Ya brillan las luces, ya está el turrón copando los supermercados y se han empezado a preparar las listas de deseos y regalos navideños. La Navidad está a la vuelta de la esquina y, con las vacaciones acechando, es normal que entren las ganas de ver cómo se visten de gala otros destinos del mundo, tanto los más cercanos como los que nos harán subirnos a un avión para descubrirlos.
Si quieres saber dónde viajar en Navidad, estos destinos, entre los que se encuentran algunos de los mejores mercados navideños de Europa, harán que llenes tu mochila de momentos entrañables, sabores especiados y mucha, pero que mucha luz.
Alsacia
Seguro que has visto alguna vez las casas medievales con entramado de madera que caracterizan Colmar, y es que la región francesa de Alsacia es una joya durante todo el año; imagínatelo ahora iluminado con miles de coloridas luces, mercadillos que se extienden por las empedradas calles y paseos junto al río al ritmo de los villancicos navideños.
Colmar es, sin ningún tipo de duda, una de las ciudades navideñas más especiales del Viejo Continente.
No te pierdas un tour privado por Colmar en los meses de noviembre y diciembre para empaparte de su esencia navideña.
Estrasburgo, a pocos kilómetros de Colmar, con su típica arquitectura que combina influencias alemanas y francesas, viste de fiesta a su catedral y sus calles que, en combinación con el elegante río Rin, regalan una estampa navideña inolvidable.
El famoso gran árbol de Navidad en la Plaza Kléber y el Village du Partage reflejan el espíritu de compartir y ayudar, con múltiples asociaciones locales que recaudan fondos para causas solidarias. La región ofrece la "ruta de la Navidad en Alsacia", un recorrido de ensueño por varios pueblos iluminados y decorados, perfecto para explorar la magia navideña desde una perspectiva local.
Además de Colmar y Estrasburgo, otros pueblos de Alsacia, como Riquewihr y Eguisheim, se suman a la magia navideña con decoraciones que parecen sacadas de un cuento. Las callejuelas de estos pequeños pueblos, llenas de casas de entramado, se engalanan con guirnaldas, luces y decoraciones hechas a mano, permitiéndote pasar unas navidades bonitas y de lo más especiales.
Laponia
Si buscas a Papá Noel, lo encontrarás en su cabaña de madera entre árboles nevados, con los renos custodiando el trineo en plena naturaleza lapona. Rovaniemi es la ciudad de la Navidad en esta región del mapa, donde los niños envían sus cartas al anciano a través de la oficina de correos de Santa Claus y disfrutan de numerosos planes invernales.
Puedes cruzar la línea del Círculo Polar Ártico, desplazarte en trineo y conducir una moto de nieve por los terrenos helados antes de ir a visitar una granja de huskies y ver a los animales disfrutando en su entorno natural. Incluso el zoo de Ranua brilla con luz propia durante la Navidad.
Pero si hay algo que no puede faltar y que cada vez está más de moda en este punto al norte del mapa, es la posibilidad de ver las auroras boreales desde un iglú transparente. Al más puro estilo “glamping”, pero en plena Laponia finlandesa. ¿Quién da más?
En Laponia, además de Rovaniemi, el pueblo de Levi es otro sitio para visitar en Navidad que ofrece un entorno en el que experimentarla, rodeado de montañas y paisajes nevados, con alojamientos que combinan cabañas de madera y lujosas comodidades, así como actividades de invierno —pesca en hielo, esquí y snowboard en sus pistas—.
Para una experiencia auténtica, los visitantes pueden conocer a los Sami, el pueblo indígena de Laponia, y descubrir sus costumbres, aprender sobre la vida de los renos y probar platos tradicionales Sami. Además, en las noches claras, el cielo de Laponia se llena de estrellas y auroras boreales, ofreciendo un espectáculo natural inolvidable, perfecto para quienes buscan momentos de calma en medio de la Navidad.
Núremberg
Con su historia medieval, sus callejuelas iluminadas y el río Pegnitz como telón de fondo, Núremberg en Navidad se convierte en una experiencia mágica que reúne tradición, encanto y espíritu navideño.
La ciudad es uno de los destinos navideños más emblemáticos de Alemania, famoso por su ambiente tradicional y sus mercados, que están entre los más antiguos de Europa. El Christkindlesmarkt, situado en la Plaza del Mercado —Hauptmarkt—, es el corazón de las celebraciones navideñas y reúne a miles de visitantes cada año, destacando la figura del “Christkind”, interpretado por una joven de Nremberg que inaugura oficialmente el mercado con un discurso tradicional.
Para los pequeños está el Kinderweihnacht, un mercado navideño con un carrusel, un tren de vapor en miniatura y talleres de manualidades donde pueden hacer sus propias galletas y decoraciones, además de enviar sus propias cartas a Papá Noel.
Núremberg también ofrece una experiencia única en el Mercado de las Ciudades Hermanas —Partnerstädte-Markt—, que complementa a la perfección la atmósfera navideña de la ciudad. Ubicado cerca de la Plaza del Mercado, reúne productos y tradiciones de las ciudades hermanadas con Núremberg, brindando una Navidad con un toque internacional y diverso.
Aquí, los visitantes pueden encontrar una fascinante mezcla de artesanías y gastronomía de lugares tan variados como Venecia, Glasgow, San Carlos (Nicaragua) o Shenzhen. Además, en cada caseta los comerciantes ofrecen productos únicos de su cultura local, convirtiendo el paseo por este mercado en una pequeña vuelta al mundo navideña. Es como hacer varios viajes de Navidad sin salir de Núremberg.
Nueva York
Más allá de las ciudades navideñas de Europa, el continente americano también brinda opciones únicas para estas fechas. Además de la celebración del Año Nuevo en Times Square, con la ya emblemática bola gigante que cae dando la bienvenida al nuevo calendario, Nueva York se emperifolla como ninguna otra urbe en la época navideña, con luces, adornos y escaparates donde los tonos dorados y plateados son protagonistas.
Entre los mil y un barrios que decoran sus casas y calles, Dyker Heights —en Brooklyn— destaca por hacerlo como hemos visto, repetidamente, en las películas temáticas de la televisión. Son más de 100 las casas que brindan, a quienes se acercan a disfrutar del espectáculo, un sinfín de juegos de luces, figuras animadas, decoradas balaustradas, árboles y belenes.
Esta opción podría convertirse en ruta navideña al combinarse con el espectáculo de luces de Hudson Yards, un paseo más céntrico para descubrir las decoraciones de Rockefeller Center y Bryant Park, o una tarde de compras por los mercados de Brooklyn y Union Square.
Además de los lugares más icónicos, Nueva York cuenta con el festival de luces en el Jardín Botánico de Brooklyn, un recorrido nocturno entre jardines decorados con miles de luces. También se celebra el espectáculo de Radio City Music Hall protagonizado por las Rockettes, uno de los shows más clásicos de la Navidad en Nueva York, que incluye números de baile, música y una representación del nacimiento de Jesús.
Madrid
Puerta de Sol y Nochevieja madrileña aparte, la capital española no escatima en propuestas navideñas para los meses de noviembre y diciembre.
El mercado de la Plaza Mayor crece cada año, además de contar con alternativas temáticas como el ya imperdible mercado de la Plaza de Santa Cruz, con objetos de broma, caretas, pelucas, juguetes, zambombas y otros objetos originales que dan un giro a los tradicionales souvenirs.
En una ciudad donde los barrios tienen su propia vida, las pistas de hielo de Colón, Plaza de España, palacio de Cibeles y Colón ofrecen planes únicos para las tardes más fresquitas. En este último, las exhibiciones deportivas llevarán el espectáculo navideño a otro nivel.
Además de los mercados y pistas de hielo, Madrid también cuenta con su espectáculo de luces navideñas en el Jardín Botánico, una experiencia inmersiva donde se puede pasear entre árboles y esculturas iluminadas. Y, más allá de esto, las calles de la ciudad brillan con miles de bombillas, brindando fachadas de película y hasta una bola gigante de Navidad que puedes ver paseando con este free tour navideño por Madrid.
Bratislava
Entre las ciudades navideñas de Europa, hay nuevas propuestas que aparecen pisando fuerte y poniéndose al nivel de los ya considerados destinos navideños. Es el caso de la capital eslovaca, que este año brinda a locales y turistas una amplia amalgama de puestos de artesanía local en sus mercadillos navideños.
El castillo de Bratislava, una de las construcciones más emblemáticas de la ciudad, también se viste de Navidad y ofrece vistas panorámicas de la ciudad y el río Danubio iluminados.
Además, la catedral de San Martín, cerca del casco antiguo, se engalana para las fiestas y es el escenario de varios conciertos navideños. Entre las delicias locales en los mercadillos, los visitantes pueden probar el lokša, un pan de patata tradicional, y el medovníky, una galleta de miel decorada especialmente para la Navidad.
Al ritmo de villancicos eslovacos, tradiciones bratislavas y decoraciones llamativas, un paseo por la ciudad del Danubio se presenta como un plan navideño irresistible y original a partes iguales. Imagina los reflejos de la Navidad en los Pequeños Cárpatos y la ciudad iluminada desde lo alto del castillo: esta ciudad, cuyo casco antiguo es solo peatonal, expira esencia navideña por todos sus costados. ¡Descubre Bratislava en Navidad!
Budapest
La capital húngara no iba a ser menos en este listado de ciudades para visitar en Navidad. A pesar de las bajas temperaturas que reflejan los termómetros, el calor y encanto de las calles en esta temporada anima a cualquiera a acercarse a la ciudad en esta época festiva.
Uno de los lugares clave es la Plaza de Vorosmarty, que alberga el mercado navideño más famoso de la ciudad, con casetas de madera decoradas que ofrecen, entre un sinfín de cosas, especialidades locales como el chimney cake, un dulce húngaro cocido al fuego que se adorna con azúcar y canela. En países vecinos, por ejemplo, en Praga, lo puedes encontrar bajo el nombre de trdelník. Muy cerca, en la Basílica de San Esteban, se celebra otro mercado popular que cuenta con un espectáculo de luces proyectado sobre la fachada de la iglesia.
¿Sabías que los húngaros celebran la Navidad el día 6 de diciembre con los pequeños dejando sus zapatos en la ventana para recibir algún detalle y que con eso se da inicio a la temporada navideña en Hungría?
La pista de hielo en el Parque de la Ciudad, una de las más grandes de Europa al aire libre, es un imprescindible para quienes buscan patinar con vistas al Castillo de Vajdahunyad, que también se ilumina para la ocasión. Para moverte entre un punto y otro de la ciudad, te recomendamos utilizar los tranvías decorados con miles de luces LED, que no solo son un espectáculo en sí mismos, sino que te acercan a otros monumentos de ensueño, como el Parlamento, el Puente de las Cadenas y el Danubio.
El mercado navideño de la Plaza de San Esteban no solo es conocido por su espectáculo de luces, sino también por su pista de patinaje para niños frente a la basílica, lo que lo convierte en un plan ideal para familias. Además, en la Plaza Deák Ferenc, se encuentra una villa navideña con decoraciones y actividades para niños, ofreciendo desde talleres de manualidades hasta cuentos en vivo.
Quebec
La ciudad más navideña de Canadá te espera con numerosas tradiciones y mercadillos navideños. Entre ellos, destaca el mercadillo alemán, con gran cantidad de cabañitas de madera que ofrecen opciones de artesanía, gastronomía —una tradicional fondue canadiense, salchichas alemanas o castañas asadas—, música en vivo, vino caliente en el Winterbar y diversión para todas las edades.
Si paseas entre las casetas, es probable que te encuentres a Santa Claus y al Krampus, y que veas representado el bien y el mal en este cuento navideño que traspasa fronteras y que también se narra, adaptándolo a los niños, en un teatro de marionetas.
En todo el territorio canadiense, un 8,1% de la población tiene origen alemán y, este mercadillo de Quebec surgió en 2008 con el objetivo de acercar esta tradición navideña europea a Canadá.
Y es que la Navidad en Quebec no es como las demás… Las casas bajas que caracterizan a la ciudad ofrecen una estampa entrañable, también decorada por la nieve, que es protagonista indudable del invierno canadiense.
Además de este famoso mercadillo navideño, la Plaza Real, que es el corazón histórico de la ciudad, o el Pasagge de la Batterie, también son lugares dignos de postal que se visten con las mejores galas en esta época del año. De regalo: las Montañas Laurentinas rodeando a la ciudad con sus mantos nevados.
Bruselas
La capital belga transforma su icónica Grand Place en un espectáculo navideño que deslumbra a cualquier visitante. Con un imponente árbol de Navidad y un espectáculo de luces y música que cubre toda la plaza, Bruselas es una de las ciudades más bonitas en Navidad y ofrece una experiencia única para los amantes de esta época. ¡Compruébalo con un free tour navideño único!
El mercado navideño de Winter Wonders se extiende desde la Grand Place hasta la Place Sainte-Catherine y abarca una gran variedad de puestos de artesanía, gastronomía y actividades para todas las edades. Además, uno de los elementos más emblemáticos de la ciudad en estas fechas es la rueda de la fortuna, que ofrece vistas panorámicas de Bruselas iluminada.
Entre especialidades locales como el vino caliente y los gofres belgas, el Winter Wonders incluye también una pista de hielo, paseos en carrusel y una atmósfera mágica que mezcla la arquitectura gótica de Bruselas con el espíritu navideño. En la casa de Papá Noel, los niños pueden dejar sus cartas y fotografiarse con él.
El barrio de Sainte-Catherine y el Mercado de Plaisirs d'Hiver ofrecen una gran variedad de actividades para todas las edades, incluyendo carruseles antiguos, casetas de artesanía y una pista de hielo. Y muy cerca de la Grand Place, la Rue des Bouchers es famosa por sus restaurantes y se decora de manera única para las fiestas.
Viena
Si hay una ciudad que presuma de contar con majestuosos palacios y de poner la excusa perfecta para visitarlos durante las fechas navideñas, es Viena, que ilumina sus residencias más monumentales cada mes de diciembre y añade en sus explanadas amplios mercadillos navideños. El Palacio Belvedere o el Palacio de Schönbrunn no faltan a la cita.
Además, la ciudad cuenta con hasta 12 mercadillos navideños en sus principales barrios y plazas. Si tuviésemos que quedarnos con alguno, sin duda sería el Mercadillo de la Plaza María Teresa, el del parque de atracciones Prater —que cuenta con música en vivo los fines de semana— y el de Alt Wiener, el mercadillo de Navidad más antiguo de Viena, donde cada tarde se oyen canciones de góspel en directo.
Además de los grandes mercadillos de Navidad por la ciudad, Viena se llena de música con los famosos conciertos de Adviento en la Karlskirche, donde coros y orquestas interpretan villancicos y música clásica navideña en un entorno monumental. En el Museo de Historia Natural, los visitantes pueden disfrutar de un mercadillo temático dentro de una estructura de madera inspirada en los antiguos pueblos austriacos, lo que añade una opción cultural a la experiencia navideña de la ciudad.
Praga
La temporada en la capital checa empieza cuando se ilumina su pasarela más famosa, el Puente de Carlos, que desde que empieza a brillar con fuerza en la noche de Adviento, da el pistoletazo de salida para los días festivos, convirtiéndola en uno de los mejores lugares para visitar en Navidad.
Sin salir del centro, los mercadillos de la Plaza de la Ciudad Vieja, junto al famoso Reloj Astronómico, y los puestos que se distribuyen a lo largo de la avenida de Wenceslao, ofrecen un amplio abanico de objetos y sabores navideños.
El río Moldava también es un punto único donde disfrutar la Navidad en la capital, ya sea cruzando una y otra vez sus numerosos puentes o a bordo de un crucero navideño, un plan que, tanto de día como de noche, refleja el espíritu navideño en estado puro.
En el Castillo de Praga también se organiza un mercado con productos artesanales en el patio principal. Al caer la noche, las vistas desde el castillo hacia el centro iluminado ofrecen una panorámica espectacular de la ciudad vestida de Navidad.
Otro rincón destacado es el barrio de Mala Strana, con calles empedradas que brillan bajo las luces y pequeñas tiendas que ofrecen artesanía checa y decoraciones navideñas, además de dulces como el perník (pan de jengibre) y el svarák, el vino caliente típico checo.
Copenhague
La capital danesa, además de sus peculiares casas coloridas, añade tonalidades navideñas a sus fachadas a través de guirnaldas de luces y otros objetos decorativos. Además de los mercadillos más famosos de la ciudad, si algo destaca en estas fechas es el Tivoli, el parque de atracciones más famoso de la ciudad, que viste todos sus rincones haciéndote sentir como si vivieras en un mundo navideño... ¿Te lo imaginas? Si no te quieres perder uno de los lugares más impresionantes de Dinamarca, este tour navideño con entrada al Tivoli hará las delicias de tu viaje a Copenhague.
Otra de las tardes por la ciudad tiene que estar acompañada de estos nombres: Kongens Nytorv, Højbro Plads y Nyhavn. Estos son los barrios en los que se dan cita los mercadillos navideños esenciales de la ciudad, que con preciosos árboles, puestos de comida y artesanía, y tradiciones culinarias, supondrán el paseo perfecto por las calles de la ciudad.
Renania del Norte-Westfalia
El estado más poblado de Alemania destaca por contar con algunos de los mercadillos navideños más bonitos del país, escapando un poco a los más conocidos de Núremberg, Dresden o Frankfurt. En Düsseldorf puedes pasear maravillándote con los edificios históricos, que este año resaltan gracias a los juegos de luces que se han implementado a tal fin.
Mientras paseas por la ciudad al caer la noche, en un romántico paseo a orillas del canal Kö-Graben, podrás pasar bajo el Dome of Lights, una impresionante cúpula iluminada que hará las delicias de cualquier tarde en esta ciudad navideña.
En el mercadillo de Old Town te esperan las tradiciones gastronómicas más sabrosas, por lo que, entre casetas de artesanía y recuerdos navideños, pinos naturales decorados al máximo y un ambiente que rebosa vida, podrás probar las típicas almendras garrapiñadas o el feuerzangenbowle, que le da una vuelta al típico glühwein.
Te recomendamos hacerlo después de disfrutar de un agradable viaje en la noria de Burgplatz, que no solo brinda una imagen entrañable a la plaza, sino que te permitirá ver el mercadillo desde las alturas.
En Colonia, el mercadillo de Navidad adorna la plaza de la catedral, quitándole protagonismo a la gran estructura. A su alrededor, cientos de casetas celebran la Navidad a través de decoraciones, juguetes y otros objetos típicos de la época.
Otros puntos de la ciudad que no escapan a la curiosidad de los visitantes en estas fechas son el Mercado de los Ángeles y el Nikolausdorf, el pueblo de Nikolaus (el Papá Noel alemán), situado entre Neumarkt y el moderno barrio belga, junto a la puerta de Hahnen. Si buscas una zona donde los pequeños disfruten y dejen volar su imaginación, qué mejor que esta. Si buscabas una ciudad bonita en Navidad que, además, es idónea para los niños, la tienes en el oeste alemán.
Luxemburgo
La capital del Gran Ducado ofrece una experiencia mágica que toma el nombre de Winterlights Festival, donde se encuentran desde mercadillos hasta actividades familiares, perfectas para disfrutar de una Navidad inolvidable.
Uno de los principales atractivos es la gran pista de hielo en Kinnekswiss Park, donde podrás patinar en un entorno natural rodeado de árboles y luces navideñas. Cerca, el mercado navideño de la Place d’Armes cobra vida con una amplia selección de productos artesanales, delicias locales y puestos decorados.
Sumándole música en vivo y gastronomía internacional, encontrarás el mercado de la Place Guillaume II, otra propuesta para disfrutar de la Navidad en Luxemburgo. Para los más pequeños, se relatan cuentos navideños interactivos en varias plazas de la ciudad, un plan perfecto para conocer personajes de la Navidad.
Además, los espectáculos de luces que se despliegan en la ciudad aportan un toque de ensueño a los paseos nocturnos entre castillos, plazas medievales y el impresionante casco antiguo —Patrimonio de la Humanidad—, que se convierte en un escenario ideal para quienes buscan disfrutar de un viaje navideño lleno de encanto europeo.
Estos destinos son los mejores sitios donde viajar en Navidades, tanto por su oferta cultural para todas las edades y el espectáculo visual que brindan —tanto de día como de noche—, como por las increíbles tradiciones que acercan a los visitantes a través de shows, mercadillos navideños y actividades de todo tipo.
Si esta Navidad quieres salir de España y hacer un viaje navideño, Europa está a un paso, y al otro lado del charco también hay un mundo por descubrir. Ahora queda la parte más difícil: quedarte con solo uno. ¿Podrás decidir? ¡Feliz Navidad y felices viajes!
