Free tour por los misterios y leyendas de Salamanca

Mientras cae la noche, recorrerás la cara menos visible de Salamanca.
Entre luces tenues y fachadas centenarias, saldrán a tu paso historias que no siempre se cuentan en voz alta.

Empezarás en la plaza del Poeta Iglesias, centro de paso durante el día, pero primer umbral hacia una ciudad mucho más ambigua cuando cae la luz.

Verás cómo la Torre del Clavero se recorta sobre el cielo oscuro. Antigua torre defensiva, escenario de conflictos, de silencios impuestos. La piedra no olvida.

Frente al Convento de San Esteban, conocerás relatos de inquisidores, pactos y apariciones. Algunos aseguran que, al caer la noche, algo se mueve entre los arcos del claustro. Algo que no camina.

En la Cueva del Demonio, según la tradición, el mismísimo Diablo impartía clase. Siete alumnos entraban. Seis salían. Lo que ocurrió ahí abajo... no siempre se explica igual.

Más adelante te encontrarás con el Huerto de Calixto y Melibea. Aquí se sitúa el drama amoroso que siglos después sigue dejando preguntas sin respuesta. Amor, traición, y la presencia constante de la Celestina, que nunca parece marcharse del todo.

A los pies de la Catedral, verás que no todo está en las alturas. Los símbolos más inquietantes a veces se esconden a ras de suelo, junto a portadas olvidadas.

Pasarás por las Escuelas Mayores, donde generaciones de estudiantes dejaron rastro. Algunos visibles. Otros ocultos en relieves, marcas y supersticiones que aún recorren los muros.

En la Casa de las Conchas, te detendrás ante una fachada que siempre parece esconder algo. Tesoros perdidos, castigos secretos, sótanos sellados sin explicación.

Y antes del último paso, llegarás a la Plaza de las Úrsulas. Silenciosa, discreta. Pero no inofensiva. Aquí el tiempo no corre, espera. Algunas historias no se olvidan. Solo se quedan quietas, como si te observaran desde dentro.

No hará falta correr. Solo mirar con atención. Escuchar lo que nadie está diciendo. No todo el misterio está en las leyendas. A veces, está en cómo las miras.