Elevándose por encima del centro histórico de Málaga, la Alcazaba es una antigua fortaleza que data del siglo I y que ha resistido al tiempo para defender la ciudad de sus múltiples invasores e imperios a lo largo de la historia. Era un punto de vista clave para detectar a cualquier posible invasor, y hoy ofrece a sus visitantes unas vistas increíbles del mar y de la ciudad.
Empápate de la historia de la Alcazaba de Málaga y disfruta de las vistas y del ambiente. Camina a través de sus ruinas y descubre la Puerta de la Bóveda, el paso de entrada a la ciudadela; la Puerta de las Columnas, llamada así por las antiguas columnas romanas que se utilizaron para su construcción; la Torre de Cristo; la Plaza de Armas y sus múltiples jardines, salpicados de fuentes y rincones llenos de color. Y, por supuesto, el Palacio o Cuartos de Granada, con patios abiertos, arcos califales, columnas de mármol…
Visitar la Alcazaba de Málaga es una oportunidad para experimentar el antiguo Al-Andalus. La Alcazaba de Málaga fue capturada por gobernantes del Imperio Nazarí, los mismos que construyeron la Alhambra de Granda, y la convirtieron en un lugar todavía más bonito para que la élite gobernante viviera y disfrutase de sus salones y jardines. Más tarde, la Alcazaba se unió al vecino Castillo de Gibralfaro.
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