Ferry a la Isla de Lobos

¿Sabes por qué a la Isla de Lobos se le conoce con este nombre? Tal vez una visita logre despejar todas tus dudas. Una visita es entrar al paraíso de las Islas Canarias. Un entorno virgen y al natural en el que vas a pasar uno de los mejores días de tus vacaciones. ¿Embarcas con nosotros? 

Saldremos desde el puerto de Corralejo, que se encuentra a escasos minutos. ¿Alguna vez te has parado a ver las tonalidades del Atlántico? ¡Hazlo cómodamente en nuestro ferry! Pero no te despistes demasiado, rápidamente comenzarás a ver los paisajes y tonalidades de la costa de la isla. Del azul turquesa a un verde esmeralda que hay junto al puerto. ¡Llegamos!

Actualmente, en la Isla de Lobos viven cuatro personas. ¡Literalmente! ¿Sabías que aquí nació una de las escritoras más ilustres de la historia de España? Josefina Plá. Su estatua, de hecho, nos dará la bienvenida al bajar del barco. A partir de ahí, diseña el día a tu manera. Te recomendamos ir hasta el centro de visitantes y diseñar así tu propio itinerario. 

Acuérdate de llevar agua y comida, ¡es una isla virgen! Pero también ropa y calzado cómodo. Además, como no vas a poder resistirte a darte un chapuzón en sus playas, lleva ropa de baño y toalla. ¡Todos al agua!

La Playa de la Concha es ideal para relajarse, y está muy cerca de un antiguo pueblecito de pescadores precioso. Además, desde allí se puede ver la costa de Fuerteventura y las Dunas de Corralejo. ¡Una postal exquisita!

El volcán "La Caldera" y sus 127 metros de altura son el techo de la isla. Puedes subir hasta arriba y ver todos los encantos de Lobos. O si lo prefieres, te recomendamos ir hasta el Faro Martiño. Su colorido te sorprenderá, y su importancia también. Cerca de allí se encuentran Las Lagunitas. ¿Cuántas especies crees que serás capaz de diferenciar? ¡Te adelantamos que hay más de 100!

Además, como el número de visitantes al día es limitado, la gestión de autorización de visita va de nuestra parte, ¡olvídate del papeleo! También el seguro obligatorio y las tasas e impuestos portuarios. ¡Todo por y para tu comodidad! ¿Qué más se puede pedir? ¡Pasajeros a bordo!