Desde Santander: Excursión a Santillana del Mar, Cueva de Altamira y Potes

Desde el legado medieval de Santillana del Mar hasta el arte prehistórico de Altamira y la belleza montañosa de Potes, cada parada de este recorrido te hará viajar en el tiempo y conectar con la esencia más auténtica del norte de España.

La aventura comienza con un cómodo traslado en autobús desde Santander. Nuestra primera parada será Santillana del Mar, una villa que parece detenida en el tiempo.

Sus calles empedradas, casonas solariegas y la majestuosa Colegiata de Santa Juliana crean una atmósfera única que parece sacada de un cuento. Aquí dispondrás de tiempo libre para pasear a tu ritmo, admirar sus construcciones históricas y, si lo deseas, disfrutar de un desayuno en una de sus acogedoras cafeterías.

Continuaremos nuestro recorrido hacia un lugar icónico de la prehistoria: la Cueva de Altamira. La entrada está incluida, permitiéndote explorar la famosa neocueva, una fiel reproducción que utiliza tecnología avanzada para preservar la fragilidad del yacimiento original. Además, visitaremos el Museo de Altamira, que alberga una fascinante colección sobre el arte y la vida en el Paleolítico.

Tras contemplar las pinturas rupestres, declaradas Patrimonio de la Humanidad, nos dirigiremos hacia el corazón de los Picos de Europa.

De camino, cruzaremos el imponente desfiladero de la Hermida, el más largo de España con 22 kilómetros de longitud. Este paso natural, flanqueado por abruptas paredes rocosas que se elevan hasta 600 metros de altura, ofrece vistas espectaculares. A lo largo de su recorrido, es común avistar diversas especies de aves planeadoras que habitan en los bosques circundantes.

Al llegar a este pueblo, declarado Bien de Interés Cultural, comprenderás por qué fue elegido en 2020 como el pueblo de interior más bonito de España. Sus calles empedradas, casas con balcones de madera y ambiente medieval crean una postal perfecta, enmarcada por las majestuosas montañas cántabras.

Durante el tiempo libre para el almuerzo, puedes aprovechar para probar el famoso cocido lebaniego, un plato tradicional que, al igual que el pueblo, captura la esencia de la región. Con su mezcla de garbanzos, carnes y embutidos, es un manjar que reconforta tanto el cuerpo como el alma.

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