España

Las 15 joyas arquitectónicas de Barcelona

21 de julio de 2022

Los monumentos son una parada imprescindible en cualquier ciudad que se visite, y si hablamos de Barcelona, la cantidad de oferta disponible puede llegar a ser abrumadora. Quienes busquen conocer la Historia de la capital catalana, dispondrá desde iglesias, catedrales o casas hasta jardines y palacios, en una ciudad donde el modernismo se extendió en todo su esplendor.

Hoy vamos a hacer un recorrido por todas aquellas joyas arquitectónicas imprescindibles de Barcelona, así que si necesitas una lista de paradas, ¡Sigue leyendo!

El conjunto del Templo Expiatorio del Sagrado Corazón está inspirado en la arquitectura medieval.

España es un país muy rico en todos los sentidos. Desde hace siglos y hasta hoy día, se han construido edificaciones majestuosas que han maravillado a todo el mundo, tanto a los habitantes locales como a los visitantes. Hoy vamos a hacer un recorrido y selección de aquellos monumentos que todo el mundo debería conocer en la ciudad condal.

Sin más dilación, os presentamos las 15 joyas arquitectónicas de Barcelona. ¡Empezamos!

1. Casa Batlló

La Casa Batlló se trata de una obra realizada por Antonio Gaudí. Entre los años 1904 y 1906, Josep Batlló, un rico aristócrata le encargó su construcción en el paseo de Gracia como vivienda de lujo. Batlló estuvo viviendo con su familia en las dos plantas inferiores, mientras que las superiores se alquilaban como apartamentos.

El edificio se trata de un prodigio de diseño, ya que Gaudí se rodeó de numerosos artesanos de diversos gremios que aportaron sus talentos. La vida marina sirvió de inspiración para las fachadas exteriores, donde predominan los colores de corales naturales. El nivel de detalle se puede observar en cosas como la variación de tamaño de las ventanas dependiendo de la planta en la que estén, para tener la misma luz en cada habitación.

La Casa Batlló es una auténtica obra maestra de Gaudí.

En cuanto a las partes que nos podemos encontrar cuando crucemos sus puertas, el edificio consta de una planta baja, una principal con un patio, cuatro plantas más, un desván y un terrado. Los visitantes pueden hacer una visita guiada accediendo por una escalera privada que nos lleva hasta la Planta Noble, la antigua casa. Tras esto, la escalera de vecinos nos permite subir hasta un patio de luces con baldosas azules. 

Por último, nos encontraremos en el desván, el tejado y las chimeneas, una de las partes más famosas del edificio. Dentro, además, los turistas podrán encontrar una tienda de souvenirs, donde se venden una gran cantidad de productos y una colección de libros de Antonio Gaudí. La Casa Batlló es visitable todo el año.

2. La Sagrada Familia

Si hay un monumento en Barcelona conocido por todos, ese es la Sagrada Familia. La Sagrada Familia es una basílica imponente por fuera y sorprendente por dentro y que ha sido galardonada como Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Es la máxima expresión del modernismo, y por ello no sorprende a nadie que sea la parada predilecta de todos los turistas que visitan Barcelona.

Comenzada en 1882, su construcción sigue inacabada a día de hoy. Gaudí fue el artista que la creó, y dentro de 4 años, cuando se prevé que finalicen sus obras, habrán pasado 100 años desde su muerte. Su talento artístico es palpable por toda la enorme edificación, ya que el artista trabajó en ella durante la mayor parte de su carrera.

El Templo Expiatorio de la Sagrada Familia está considerado como la obra cumbre de Gaudí.

Uno de los elementos más característicos de la Sagrada Familia es su verticalidad, que se manifestará totalmente cuando se terminen de construir las 18 torres proyectadas por Antonio Gaudí. También destaca el simbolismo de sus tres fachadas principales, que fueron construyéndose progresivamente: la del Nacimiento, muy decorada, y la única que Gaudí pudo ver terminada; la de la Pasión, más austera y simplificada, y la de la Gloria, la más grande de las tres y que todavía se está construyendo actualmente.

Explora la Sagrada Familia a tu aire o con una visita guiada. Además, también es posible visitar una de las torres de la basílica. Eso sí, se aconseja encarecidamente sacar entradas con antelación, ya que suele ser un monumento muy concurrido.

3. La Pedrera (Casa Milá)

La Pedrera, también conocida como Casa Milá, es otra de las obras modernistas de Gaudí de principios de siglo XX. Podemos encontrarnos con ella en el paseo de Gracia, y podemos visitar su interior. El apodo de “La Pedrera” viene dado por el aspecto externo que tiene, donde principalmente se utiliza la piedra para el diseño de la fachada y los balcones. Desde su terraza, se ve la Sagrada Familia, su otra gran obra maestra. El edificio posee actualmente varios usos.

En el edificio comparten espacio un centro cultural, oficinas, zonas de visitas, exposiciones e incluso un edificio de vecinos. El comienzo de la creación data del año 1906, cuando el matrimonio Milá, una pareja adinerada, encargaron a Gaudí su construcción en el paseo para establecerse allí. Curiosamente, el edificio en un principio generó respuestas controversiales y de rechazo, ya que mucha gente se burlaba de su extravagante aspecto y formas.

Adéntrate en el mundo arquitectónico de Gaudí visitando la Casa Milà, conocida popularmente como La Pedrera.

Gaudí creó unas características formas ondulantes, innovando con planos curvos que culminan en unas fachadas de ornamento. Por encima de su extravagante exterior, destacan sus cubiertas, buhardillas y, en especial, su terrado, donde se encuentran treinta chimeneas que representan a unos guerreros petrificados, manteniendo el simbolismo religioso que caracteriza al artista.

Una de las terrazas más icónicas de Barcelona se encuentra aquí, donde las chimeneas y salidas de aire se adaptan a una terraza curva que funciona tanto como atractivo visual como funcional, ya que la luz incide de forma directa en todos sus patios. La Pedrera se puede visitar todos los días del año.

4. Basílica de Santa María del Mar

La Basílica de Santa María del Mar se considera el mejor y más completo ejemplo de arquitectura gótica en Barcelona. Construida en el siglo XIV entre 1329 y 1383, posee un interior muy alto que se sustenta en unas imponentes columnas de piedra.

La Guerra Civil española dejó su huella en el interior del templo, ya que los anarquistas prendieron fuego a su interior, y es por ello por lo que algunas partes están ennegrecidas. La basílica hoy en día es un monumento muy visitado por los turistas, algo provocado en cierta parte por la popularidad de la novela La Catedral del Mar, un best seller que distribuyó millones de ejemplares.

La Basílica de Santa María del Mar se encuentra en el Barrio Gótico de Barcelona.

La basílica también se conoce como la Catedral de la Ribera, y es uno de los ejemplos más característicos del estilo gótico, tanto por sus proporciones como por su plazo de construcción, mucho menor de lo habitual en la Edad Media. La basílica, contrariamente a lo que sucedía entonces, se construyó en tan solo 55 años en un estilo gótico catalán.

La iglesia, cuya construcción comenzó en 1329, se levanta sobre un antiguo anfiteatro romano. Este monumento pertenece exclusivamente a los feligreses de la zona del puerto y de la Ribera, ya que fue sufragada por ellos, con aportaciones directas o mediante su trabajo. La estructura de la basílica está compuesta por tres naves, con altas columnas de 13 metros, un espacio no superado por ninguna otra construcción medieval. Esto, junto con las numerosas vidrieras, le da a la estancia una gran amplitud. La entrada a la Basílica es gratuita todo el año.

5. Gran Teatre del Liceu

El Gran Teatre del Liceu, construido en el 1847, es un equipamiento cultural único en Barcelona y uno de los teatros de ópera más destacados y grandes de Europa. El Gran Teatre se construyó por Miquel Garriga i Roca en el barrio de las Ramblas. A diferencia de los teatros de la época, este se financió a través de aportaciones particulares a cambio del uso de palcos y butacas y no por la monarquía, como solía ser habitual. 

Han sido varias tragedias las que se han sucedido durante sus 150 años de historia, como un incendio en 1861 o el estallido de una bomba en 1893. Pero el más trágico fue el incendio de 1994, que destruyó la sala y el escenario por completo. Poco tiempo después comenzaron las obras de reconstrucción, que culminaron en 1999 con un edificio que reproduce la estructura del antiguo teatro y mantiene su personalidad.

El Gran Teatro del Liceu, construido el 1847, es una equipación cultural única en Barcelona.

La reconstrucción permitió ampliar y renovar las antiguas instalaciones para incluir avances tecnológicos, con un escenario que permite hacer rápidos cambios de escena o hasta tres representaciones simultáneas. La sala, de 2.292 localidades distribuidas en cinco niveles, convierten al edificio en uno de los teatros de ópera más grandes del mundo. En su interior destacan su amplio vestíbulo con grandes columnas, la gran escalera principal de mármol, el Saló dels Miralls y la decoración de la sala.

Cada año, el Liceu ofrece más de cuarenta espectáculos diferentes, en los que participan las personalidades más relevantes de la ópera contemporánea. También programa conciertos, espectáculos de danza, películas o recitales. La temporada de ópera, danza y música empieza en el mes de septiembre y se prolonga hasta julio. Para aquellos que solo quieran visitar el teatro, este ofrece varias alternativas: las Visitas exprés, Visitas guiadas o Visitas para escuelas, entre otras.

6. Hospital de Sant Pau

El Recinto Modernista del Hospital de Sant Pau es uno de los lugares más extraordinarios de Barcelona. Se trata de un conjunto de edificios desarrollados por Lluís Domènech i Montaner, uno de los principales representantes del modernismo catalán. Es una obra pública innovadora cuya función fue la de una ciudad-jardín para enfermos

Construido entre 1902 y 1930 a manos del arquitecto y su hijo, el proyecto supuso un enorme planteamiento arquitectónico y urbanístico. Se trata de uno de los mayores conjuntos modernistas del mundo, y en él tienen cabida un edificio de administración, uno de operaciones, una iglesia y 26 pabellones para enfermos. En el proyecto colaboraron varios artistas que se han encargado de realizar las esculturas, pinturas, cerámica y mosaicos, de un gran valor.

Los orígenes del Hospital de Sant Pau se remontan al año 1401.

En 1997, fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, y después de muchas décadas de actividad sanitaria, el Hospital sufrió en el 2009 una ambiciosa transformación que trasladó el hospital a otro lugar, al norte del recinto. Los pabellones se reutilizaron como lugar de investigación y patrimonio histórico.

El Recinto Modernista acoge así en la actualidad un centro de investigación y conocimiento formado por instituciones relacionadas con la salud, la educación y la actividad sanitaria. Como sede de acontecimientos culturales y educativos, el Hospital de Sant Pau es una visita única que invita que abarca decenas de décadas de ciencia, historia y arquitectura.

7. Torre Glòries

La Torre Glòries se trata de uno de los monumentos más importantes y representativos de Barcelona. Es uno de los rascacielos más importantes de la ciudad, situado en el distrito tecnológico. Inaugurado en el año 2005, tiene 34 pisos y 145 metros de altura. La torre extiende más de 50.000 metros cuadrados, la mayoría de oficinas. Por las noches, se llena de luces de colores gracias a los 4.500 dispositivos LED, que proyectan imágenes llenas de colores en su fachada.

La torre y su recién estrenado mirador son uno de los símbolos de la Barcelona contemporánea, atrayendo a visitantes debido a su llamativo perfil. El arquitecto francés Jean Nouvel pensó en aprovechar la energía solar para reducir el consumo energético, ya que parte de las láminas que cubren la fachada poseen láminas fotovoltaicas que acumulan energía para todo el edificio.

La Torre Glòries es uno de los edificios más icónicos del Skyline de la ciudad.

La fachada exterior está formada por grandes muros de láminas de cristal, que recubren todo el edificio. Las láminas, que tienen forma de persiana, tienen colores diferentes dependiendo de su altura. En la parte inferior de la torre se encuentran los más cálidos como el rojo, que se van enfriando hasta el azul y el blanco de la parte superior. De noche, es cuando todos se lucen e iluminan.

La posibilidad de crear lumínicamente infinidad de formas y figuras por toda la enorme fachada, hace que tengan lugar numerosas celebraciones en la Torre Glòries.

8. Mercat de Santa Caterina

El Mercat de Santa Catarina es un mercado gastronómico que se construyó en 1848 en el solar que ocupaba hasta entonces el Convento de Santa Caterina. El mercado mantiene la tradición de los puestos municipales bajo una innovadora arquitectura.

Su colorido y ondulado tejado llaman la atención, y justo debajo de él se encuentra el mercado del barrio de Santa Caterina. Una estructura de madera une el tejado y un gran mosaico de piezas de cerámica de colores que representan frutas y verduras, generando contrastes entre las visiones tradicionales y las innovaciones arquitectónicas modernas.

El Mercat de Santa Caterina se encuentra en una de las zonas más céntricas de la ciudad.

Fruto del actual aspecto del mercado están los arquitectos Enric Miralles y Benedetta Tagliabue, que en 2005 llevaron a cabo una reforma que le concedía dicho techo coloreado y ondulante, muy visible desde el aire. El edificio del mercado, espacioso y moderno, se construyó en el espacio que anteriormente ocupó el convento de Santa Caterina, de ahí su nombre. 

En época de posguerra, el mercado fue un centro neurálgico para las poblaciones que necesitaban provisiones alrededor de Barcelona. A día de hoy, las numerosas paradas de alimentación y los diversos restaurantes mantienen su espíritu comunitario tradicional y su calidad de primer nivel.

9. Fundación Joan Miró

La Fundació Joan Miró es un centro donde podemos explorar y conocer la obra de Miró y otros artistas. El edificio, erigido por su amigo Josep Lluís Sert, es un punto álgido de la cultura de Barcelona. En Montjuic, se trata de un espacio donde conviven arte, paisaje y arquitectura.

La colección que se puede disfrutar dentro es una de las completas del mundo, por lo que si nos interesa conocer su obra de primera mano, la Fundació nos ofrece un recorrido por toda su carrera. Tenemos muestras de sus técnicas y obras que lo hicieron uno de los artistas más influyentes y únicos del siglo XX.

La Fundació Joan Miró es el marco idóneo para todo tipo de actos.

La Fundació Joan Miró completa su oferta con unas exposiciones temporales, piezas de artistas emergentes y actividades para todos los gustos y edades. El recorrido sigue una forma circular alrededor de un patio. Cada uno de los espacios, de tamaño reducido, está separado claramente del siguiente. Además de ese patio central, existen otros dos más que establecen una relación entre la Fundación y la ciudad de Barcelona.

El edificio es obra de Josep Lluís Sert, un gran amigo de Joan Miró, que construyó en los terrenos que cedió en su momento el Ayuntamiento de Barcelona, en el parque de Montjuic. Durante la década de los 70, ambos comenzaron a pensar en un proyecto en forma de museo, donde poder crear un escaparate para sus obras en un emplazamiento especial. Con esa idea en mente, diseñaron un lugar que acogería la colección de sus obras. No obstante, sus funciones no se han quedado ahí. La Fundació también ha sido capaz de exhibir creaciones de otros artistas de los siglos XX y XXI, convirtiéndose en un referente para la arquitectura contemporánea.

10. Palau Sant Jordi

El Palau Sant Jordi es actualmente la instalación olímpica más utilizada de la ciudad de Barcelona. Construido con motivo de los Juegos Olímpicos de Barcelona 92, se considera “la joya del Anillo Olímpico de Montjuic” junto al estadio Lluís Companys y las piscinas Bernat Picornell. Diseñado por el arquitecto japonés Arata Isozaki, se considera una de las maravillas de la arquitectura moderna. Isozaki diseñó el Palau como un espacio polivalente donde tuviesen cabida numerosas celebraciones.

La mayor instalación cubierta de Barcelona se construyó a nivel del suelo, con una estructura versátil que permite la organización de todo tipo de actividades, desde conciertos hasta eventos deportivos. El Palau ha llegado a albergar carreras de motocross o campeonatos mundiales de natación. En total, la capacidad máxima alcanza las 17.000 personas durante los conciertos.

El Palau Sant Jordi es un pabellón situado en Montjüic y destinado para diversos eventos deportivos, musicales y culturales.

Durante los últimos años, por el Palau Sant Jordi han pasado los principales artistas musicales, que han valorado enormemente el recinto por su gran acústica. Se considera que el Palau forma parte del olimpo de la cultura barcelonesa, y por él han pasado artistas de talla mundial como U2, Elton John o Rihanna. Pero además de albergar conciertos y giras, también ha acogido eventos como la Copa Davis o el Campeonato Mundial de baloncesto.

Esa estructura que permite adaptar el edificio a todo tipo de eventos ha sido el gran éxito y mérito de la construcción, ya que además se disponen de varias salas integradas en su interior para que se puedan utilizar de forma independiente para la celebración de reuniones, fiestas o eventos.

11. Pavelló Mies Van Der Rohe

Uno de los referentes arquitectónicos del siglo XX en Barcelona es el Pabellón Mies Van Der Rohe, una obra que inicialmente se diseñó para acoger el pabellón alemán de la Exposición Internacional de Barcelona del año 1929. Finalizado este evento, el pabellón se desmontó, pero décadas después volvió a la vida debido a su interés y reconocimiento mundial.

Este pabellón fue diseñado por el alemán Ludwig Mies Van Der Rohe con el objetivo de representar a su país en la Exposición internacional que se celebraba en Montjuic. Materiales refinados, pero modestas dimensiones fueron las directrices para su construcción. Conocido como una de las obras más relevantes de la arquitectura moderna, el pabellón se caracteriza por la simpleza de su forma y estructuras, junto a la elegancia de los materiales elegidos.

El Pabellón de Barcelona fue diseñado por el arquitecto Mies Van Der Rohe.

La recepción de las autoridades españolas y alemanas se produjo sobre una edificación de vidrio, acero y mármol, que se reparten en tres recintos diferenciados. Un patio de recepción, un patio trasero y un núcleo. El uso de los materiales no destaca por su originalidad, sino que la innovación viene dada por su aplicación y por la modernidad que se atribuyó a su aplicación.

No fue hasta 1980 cuando el pabellón volvió a construirse de la mano de Oriol Bohigas, que impulsó su iniciativa de devolver la edificación a la vida. Así, en 1986 se inauguró en la misma ubicación original. Hasta el día de hoy, debido a su creciente interés como representante de la arquitectura moderna, acoge presentaciones y exposiciones temporales y recibe visitantes constantemente, ya que todos los días del año se pueden realizar tours por el Pabellón.

12. Casa Vicens

El primer encargo de importancia de Gaudí se produjo en 1878 bajo el nombre de Casa Vicens. Se la considera su primera obra maestra, ya que se trata de un innovador y moderno proyecto donde plasmó los primeros rasgos característicos de su obra.

Poco después de que Gaudí finalizara sus estudios de arquitectura, recibió un encargo de Manuel Vicens. Vicens deseaba una casa de verano para disfrutar con su mujer. Los terrenos que este había heredado permitieron a Gaudí desarrollar todas sus capacidades, iniciándose las obras en el año 1883 y prolongándose hasta 1888. Cuatro niveles son los que forman la vivienda: un nivel subterráneo, una planta baja y dos pisos. En el interior de la casa Gaudí dejó su huella en cada espacio y en cada sala.

Casa Vicens es la primera obra maestra de Antonio Gaudí, construida entre 1883 y 1885.

La naturaleza fue la mayor fuente de inspiración para la obra de Gaudí, y la Casa Vicens toma buen ejemplo de ello, donde diferentes elementos naturales tienen cabida en la vivienda. En el norte del terreno fue donde Gaudí estableció su construcción, permitiendo un espacio para la creación de un jardín con un arco, donde coloca una cascada.

En 2005 se declaró Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, y tuvo que llegar el 2017 para que la casa abriera sus puertas al público, cerradas hasta entonces. La Casa Vicens se puede visitar tal y como se concibió en un principio, gracias a un ambicioso proceso de restauración y rehabilitación. La casa pasó a ser propiedad de la familia Jover, que han tratado de mantenerla en buen estado respetando el diseño que Gaudí ideó. Para ello decidieron realizar las obras necesarias debido al deterioro sufrido con el paso del tiempo. 

13. Casa Planells

La Casa Planells se considera como el último edificio modernista de la ciudad de Barcelona. Se trata de un edificio proyectado por Josep Maria Pujol a raíz de un encargo de Evelí Planells en el año 1924. La edificación ha generado debates sobre cómo clasificar su estilo, y lo que más destaca de él son las curvas de su fachada, que finalizaron su construcción en 1929. Es una de las pocas obras del arquitecto en la ciudad, que era colaborador habitual de Gaudí.

El mayor logro arquitectónico de este monumento es su capacidad de integrar varias viviendas de 120 m² en un solar reducido de 80 m². A través de dos pisos y formas curvas, Josep María Pujol dejó su impronta en Barcelona una vez más, ya que anteriormente había colaborado con Gaudí en el diseño de la Casa Batlló, en los dibujos de La Pedrera (Casa Milá) o en los revestimientos de cerámica de Park Güell.

La Casa Planells es un edificio proyectado por el arquitecto Josep Maria Jujol.

Josep María Pujol llegó a concebir hasta tres proyectos diferentes para el edificio, debido a los problemas económicos de Evelí Planells, que en un principio buscaba una casa unifamiliar con jardín, que finalmente terminó siendo una edificación con varios pisos de alquiler.

Pasando ya al interior de la Casa, llaman la atención tanto el diseño de su escalera y su barandilla de hierro como su columna principal y sus mosaicos. El edificio se rehabilitó recientemente en el año 2012, pintando su fachada y aplicando silicatos al amarillo, lo que le otorga un aspecto más actual.

14. Templo expiatorio del sagrado corazón

En la cima del Tibidabo se alza el Templo Expiatorio del Sagrado Corazón, un emplazamiento único en la sierra de Collserola. Sus formas son visibles y reconocibles desde muchos puntos de Barcelona, y a su vez, desde el templo, se obtienen unas vistas espectaculares de la capital condal.

En el siglo XIX, se estaba urbanizando esta zona alta de Barcelona siguiendo la propuesta de Salvador Andreu, y construir una iglesia católica era una de las opciones predilectas. Décadas después, ya a principios del siglo XX, la zona de Tibidabo se abrió y terminó repleta de residentes, que estaban repartidos entre esa zona y el paseo de Gracia.

El Templo Expiatorio del Sagrado Corazón de Jesús es una iglesia situada en la montaña del Tibidabo.

Estamos ante otro monumento atípico por su mezcla de estilo. En su cripta, la primera parada de los turistas, se mezclan elementos góticos y románicos con otros neobizantinos, el más predominante. Santiago, Sant Jordi y La Virgen de la Merced, los patrones de España, Cataluña y Barcelona, están representados en su fachada.

Estas esculturas fueron confeccionadas en la década de los 50, reemplazando al mosaico que existía anteriormente, que se destruyó en 1936. En cuanto al interior del templo, este mantiene el estilo neobizantino del exterior, en una planta de un total de cinco naves construidas de forma semicircular y delimitadas por enormes columnas y bóvedas cortas. El acceso a la basílica y a la cripta es gratuito todo el año.

15. Palau de la Música Catalán

La única sala de conciertos modernista de Barcelona es el Palau de la Música Catalana, declarado como Patrimonio Mundial por la UNESCO. Hoy en día se ha convertido en un punto de encuentro de la cultura y el ocio barcelonista. Además, ha conseguido crear un patrimonio sentimental y simbólico que une a toda la ciudad, identificada con su Historia. 

El Palau se construyó durante tres años, desde 1905 hasta 1908, y su propósito inicial fue el de albergar la sede del Orfeó Catalán, una sociedad coral histórica en la comunidad. El edificio se erige sobre una estructura de metal central recubierta de vidrio, y su construcción fue un encargo directo del Orfeo a Lluís Domènech Montaner

El Palau de la Música es una obra maestra de la arquitectura modernista.

El antiguo convento de Sant Francesc de Paula era el edificio que se encontraba en el solar actual del Palau. Su tamaño reducido y el alto precio de los terrenos incidieron en el desarrollo de la obra en la época, lo que obligó al arquitecto a situar el auditorio en unas estrellas calles en las que tuvo que incluir unas oficinas y los archivos del Orfeó.

La iglesia del antiguo convento sobrevivió hasta que fue demolida para emprender una ampliación, que consistió en la construcción en el solar de la antigua iglesia de una plaza que deja a la vista la inmensa vidriera original, que antes quedaba escondida. El Palau de la Música se considera siempre como uno de los ejemplos del Modernismo catalán por su decoración y arquitectura brillante y atrevida.

La Casa Amatller es un ejemplo modélico de la arquitectura modernista.

Y si te has quedado con ganas de conocer más monumentos, puedes apuntarte además el Palacio Nacional, la Casa Amatller o la Catedral de Santa Eulalia. ¡La ciudad de Barcelona está repleta de joyas arquitectónicas que no te puedes perder!

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