Excursión a Nazaré y Óbidos desde Lisboa

Una vez reunidos con el guía nos pondremos en carretera. Nuestra primera parada será en Óbidos. Esta es una auténtica aldea medieval en la que el tiempo parece haberse detenido.

Pese a ser muy pequeño es Patrimonio Nacional ¡y motivos para ello no le falta! Entre las visitas que hay que hacer en Óbidos se encuentran, entre otros, la Porta da Vila, un balcón revestido de azulejos; sus murallas, las que podemos subir para obtener una de las mejores panorámicas de Óbidos.

El Castillo de Óbidos, que es una de las Siete Maravillas de Portugal; el Acueducto, de más de tres kilómetros de largo o la Laguna de Óbidos, el lago salado más grande de Portugal.

Pero si queremos hacer algo típico, no podemos dejar de pasear por su Rua Dereita. Aquí iremos encontrando numerosas tiendas en las que hacernos artesanía local, o souvenirs y podremos probar la típica Ginjinha, licor de guindas ¡pero servida en vasos de chocolate!.  

Nazaré, nuestro próximo destino, es un pequeño pueblo de pescadores en el que lo que manda es la tradición. La tradición y el surf… Gracias al llamado Cañón de Nazare, gracias al que se han registrado las olas más grandes del mundo, este pueblo no solo es bonito, es una de las paradas en la ruta mundial del surf.

Es de tanta relevancia esta plaza, que ya es legendaria la ola que, con más de 30 metros, surfeó Garret McNamara. Era el mes de enero del año 2013, y el hawaiano se convertía en historia viva.

Pero Nazaré no es solamente salitre y tabla. Es un precioso pueblo de pescadores que han sabido cuidar del entorno y de la tradición. Entre sus imágenes más típicas se encuentran sus barcos, sus infatigables vendedoras de frutos secos con sus vistosos ropajes, o sus jureles.

Si queremos una de las mejores vistas de Nazaré, hay que ir a Sítio, al Mirador de Subero. Una vez finalice el tiempo libre del que dispondremos, regresaremos a Lisboa.  No te pierdas dos de los mejores rincones de Portugal ¡y corre a reservar tus plazas!