Excursión a la Costa Brava y paseo en barco

Partirás desde la estación de Barcelona Nord por carretera en un cómodo autobús que va a satisfacer todas tus necesidades, por lo que en un abrir y cerrar de ojos estarás ya en la primera parada de esta excursión. Llegarás a Lloret de Mar, uno de los puntos más importantes de la Costa Brava, que cada año ve pasar por sus calles a miles de turistas. De hecho, es uno de los lugares con mayor afluencia de visitantes extranjeros de toda España.

Una vez allí, vas a disponer de un rato de tiempo libre para visitar el pueblo a tu manera. Seguro que querrás bajar hasta sus sensacionales playas de cristalinas aguas y fina arena. Todas ellas, eso sí, protegidas por inmensos acantilados y una vegetación repleta de altos y verdes árboles. El entorno es sensacional, y sus caminos te llevan a todos los imperdibles de esta población.

Las estrechas calles de esta población te llevarán a todos los lugares que desees. Conforme vayas avanzando, te meterás de lleno en la historia y tradición de este pueblo, a la vez que vas dejando panorámicas imperdibles de toda la población. Callejeando por Lloret de Mar te encontrarás también con todos sus imperdibles.

Uno de ellos es el Castell d’en Plaja. Un icono para los habitantes de la zona que se construyó en los años treinta del pasado siglo. Es de propiedad privada, pero seguro que querrás acercarte a ver su imperial torre, con la mejor vista que imagines del Mediterráneo y toda la costa. Cerca de allí se encuentran las ruinas ibéricas del Puig de Castellet, con más de 2.300 años de vida. Son uno de los patrimonios más valiosos y mejor conservados de la zona.

Antes de irte también conocerás la impresionante iglesia de Sant Roma. Se levanta en pleno corazón de la ciudad, y es uno de los mejores ejemplos del gótico catalán. Fue construida en el siglo XVI, y el colorido de su fachada no pasa indiferente para nadie. Pese a los daños sufridos durante la Guerra Civil española, aún conserva un carácter conquistador y objetos de un valor incalculable, como su Altar.

Desde allí, te subirás a un barco para llegar a la población de Tossa de Mar. El viaje te dejará enamorado del entorno y el paisaje por el que vas a pasar, con enormes acantilados contra los que chocan las olas del Mediterráneo y playas y calas vírgenes, de muy difícil acceso, a las que solo se llega desde el agua. Al llegar realizaremos una visita guiada de unos 45 mins a través de la Vila Vella para poneros al día de los datos imprescindibles que tenéis que saber para saborear la verdadera esencia del lugar. El resto del tiempo, hasta las 16:00 h, es libre, y podéis decidir si queréis completar la visita al pueblo, ir a la playa o probar la gastronomía local. 

Pese al paso de los siglos y todos los acontecimientos vividos, esta localidad ha sabido conservar a la perfección su tradición y también sus señas de identidad. De hecho, es uno de los puntos que mejor gala hacen del nombre de Costa Brava, debido a la salvaje vegetación y altos acantilados que allí se encuentran. Pero además de esto, y al igual que en el caso anterior, la historia tiene un papel protagonista.

El Castillo de Tossa de Mar te recibirá al borde de la playa. De él aún quedan en pie sus murallas y las altas torres desde las que se vigilaba el mar. Construido en el siglo XII, la misión que tenía era la de proteger al pueblo. Hoy en día, cuenta la historia medieval de este coqueto pueblo. Desde allí podrás adentrarte en la zona histórica, que se conoce también como la Vila Vella.

Está formada por empedradas calles en cuesta adornadas por el color verde de las plantas que salen de sus casas. Un viaje en el tiempo hacia el siglo XV donde el gótico catalán amoldó casi toda la región. De hecho, que Tossa de Mar sea tan atractivo es, en buena medida, gracias a que ha sabido conservar ese carácter y estilo.

Además de esto, también podrás dar un relajante paseo por sus calas y llegar a algunas de las más relevantes, como la de Es Codolar o la Platja Gran. Antes de marcharte, puedes acercarte hasta la zona del Faro de Tosa. Sus 10 metros de altura y planta cuadrada llevan guiando a los barcos desde hace varias décadas, por lo que no es de extrañar que esta construcción muestre un buen pedazo de la historia del Mediterráneo.

Tras conocer Tossa de Mar regresarás a Barcelona enamorado de la belleza de la Costa Brava y sus puntos más representativos. Disfruta al máximo de esta excursión y conoce las playas, acantilados, historia y tradición que hace tan famoso e irresistible este punto de España. ¡No te la puedes perder!