Visita a la Basílica de San Marcos y paseo en góndola

¿Quieres conocer y vivir lo mejor de Venecia? El paseo que siempre soñaste por sus canales y un añadido que te encantará. Porque si al agua sumas un lugar como la Basílica de San Marcos, ¡te quedan unas horas simplemente perfectas! Entonces, ¿vienes con nosotros? ¡Te estamos esperando!

Quedaremos en la plaza de San Marcos, la más conocida de Venecia y punto de partida de la ciudad. Un comienzo de altura, tanta, como la de Il Campanile, el campanario que ‘vigila’ toda la ciudad y se levanta sobre el resto de edificios. Pero nuestra primera parada será justo al lado, en la Basílica de San Marcos. 

Los mosaicos dorados y los dos mástiles de la entrada te darán una buena pista del poder de la ciudad. Accederemos al interior para subir al museo del primer piso, donde los frescos del techo dejan de tener secretos, ya que los vamos a tener muy de cerca. Pero esto no es todo. ¿Sabes qué son los Caballos de San Marcos? Cuenta la leyenda que… Bueno, ¡ven y descúbrelo, no queremos desvelarte nada!

Antes de terminar nuestra visita a la Basílica, saldremos a la terraza del primer piso para ver unas vistas preciosas de Venecia y toda la Plaza de San Marcos. Por supuesto que los canales son protagonistas de esta panorámica. Precisamente, hacia ellos nos vamos. La Venecia más auténtica en el plan más típico de la ciudad: ¡Pasajeros a bordo, nos subimos a una góndola!

Con el suave aroma y la tranquilidad de los canales, serpentearemos por toda Venecia. Saldremos al Gran Canal para ver la fachada del Palacio Ducal y pasar bajo sus icónicos puentes. El de la Academia, el de la Constitución o el de Rialto. ¿Hay algo mejor? Pero además de esto, habrá que entrar también por otros ‘secundarios’.

Será la mejor manera de descubrir callejones ocultos y lugares tan increíbles como el Puente de los Suspiros, que une el Palacio Ducal con la antigua prisión, o disfrutar de las románticas terrazas a pie de agua que nos llevan hasta los edificios más clásicos de la ciudad. Del corazón a sus alrededores, no te quedará nada por conocer. ¡Ponte cómodo y disfruta, del resto nos ocupamos nosotros!