Tour Castillo de Edimburgo

El Castillo de Edimburgo se construyó en el siglo XII, en recuerdo de la reina Margarita, es por ello que estamos ante el castillo más antiguo de Escocia. En el nació el primer rey de los escoceses, Jacobo IV, hijo de María Estuardo. Ha sido fortaleza, palacio, cárcel, arsenal y hoy, un auténtico museo de museos. Por su ubicación, en lo alto de la cima de un volcán extinto, siempre tuvo fines defensivos y de vigía y solo recientemente ha sido dedicado a fines puramente civiles.

Desde la Royal Mile subiremos hacia la explanada del castillo y aquí, antes de entrar, vamos a disfrutar de una pequeña reseña histórica del lugar. Es, precisamente en una esquina de esta explanada donde está el pozo de las brujas -Witches’s Well-, para recordarnos la época de la quema de brujas.

Una vez dentro, vamos a detenernos en varios de sus puntos más importantes. Uno de ellos es la capilla románica de Santa Margarita, que se erigió en memoria de la madre de David I y que es, ni más ni menos, el edificio más antiguo de la ciudad. El Monumento Nacional de los caídos de Escocia, otro de sus rincones emblemáticos, recuerda a todos los que cayeron desde la I Guerra Mundial.

En el castillo hay dos prisiones en las que, aún hoy, se puede recrear la vida y las condiciones en las que los presos cumplían su condena. Aún sobreviven marcas y “graffitis” originales de los presos. También hay tres museos, el Museo de la Historia de la Guerra, el Royal Scots Dragoon Guards Museum y el Royas Scots Regimental Museum dedicados, respectivamente, a los capítulos bélicos del país, al cuerpo de élite Royal Scots Dragoon Guards y a la historia del regimiento. 

Como veremos aquí se sucedieron batallas, asedios e invasiones, pero, a pesar de todo eso, aquí también hay lugar para otras historias. Es el caso de las Joyas de la Corona, que se exponen en una de sus salas. Son las joyas más antiguas de Gran Bretaña y se componen de la Corona, la Espada del Estado y el Cetro.

Con todo esto los reyes eran investidos, así que el valor de la historia es impresionante. En esta exposición también se muestra la “Piedra del Destino”, que empezó a formar parte del ritual de coronación desde que la utilizara Eduardo I, aunque si… ¡Es una piedra!

Muestra de la vida de los monarcas son el Gran Salón y el palacio real. El primero, que se puede visitar, fue el espacio elegido para los eventos más importantes y las ceremonias y por el segundo se encuentran las dependencias de los reyes y las reinas de Escocia.  Uno de los lugares más curiosos del castillo es el cementerio de perros, donde se enterraron las mascotas de los soldados desde el año 1840. Es un lugar que siempre arranca una sonrisa

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