Italia

Guia de viaje de

Venecia

Plaza de San Marcos

La plaza de San Marcos es la única plaza de Venecia y su principal destino turístico, abundante en fotógrafos y turistas. Se atribuye a Napoleón Bonaparte, aunque algunos opinan que fue Alfred de Musset, al apodarla "el salón más bello de Europa"

  • Vista de la Plaza de San Marcos
    Vista de la Plaza de San Marcos
  • Amanecer en la Plaza San Marcos
    Amanecer en la Plaza San Marcos
  • Atardecer tranquilo en la Plaza San Marcos
    Atardecer tranquilo en la Plaza San Marcos
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No hay Venecia sin San Marcos. Con esto ya casi podríamos dar por finalizada la redacción con, al menos la esperanza, que esa sola frase, así tal cual, os haga llegar la absoluta inseparabilidad de ambos. Bueno, fijaos si la idea es básica, que antes de que hayáis decidido viajar a Venecia ya sabréis que San Marcos estará en vuestra hoja de ruta muchas veces… muchas veces. San Marcos es el patrón de Venecia y como tal se le venera, se le celebra, se le nombra y se le recuerda. Y él, como buen patrón, saca su lado más brillante para hacer de su ciudad una joya mecida por sus vientos y acunada por sus aguas, una ciudad que recibe al viajero bajo la atenta mirada de su patrón. Venecia y San Marcos son uno, puede que sea el quién cuide de ella, pero ella es quien ama al patrón.

Venecia se visita empezando por San Marcos. La plaza es hoy nuestro destino y, aunque es también el destino de millares de personas al día, estad seguros de que al final encontraremos un sitio en el que podamos sentir el poder del dux, el control de los mercaderes, el orgullo de los venecianos, el triunfo de la misma ciudad de Venecia. Estad seguros de ello, porque todo eso se fue quedando prendido en la plaza San Marcos a lo largo de los siglos. Habrá mucha gente, pero una vez allí, San Marcos sabrá de vosotros, a fin de cuentas, Venecia es su ciudad…

Historia de la Plaza de San Marcos

Desde que la plaza de San Marcos fue levantada se convirtió, y ya nunca dejó de ser, el centro de la ciudad. Su centro social, político, comercial, inclusive el de justicia. Aquí se reunían los venecianos, aquí se celebraban los eventos de la ciudad, por aquí desfilaban los ricos mercaderes cuando regresaban de sus viajes con sus riquísimos cargamentos, aquí se leían las sentencias y se llevaban a cabo las ejecuciones…era (y es) al fin, el corazón mismo de Venecia y con ella latía. Pero ahora vamos a irnos un poco más atrás en el viaje, vamos a ir un poco más allá en la búsqueda del origen.

Evidentemente Venecia no surge, a Venecia se la levanta y con ella se dan forma a todos sus edificios y plazas. Así, lo que hoy es el auténtico emblema de la ciudad, era en el siglo IX una gran explanada. Una explanada en la que, de manera obvia, no había nada de lo que hoy podemos contemplar en ella. En estos orígenes había un faro, dos iglesias y un huerto. El huerto lo regentaban y lo cultivaban unas monjas que en este siglo IX se lo ceden al soberano y es este soberano el que decide que sea en este terreno en el que se levanten las sedes del gobierno. La plaza San Marcos comienza a ser tal con la edificación de la Basílica y del Palacio Ducal. En esta decisión está la voluntad del dux, que por aquel entonces traslada la sede a Rialto y se da cuenta que es, precisamente aquí, donde se dan cita las principales vías de agua de la ciudad.

La Plaza de San Marcos cubierta de agua

Construcciones y remodelaciones en la Plaza de San Marcos

En los primeros años la plaza se componía de una estructura fortificada, del Campanile y de otra torre que lo acompañaba en las labores de vigilancia, así como de otras construcciones, no muy grandes y todas ellas de carácter religioso. Sebastiano Ziani, dux de Venecia en 1172, es quien decide la primera organización de la plaza San Marcos.

Jacopo Sansovino deja en esta misma plaza algunos de sus edificios más emblemáticos, entre otros, nos sirve como ejemplo, la Biblioteca Marciana. Tras este afamado arquitecto, acabaría Vincenzo Scamozzi las Nuevas Procuradurías y siguiendo esta línea de personas relevantes en la referida plaza, es la obligación la que nos hace mencionar a Andrea Tirali y sus filigranas dibujadas en el pavimento de la plaza de San Marcos. Una vez invadida Venecia por las tropas napoleónicas a la plaza le quedaba aún una gran transformación, y por cierto, transformación ésta bastante discutida por los arquitectos y expertos italianos del momento. Esta remodelación será la que ponga fin a parte de las nuevas y de las viejas procuradurías y será también la que traiga a este centro neurálgico de la ciudad el ala napoleónica, obra, en este caso, de Giovanni Antolini.

Qué ver en la Plaza de San Marcos

Además de la propia plaza San Marcos, que ya nos llevará un tiempo y un gasto de energía y de asombro por lo contemplado, lo que ver en la plaza San Marcos es, sencillamente, todo. Aquí no hay desperdicio, de hecho, estamos mucho más que seguros que vendréis a esta plaza más de un día en la duración de vuestro viaje, vendréis por el más exquisito placer de la plaza en sí y vendréis por todo lo que aquí se concentra. En esta concentración encontraréis, entre mucho, lo siguiente:

  • La Basílica de San Marcos, no solo el principal templo católico de la ciudad, si no (y sobre todo) una de las grandes obras del arte bizantino. Digno es de admirar tanto su fachada como su interior.
  • El Campanile, si el tiempo lo permite y las condiciones climatológicas nos acompañan, desde lo más altos disfrutaréis de una de las mejores vistas de la ciudad de Venecia.
  • El Palacio Ducal, uno de los palacios más importantes de la Europa de aquellos momentos.
  • Las columnas de San Marcos y de San Teodoro, ¡ojo!, aún hoy los venecianos creen en la mala suerte de pasar entre ambas, pero suele ser un paso muy hecho y no se sabe de ninguna mala suerte por tal motivo…Obras de arte, dicho de paso, del lejano Oriente.
  • El Ala Napoleónica, con la que se cierra el lado más pequeño de esta plaza.
  • Las procuradurías, antiguas sedes de los procuradores de la ciudad. En la parte norte está la procuraduría vieja y, en frente, la nueva.
  • El Museo Correr y el Museo de la Arqueología.
  • La Torre del reloj, la llamada Torre del Orologio, acompañada, por supuesto, por su reloj astronómico.

La Plaza de San Marcos y las Palomas

Palomas en la Plaza San Marcos

Uno de los elementos más reconocibles de esta plaza San Marcos que hoy visitamos, no son, curiosamente, ni sus maravillosos edificios ni tampoco los miles de turistas y de visitantes que en ella se dan cita, prácticamente a diario. No, ni unos ni los otros, nos referimos ahora a sus palomas.

En Venecia, si tenemos un minuto para escuchar lo que nos tiene que contar, se les dan varios orígenes a estos animales. Hay quienes dicen que son las herederas de las que se le donaron a la mujer del dux cuando llegó Atila y, por el contrario, hay quiénes dicen que de heredar a algunas palomas, las de hoy heredan a las que fueron poblando la ciudad a causa de la Semana Santa, pues eran éstos unos días en las que se las soltaba.

Sea como sea, las palomas se enamoraron de la plaza y aquí se quedaron. Y en este punto permitidnos recordar que no está permitido alimentarlas pues la realidad es que llegaron a ser un auténtico problema para Venecia y las autoridades locales se vieron obligadas a tomar medidas.

La Plaza de San Marcos y el Aqua Alta

El Aqua Alta es el fenómeno más común y el más cotidiano de la vida de los venecianos, pues éstos lo entienden como una consecuencia lógica del hecho de vivir en un lugar como Venecia, que no solo está rodeada de agua, si no levantada sobre ella.

Aunque en cada ocasión que el fenómeno se da, no tiene por qué inundarse la ciudad, lo que sí es cierto es que, al ser la Plaza uno de los puntos más bajos de la misma, ella si se ve inundada cuando el Aqua Alta aparece. Si nuestro viaje coincide con este fenómeno no hay que ceder, ni muchísimo menos, al desánimo. Tened muy claro que están preparados para ello y en estas ocasiones la plaza se llena de pasarelas que permiten el tránsito y permiten también llegar a los edificios de la Plaza San Marcos. Quizá no sea tan sencillo el paseo teniendo que sortear el escollo de la inundación, pero a cambio de esta pequeña (y salvable) dificultad, tendremos una vista maravillosa y además bastante típica del lugar en el que estamos. Y así, de nuevo, aquí aparece una de las mayores cualidades de Venecia: saber hacer de la necesidad, virtud.

Ubicación de la Plaza de San Marcos

Cómo llegar a la Plaza de San Marcos de Venecia

    Vaporetto

    • Parada: San Marcos