Free tour por Trinidad

El recorrido comienza frente al hotel Grand Iberostar Trinidad, en pleno centro de esta joya colonial del sur de Cuba. Su fachada ya muestra los rasgos típicos de la arquitectura trinitaria: balcones de hierro forjado, muros pastel y ventanas protegidas por celosías de madera. Desde este punto, el grupo se adentra en las calles adoquinadas que han permanecido prácticamente intactas desde la época colonial.

La primera parada tiene lugar frente a la iglesia de San Francisco de Paula, antiguo centro de culto franciscano que marcó la vida espiritual de la región durante siglos. No muy lejos se encuentran las ruinas del teatro Brunet, símbolo de la riqueza cultural de la villa en el siglo XIX, y la Casa de la Cultura, donde todavía hoy los trinitarios se reúnen para bailar salsa al atardecer, manteniendo viva la tradición local.

El paseo continúa hacia la plaza mayor, corazón histórico de la ciudad, rodeada de majestuosas casonas coloniales, palacios reconvertidos en museos y calles enmarcadas por palmas reales. En este entorno se visita la galería de arte Amelia Peláez, espacio que expone el talento contemporáneo de artistas cubanos en diálogo con el pasado colonial que la envuelve.

En una pausa muy esperada, el grupo entra a un local tradicional para conocer y probar la famosa canchánchara, bebida típica elaborada con ron, miel y limón, herencia de los primeros luchadores independentistas cubanos. El recorrido continúa hasta la iglesia de San Francisco de Asís, cuya torre amarilla sobresale como icono visual de Trinidad.

La ruta finaliza tres horas después en la plaza de Santa Ana, un lugar cargado de historia donde se conservan los restos de la antigua cárcel colonial.

Entre leyendas, muros y plazas, Trinidad revela su esencia con cada paso.