Free tour Venecia Imprescindible

Venecia no siempre fue una joya flotante.
Sus primeros habitantes llegaron huyendo, escapando de ataques e invasiones. Aun así, levantaron una ciudad que acabaría dominando el Mediterráneo. ¿Quién lo diría al pisar por primera vez sus callejones húmedos y tranquilos? En este recorrido por lo esencial de Venecia no hablaremos solo de arte y arquitectura: también contaremos por qué esta ciudad fue, y sigue siendo, un símbolo.

Empezamos en lo alto, literalmente. La Galería dell’Accademia nos da el contexto y las vistas. Al cruzar el puente del mismo nombre, hablamos de cómo se pasa de la madera al mito sin perder el equilibrio.

Muy cerca está la iglesia de San Vidal, donde la música aún resuena, aunque ya no suenen misas. Luego llegamos al Teatro La Fenice, que ha ardido más de una vez… y siempre ha vuelto. Por algo lo llaman así, ¿no?

Nos adentramos después en el corazón de la ciudad: la Plaza de San Marcos. Aquí cada edificio tiene algo que decir. Que se inunda, sí. Que hay pasarelas, también. Pero lo que de verdad importa es lo que se siente al estar allí. El Campanile se alza como vigía. Justo enfrente, la Basílica de San Marcos guarda reliquias, leyendas y algún que otro robo histórico. Dicen que un pasadizo la conecta con el Palacio Ducal. Tú decides si creértelo.

Y como la belleza en Venecia siempre tiene un reverso, cerramos el paseo junto al Puente de los Suspiros. Porque aquí, hasta los condenados tenían vistas.

Venecia no se entiende de golpe. Se va desvelando, entre reflejos, mármol y callejones.