Visita Guiada por el Palacio Ducal, Basílica de San Marcos y paseo en góndola

Prepárate para andar a lo largo de la Basílica de San Marcos, porque a diferencia de otras grandes basílicas y catedrales del mundo, esta no deslumbra por su altura, sino por su longitud. 

Sus miles y miles de mosaicos en sus techos y paredes, tantos que podrían cubrir un campo y medio de fútbol americano, no te dejarán apartar la mirada de ellos en toda la visita. Te acercamos su historia y los secretos que guardan entre ellos. 

Siguiente parada: El Palacio Ducal, que cambia de color dependiendo de la hora del día en la que le llega luz. ¡Es impresionante! Aunque más lo es por dentro. Descubre la historia y los secretos que esconden sus paredes para terminar en ¡prisión! Y no una cualquiera, la misma cárcel de donde consiguió escapar el célebre prisionero Casanova. 

¡Suena la alarma! Pero no por fuga de prisioneros, sino porque es la hora de comer. Disfruta de 2 horas de tiempo libre para probar la gastronomía local o para perderte entre las calles de alrededor de la Plaza San Marcos. 

Que por cierto, al ser uno de los puntos más bajos de la ciudad, a veces se inunda. Pero no te preocupes, cuando pasa eso la plaza se llena de pasarelas de madera que permiten a los visitantes cruzar de un lado al otro. ¿Cómo crees que te la encontrarás?

Por la tarde, te proponemos un plan más relajado y de disfrute: Las vistas de Venecia desde otra perspectiva. ¡Nos vamos en góndola! Surca el ajetreado Gran Canal y las vías fluviales más pequeñas que recorren los rincones más escondidos y bonitos de la ciudad. ¡Toda una tradición milenaria! ¿Te apetece una experiencia veneciana de las auténticas?