Experiencia culinaria por Cracovia

Este sabroso tour comienza frente a la Basílica de Santa María, en el Mercado Principal. Este será lugar de encuentro con nuestro guía. También será aquí, donde probaremos uno de los clásicos en comida rápida polaca, el zapiekanka. Consiste en un sándwich que se cubre con champiñones, con queso y son tomate, esta fue una idea que llega desde la época comunista de Polonia. Curiosidades que, en esta parada y en las siguientes, vamos a poder disfrutar con nuestros guías. 

El mercado de abastos es una de las paradas obligadas. Nos pararemos aquí para probar los embutidos y los quesos locales. Embutidos ahumados, salchichas y quesos (Polonia es el sexto productor de quesos más grande del mundo) forma esta prueba que, además, es una de las más presentes en los hogares del país. Para acompañar esto, y que sepa aún mejor, tendremos esperando una copa de vino.

Desde aquí saldremos hacia un restaurante para tomar una sopa polaca. Las sopas son uno de los platos más típicos, hay quien dice que hay, ni más ni menos, 365 recetas de sopa polaca, una para cada día del año. En nuestro caso podremos elegir entre dos y mientras la tomamos seguiremos ahondando en la historia y entendiendo la importancia de este plato, tanto por contundencia, como por su coste. Tras la sopa, tres tipos de pierogi. Los pierogi son el palto típico polaco por excelencia. Son unos raviolis, unas empanadillas que se hierve, y que se rellenan de diferentes ingredientes y de diversas verduras.

¿Cómo acaban las comidas? Efectivamente, en el postre. Nos toca entonces un bocado dulce, un postre típico de Polonia que será el colofón perfecto, y riquísimo, a nuestra comida. Pero esto es Polonia, aún nos queda un pequeño paso más…en uno de los bares más famosos del centro de Cracovia probaremos, ¡cómo no!, un auténtico vodka polaco.

Si te apetece probar algunos de los platos más típicos de Polonia, no te despistes ¡y reservar ya!