco os podéis perder su casco Vello. Se trata de la zona histórica de la localidad, peatonalizada casi al completo, y que se ha convertido en el lugar más importante para conocer el paso de los siglos por Pontevedra. Allí se mezcla historia, tradición, cultura y un entorno natural impresionante. ¡Os encantará!

Si salimos de Pontevedra hacia el sur de Galicia, a unos 30 kilómetros de esta ciudad se encuentra Vigo, otra de las localidades más impresionantes de las Rías Baixas. Aquí te encontrarás también con un destino acogedor, relajado y con un ambiente único que te va a enamorar.

Muy cerca de la ciudad, después de completar una fantástica ruta que es muy sencilla, llegarás al conocido como ‘Mejor banco del mundo’, desde el que se tienen unas vistas fascinantes de la Ría. Y como este espacio marino hay que cruzarlo de algún modo,  desde allí también podrás ver al completo el espectacular Puente de Rande, uno de los símbolos más conocidos de Vigo. 

Sin salir de la ciudad, de Vigo también es muy recomendable conocer su historia, y por ello una visita a su casco antiguo es obligatoria. Además, el paso de los siglos por la localidad viguesa también se puede ver en el imponente Castillo de San Sebastián, de época medieval y estilo Renacentista que se construyó a la par que las murallas que un día protegieron a los habitantes de la ciudad. 

Durante los meses de verano, la población que se puede ver a lo largo de las calles de la ciudad se multiplica notablemente. Y esto se debe a que todos buscan relajarse y divertirse a partes iguales. En Sanxenxo te encontrarás con una alegre vida en una ubicación privilegiada que conecta rápidamente con otros de los encantos de las Rías Baixas.

Pero al margen de la diversión y el relax de las playas, Sanxenxo es mucho más. Una ciudad repleta de alojamientos turísticos de todo tipo, por lo que no tendrás problema en encontrar uno que satisfaga todas tus necesidades, que eso siempre es muy importante. Su playa más característica es la de Silgar, en pleno centro de la localidad. Pero, además, también podremos disfrutar de la tranquilidad de la zona y el sol en otros arenales como el de la Lanzada, que se ve a la perfección desde el Mirador de Siradella, con unas vistas panorámicas conquistadoras.

Además de todo esto, en Sanxenxo también te encontrarás con la Ermita de A Lanzada, de la época medieval y que en su día también fue utilizada como una fortaleza defensiva. Muy cerca de allí vais a poder ver, en relación con esta época romana, el Castro de A Lanzada y la Necrópolis romana, donde nos acercaremos a la increíble historia que tiene Galicia.  Tampoco puedes perderte el banco de Noalla, que es otro de los más bonitos del mundo. Se encuentra en Punta Faxilda, en el que vivir los atardeceres más románticos que puedas imaginar. 

Uno de ellos es la famosa plaza de Fefiñáns, centro de este coqueto pueblo. Un paraje del que se tiene constancia desde el pasado siglo XVI y que destaca por su enorme belleza y por ser también sede de construcciones icónicas de Cambados como el Arco Puente y la Iglesia de San Benito. 

Además, a las afueras de Cambados se encuentran las ruinas de Santa Mariña de Dozo. Un lugar majestuoso que os encantará y que fue construido hace varios siglos sobre un antiguo templo románico. Su increíble ubicación y las ruinas en las que se encuentra ahora mismo le dan un toque misterioso que le hace ser un punto muy atractivo para todos los turistas que llegan a esta zona. Muy cerca de allí también se encuentra el Mirador a Pastora. 

A través del paseo marítimo de Cambados, que es también uno de los sitios más bonitos de este encantador pueblo, llegaremos a la Torre de San Sadurniño y el barrio de San Tomé. Un viejo barrio de pescadores que se une a la isla de A Figueira por un puente de piedra en el que se encuentra la Torre de San Sadurniño, o lo que es lo mismo, los restos de una muralla que un día protegió a las gentes de Cambados. 

Pero al margen de su increíble paseo marítimo y el puerto, en Muros también debemos detenernos ante el Molino do Pozo de Cachón, uno de los lugares más importantes en décadas pasadas, ya que aquí se molía el grano de maíz, siendo una de las actividades más importantes dentro de Muros. Y si hablamos del pasado, no podemos perdernos el centro histórico de la localidad, con calles empedradas de una belleza impresionante que os conquistarán. 

También tenemos que hablaros de la Colegiata de San Pedro, en la parte más alta del pueblo. Se trata de una construcción del siglo XII que sufrió grandes cambios en el siglo XIV, cuando fue convertida en colegiata. De este modo, el estilo románico con el que fue construida y del que solo se conserva la puerta, se pasó a otro gótico propio de los pueblos y ciudades marineras.

Y si hablamos de arenales típicos de O Grove, no podemos dejar escapar la opción de visitar la playa de La Lanzada, con una arena fina y unas aguas cristalinas que son una maravilla. Un lugar perfecto para hacer todo tipo de actividades, para que los más pequeños se lo pasen en grande y también para presenciar el atardecer más conquistador que te imagines. Muy cerca de allí también se encuentra la Ermita de La Lanzada y el Castro da Lanzada, otras dos paradas obligatorias. 

En la Península de O Grove también nos encontraremos con el fantástico y conocido paseo de Pedras  Negras. Un sitio que se ve a la perfección desde el Miradoiro da Siradella, a unos 150 metros sobre el nivel del mar y que deja unas vistas panorámicas del pueblo increíbles. A la entrada de la Península nos encontraremos también con la marisma de O Bao, donde destaca la gran calidad del marisco. 

Es precisamente por este último punto por el que antes os contábamos que la gastronomía tiene un papel primordial en O Grove, que también es conocido como la capital del marisco. Tampoco puedes perderte las Ruinas de Santa Mariña, en el monte de A Pastora. La iglesia se construyó a finales del siglo XV sobre una antigua capilla románica. Os encantará la zona y también el patrimonio de este templo.

La Plaza da Fonte es otro de los sitios más característicos de Combarro, así como sus cruceiros, unas esculturas de piedra que en su parte superior tienen una cruz y forman una de las esculturas más emblemáticas de la zona. En Combarro nos encontraremos con nueve, y la mayor parte de ellos se ubican en el casco histórico. En todos los cruceiros, el lado de la escultura que mira al mar tiene una virgen.

La playa do Padrón, la más conocida de Combarro, sus coquetas casas marineras o la Rúa de San Roque son otros de los puntos más conocidos de Combarro. En este último lugar vais a poder ver multitud de pequeñas plazoletas repletas de encanto e iglesias con mucha historia que conforman una postal impresionante.

En Noia también se encuentra el conjunto de lápidas más antiguo de Europa dentro de la iglesia gótica de Santa María A Nova, por lo que esta es otra de las paradas que no os podéis perder. Además, en la Praza do Tapal, te encontrarás con el templo de San Martiño, cuya historia te va a resultar muy curiosa. Solo te decimos que le falta una torre, está inacabada. Visitar el sepulcro de Cova da Moura también es otro de los planes más característicos de Noia.

Lo primero que debemos decirte, al igual que en muchos otros pueblos de la comarca, es que una caminata por su paseo marítimo y el puerto es sencillamente cautivadora. Pero además de esto, el patrimonio religioso que tiene el pueblo impresiona a todo el mundo. La iglesia de Santa Baia de Arealonga, el Convento de Vista Alegre o la iglesia de San Cristóbal son algunos de sus puntos más destacados. 

Pero si por algo destaca Vilagarcía de Arousa es por sus pazos. El más importante de todos es el Pazo de Rubiáns, que data del siglo XV. Pero además de este, te recomendamos que visites también el Pazo de Vistalegre, el Pazo da Golpelleira, el de O Rial, el de Sobrán o el Pazo de Pardiñas.

Al margen de esto, aquí también te podrás encontrar con el mayor bosque de laurel de Europa, el cual te invitamos a recorrer. Por último, para conocer los orígenes de este municipio os tenemos que comentar la belleza del Castro de Alobre, uno de los yacimientos arqueológicos más ricos de España. 

La construcción de este templo data del año 1493, y de su interior podemos destacar las figuras del Cristo del Consuelo y el Cristo que no quiere arder. Además, frente al paseo marítimo también nos encontraremos con la Capilla del Hospital, reconstruida en el año 2002. Uno de los mejores momentos en los que visitar estos monumentos es por la noche, cuando están iluminadas. 

Además de esto, visitar la costa de la Vela es casi obligatorio. Porque el litoral de este municipio tiene un encanto especial, con paisajes en los que impresionarse con sus innumerables pinos y los majestuosos acantilados. La iglesia de San Cibrao de Aldán es otro de los rincones mágicos de este municipio, así como el Monte Facho y el Cabo Home.

Uno de los lugares más representativos de Baiona es la Fortaleza de Monterreal, que se erige por encima del resto de construcciones de la zona. La muralla que allí se encuentra tenía el objetivo de proteger a los habitantes de los ataques enemigos, teniendo en su interior en la actualidad un sensacional parador con unas vistas impresionantes de toda la zona. El casco antiguo de la localidad y la escultura de la Virgen de la Roca son otros de los puntos en los que detenerse en tu visita a Baiona. 

Además de esto, otro de los puntos clave en los que detenerse es la iglesia de Santa María de Baiona, que data del siglo XIII y funcionó como colegiata entre los siglos XV y XIX. De su fachada destacamos su impresionante rosetón. Al margen de sus playas, también es recomendable que veáis el Faro de Cabo Silleiro, ubicado en un lugar privilegiado.

Este emplazamiento, al margen de su altísimo valor histórico y patrimonial, también esconde uno de los miradores más espectaculares de la zona. Muy cerca de allí también se encuentra la Ermita de Santa Trega, con un mirador que te va a dejar sin palabras. 

Además, también podremos ver la multitud de monumentos que se levantan a lo largo de sus calles y que todos ellos tienen que ver con el mar. Porque el agua es protagonista en A Guarda, lugar de la desembocadura del Miño y que separa España de Portugal. Este sensacional hito geográfico se puede ver también desde sus espectaculares miradores.

Además de esto, el conjunto del casco histórico de la localidad es también uno de sus puntos más atractivos, en el que se puede ver a la perfección el paso de las distintas civilizaciones que han habitado en Tui a lo largo de los siglos. Y tenemos que deciros que no os podéis olvidar, y hay que sacar tiempo para ello, de visitar el Monte Aloia, en el que se encuentra un magnífico Parque Natural que lleva el mismo nombre y que fue el primero de los que se levantó en Galicia.

Y si hay un sitio de obligatoria visita, ese es el Monte Do Castro, desde el que se ve una panorámica perfecta de todo el municipio y en el que se encuentra el Castro de Besomaño, con restos arqueológicos de gran valor que son ya uno de los bienes culturales de la región. El castro tiene las dimensiones y las características de haber pertenecido a un asentamiento de la Edad de Hierro. 

La importancia de lo pasado coge fuerza en un pueblo que cada mes de agosto celebra su tradicional romería vikinga, declarada como de Interés Turístico Internacional y que congrega en las calles de Catoira a miles de personas cada año. La historia de la localidad se remonta hasta el siglo VII a.C., donde se encontraron asentamientos junto a la Playa de Área Gorda y Praia de Foxos, en la que por cierto podemos ver una pequeña necrópolis de la época romana.

Otro de los espacios a los que tenemos que ir sí o sí es al Faro de Punta Cabalo, que tiene ya más de siglo y medio de vida y que a día de hoy es un restaurante sensacional en el que probar la deliciosa comida gallega a la par que disfrutas de las mejores vistas hacia el Océano Atlántico.

En este pequeño paraíso podremos disfrutar de muchas de las playas más increíbles que puedas imaginar, con fina arena y aguas cristalinas para bañarse dentro del Atlántico. La Playa de Rodas fue galardonada como ‘La Mejor Playa del Mundo’ por el periódico ‘The Guardian’, uno de los más prestigiosos del Reino Unido. 

Isla de Ons

La Isla de Ons se encuentra en la ría de Pontevedra, y al margen del archipiélago en sí mismo, también encontraremos pequeños islotes como la Onza, Centolo o Feitosa. Perteneciente al municipio de Bueu, aunque a lo largo del año no destaca por tener una gran población, sí que en los meses de verano se llena de turistas. Todos ellos acuden a un archipiélago repleto de naturaleza salvaje y con unas playas que invitan a disfrutar de paseos relajantes e interminables y de unas puestas de sol de lo más románticas.

Durante tu visita a las Dunas de Corrubedo, si no quieres caminar entre la arena, tienes la opción de hacerlo por uno de sus múltiples caminos, que nos moverán a lo largo de todo este privilegiado lugar. Además, también tendremos opción de conocer los miradores de Castrocidá y Piedra de la Rana, desde los que apreciar las panorámicas naturales más impresionantes que imagines.

Castro de Baroña

Se encuentra en A Coruña y es el castro mejor conservado de Galicia. Un yacimiento arqueológico muy rico y privilegiado que se encuentra junto al mar, en la parroquia de Baroña, y que nos transportará a la Edad de Hierro. A este sitio podrás llegar en tu coche o caminando a través de senderos increíbles que os pondrán en una perfecta armonía con la naturaleza. Una vez allí, entenderás la belleza y riqueza de un destino único en el mundo.

Pero de las Cascadas de Ézaro no solo os vais a quedar con el lugar por el que cae el agua, sino que también os va a maravillar el precioso entorno natural que rodea la desembocadura del río Jallas en el mar. Además, muy cerca de allí te encontrarás con pueblos muy coquetos en los que pasar un día inolvidable. Este cañón ubicado al pie del monte Pindo es uno de los puntos turísticos más importantes de toda Galicia.