Visita guiada por el Palacio Pitti y la Galería Palatina

Si se dice que Florencia es un museo al aire libre es por joyas como el Palacio de Pitti, que en su interior guarda espacios como la Galería Palatina, para viajar a la época renacentista.

Lo que hoy es un museo sensacional, en el pasado arrancó como una residencia privada, que se levantó por orden del famoso banquero Luca Pitti. Esta iba a ser su residencia y también la de su familia, y así fue durante varias décadas. La familia Médici, de la que Pitti era íntimo amigo, se hizo durante unos años con la construcción.

Este palacio también fue un importante centro militar para Napoleón o una residencia lujosa y exclusiva de los Reyes de Italia. Precisamente, el monarca Víctor Manuel III de Italia fue quien lo acabó donando al pueblo a principios del siglo XX, momento en el que sus puertas se abrieron a todo el público. Desde entonces, es uno de los museos más relevantes de Florencia.

Pasaremos por los Apartamentos Reales, en los que vivieron los Médici, los Lorena o el Rey de Italia. Lo hicieron entre oro, esculturas renacentistas y cuadros barrocos de las firmas más exclusivas de la historia.. El complejo alberga más de una decena de habitaciones en las que, aparte del arte, los muebles de la época logran ambientar la habitación y llevarte al siglo XIV.

Nos moveremos por el ala izquierda del palacio, en la que esta Galería Palatina es el espacio más bonito, valioso y monumental. Más de medio millar de cuadros y obras de arte se reparten en 28 habitaciones y conforman una de las colecciones privadas más importantes del mundo.

Allí verás arte renacentista, con Botticelli, Tiziano, Rubens o Caravaggio como grandes anfitriones. Pero también obras maestras de siglos anteriores, como La Virgen y el Niño o Episodios de la vida de Santa Ana, de Filippo Lippi, o San Juan Bautista niño, de Andrea del Sarto.

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