Uno de los mayores atractivos son los cañones del Sil, que ofrecen un espectáculo natural sin igual. Además, la viticultura es otro de los tesoros que hacen de este destino un lugar imprescindible para los amantes del buen vino y los entornos rurales.
Desde rutas de senderismo que recorren las riberas de los ríos hasta visitas a bodegas que te permiten degustar los vinos de la región, cada experiencia ofrece una oportunidad para conectar con la autenticidad de Galicia.
Estos son algunos de los atractivos más destacados si todavía no tienes claro qué visitar en la Ribeira Sacra.
Cañones del Sil: un paisaje inolvidable
Estos profundos desfiladeros, tallados por el río a lo largo de millones de años, alcanzan su máximo esplendor en el tramo que recorre la Ribeira Sacra. Existen varios miradores desde donde se pueden apreciar las imponentes vistas, como el Mirador de Cabezoás, el Mirador de Cividade o el Balcón de Madrid.
Para una experiencia más cercana al río, es recomendable realizar un recorrido en catamarán, que permite navegar entre las paredes de los cañones mientras se contempla la belleza del entorno.
Monasterios de la Ribeira Sacra: riqueza espiritual y arquitectónica
La Ribeira Sacra es conocida por la concentración de monasterios y templos románicos que se encuentran a lo largo de su geografía, muchos de ellos ubicados en lugares idílicos.
Entre los más destacados se encuentra el Monasterio de Santo Estevo de Ribas de Sil, un majestuoso conjunto arquitectónico que hoy en día funciona como parador.
Fundado en el siglo VI, es uno de los más importantes de la zona, con una iglesia románica y un claustro gótico que reflejan la evolución artística de la región.
Otro lugar imprescindible es el Monasterio de Santa Cristina de Ribas de Sil, enclavado en un paraje aislado y rodeado de un denso bosque de castaños. Su iglesia románica, de líneas sobrias y elegantes, y el impresionante rosetón de la fachada son testigos de la fe que impregnó la vida monástica en esta zona durante siglos.
No podemos olvidar el Monasterio de San Pedro de Rocas, considerado el más antiguo de esta comunidad autónoma. Este peculiar templo, excavado en la roca, destaca por su simplicidad y por las huellas que el tiempo ha dejado en sus paredes.
Viñedos en terrazas y bodegas: un espectáculo para todos los sentidos
La Ribeira Sacra es también sinónimo de vino, especialmente del conocido vino de Amandi, una de las subzonas con denominación de origen de la región.
Lo que hace especial a los viñedos de la Ribeira Sacra es su disposición en terrazas, una técnica agrícola milenaria que permite cultivar las vides en las empinadas laderas de los ríos Miño y Sil.
Este sistema de cultivo, conocido como viticultura heroica, no solo produce vinos de gran calidad, sino que también contribuye a la conservación del paisaje. Visitar alguna de las bodegas de la región es una experiencia altamente recomendada.
Aquí podrás conocer de primera mano el proceso de elaboración del vino, desde la vendimia hasta la crianza, y disfrutar de catas que te permitirán apreciar los diferentes matices y aromas.
Rutas de senderismo: naturaleza en estado puro
Uno de los senderos más populares es la Ruta del Cañón del Sil, que recorre parte de los desfiladeros del río Sil y ofrece vistas espectaculares.
Otro de los motivos para viajar a la Ribeira Sacra es acercarte a la ruta de los Viñedos de Amandi, que te permitirá caminar entre los viñedos en terrazas mientras disfrutas de la tranquilidad del entorno rural.
Para una experiencia más relajada, puedes optar por la Ruta de los Monasterios, un recorrido que conecta varios de los monasterios a través de caminos que serpentean entre bosques y campos.
Castro Caldelas: historia y tradición
Finalmente, no puedes dejar de visitar el Castillo de Castro Caldelas, una fortaleza medieval que domina el paisaje desde lo alto de una colina.
Perfectamente conservado, ofrece una visión fascinante de la evolución militar y feudal. Además, el pueblo homónimo, con su casco antiguo de calles empedradas y casas tradicionales, es un lugar ideal para pasear y descubrir la vida rural gallega.
Visitar la Ribeira Sacra en 3 días: el itinerario perfecto
Si decides realizar una escapada de varios días, te recomendamos el siguiente itinerario con los imprescindibles:
El primer día puedes dedicarte a explorar los impresionantes cañones del Sil, con sus miradores panorámicos como el de Cabezoás o el Balcón de Madrid, que ofrecen vistas espectaculares del desfiladero.
Completa la jornada con una visita al Monasterio de Santo Estevo de Ribas de Sil, donde podrás admirar su arquitectura románica y disfrutar de un entorno lleno de serenidad.
El segundo día, recorre la Ruta de los Monasterios, visitando lugares como el Monasterio de Santa Cristina de Ribas de Sil y el Monasterio de San Pedro de Rocas, ambos enclavados en paisajes naturales de gran belleza.
Por la tarde, acércate a los viñedos de Amandi para conocer la viticultura heroica de la región y reserva una cata de vinos o súbete al tren enoturístico. En el tercer día, dirígete al encantador pueblo de Castro Caldelas, pasea por sus calles empedradas y visita su castillo medieval, un excelente broche final para un viaje lleno de naturaleza y cultura.
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