Excursión a Rabat desde Casablanca para cruceristas

Rabat es una ciudad que nunca deja de sorprender. Abrazada por el Atlántico, la capital de Marruecos combina a la perfección la tradición y esencia del país con una mentalidad occidental. Patrimonio de la Humanidad, este destino es un remanso de calma y tranquilidad. El sitio perfecto para conocer durante tu travesía en crucero por el Atlántico. ¿Te apetece?

Te lo preparamos todo para que sea atracar con tu crucero en Casablanca e inmediatamente poner rumbo a Rabat. Tendrás que confirmarnos el número del barco en el que llegas, y un transporte te esperará en el puerto de Casablanca listo para recogerte y salir hacia el norte.

Cuando llegues a Rabat, un guía local experto te estará esperando para mostrarte todos los rincones de la ciudad. Las puertas de este destino y su característico estilo islámico ya te darán una primera pista de las maravillas que te esperan. Conocerás la Kasbah de Oudaias, todo un laberinto de calles estrechas y empedradas y casas blancas con tonos azules. ¿Un viaje en el tiempo? ¡Esta ciudadela te lleva hasta el siglo XII!

Caminando hacia el corazón de Rabat, pararás en la Medina. Guarda multitud de tesoros escondidos en sus zocos, así que mantén los ojos bien abiertos para no perderte ninguno. Las tiendas de artesanía locales, las de cerámica, alfombras y joyería. ¡Hay de todo!

A los pies del Atlántico, la Torre Hassan se alza como una de las construcciones más majestuosas de la ciudad. ¡Y eso que está incompleta! Se trata de un antiguo minarete que seguro te resultará familiar, sobre todo si has visitado Sevilla. ¿Por qué será? Justo al lado se encuentra el mausoleo de Mohammed V, una muestra perfecta del arte musulmán.

Además, a los pies de la Torre Hassan también te encontrarás con otro de los monumentos más emblemáticos de la ciudad. Se trata de las ruinas de las 200 columnas que habrían sido los pilares de la mezquita que la torre iba a coronar. Saliendo del centro y poniendo la mirada en los alrededores de la ciudad, verás la imponente Necrópolis de Chellah, flanqueada por altas murallas que guardan los orígenes de la capital marroquí. ¡Es increíble!

Y si el cuerpo te pide recargar fuerzas… ¡Tenemos la solución perfecta! Por un extra, disfrutarás de un delicioso menú tradicional. ¡Riquísimo! Será justo antes de subirte de nuevo al vehículo para poner rumbo al puerto de Casablanca. Rabat es todo un tesoro por descubrir. ¿Te la vas a perder?