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Guia de viaje de

Bilbao

Casco Viejo de Bilbao

El Casco Viejo de Bilbao es la puerta y prueba del bello y legendario pasado de la ciudad. La parte más antigua de la ciudad, con una estructura trazada en la época medieval y diversos edificios y palacetes de los siglos XV y XVI que acabaron de completarse con construcciones de finales del XIX. ¿Quieres hacer una pequeña ruta con nosotros por sus calles? ¡Vamos a ello!

El Casco Viejo de Bilbao está formado por las siete calles más longevas de la ciudad

El Casco Viejo de Bilbao, el casco sin más o las siete calles conforman uno de los rincones más conocidos y característicos de toda la ciudad. Está formado por las calles Somera, Artecalle, Tendería, Belosticalle, Carnicería Vieja, Barrencalle y Barrencalle Barena. Estas siete fueron las primitivas, las primeras que vio la ciudad de Bilbao. Con el paso de los años, se fueron sumando otras, sobre todo a lo largo del siglo XVII. Los free tours en Bilbao te cuentan esta historia con todo detalle, y nosotros queremos ir abriendo boca. ¡Bienvenidos al Casco Viejo de la ciudad!

Historia del Casco Viejo de Bilbao

En la actualidad, el Casco Viejo de Bilbao es una de las zonas más conocidas y concurridas de toda la ciudad. El sitio perfecto para ir de compras, de pintxos o degustar la exquisita gastronomía vasca. Pero hay que remontarse al siglo XV para comprender la importancia de la historia de esta zona de Bilbao. Una época en la que la ciudad comenzó a construirse a la par que se iniciaba su despegue en el ámbito comercial. La actividad portuaria comenzó a ligar a Bilbao con los puertos más importantes del momento: Gran Bretaña, Brujas y Gante.

En el siglo XIX, los Altos Hornos fueron recibidos con mucho entusiasmo en Bilbao, llevando a la ciudad hacia la industrialización y convirtiéndola en una de las más importantes de todo el país. Su población creció notablemente, y comenzaron a construirse edificios que hoy en día son todo un símbolo de la ciudad, como el Teatro Arriaga. La alta burguesía no desaprovechó el auge industrial para convertir a Bilbao en la ciudad más importante del país vasco en términos económicos. 

El Casco Viejo te lleva a un precioso viaje por los 700 años de Bilbao

La metrópoli vivía unos años de gran esplendor económica y cultural, pero el estallido de la Guerra Civil en España lo truncó todo. Las consecuencias del conflicto y la dura posguerra hicieron perder a Bilbao todos los avances que había conseguido en los años anteriores. Tras la Dictadura, y a finales del pasado siglo XX, los procesos de reconversión industrial obligaron a la ciudad a dar un giro radical a su economía. Con el Casco Viejo como símbolo de su pasado, comenzaron a ponerse las bases del Bilbao que conocemos hoy en día.

El Guggenheim, el Palacio Euskalduna, la construcción del Metro, las mejoras que se impulsaron en lo relativo al medio ambiente o la construcción de grandes espacios públicos hicieron a Bilbao evolucionar sin perder ni una sola gota de esa esencia histórica que quedó con las calles y edificios del Casco Viejo. Desde entonces, esta parte de la ciudad es ideal para callejear sin parar y perderse entre sus calles. También para conocer algunos de los museos y monumentos más importantes de la ciudad, que te contamos con todo detalle en el siguiente punto.

Qué ver en el Casco Viejo de Bilbao

Ya te hemos dicho que esta zona de la ciudad es conocida también como la de las Siete Calles. Por lo que hemos pensado que la mejor manera de contarte lo especial que es es desarrollando qué ver en cada una de ellas. Vamos a comenzar por la Calle Somera, que es la única de las siete que tiene un tramo curvo. Esto se debe a la estrecha relación que tenía con la muralla que protegió la ciudad en la época medieval y que tenía esa forma en curva. Por cierto, en el número 12 de esta calle nació en 1806 el músico Juan Crisóstomo de Arriaga, que da nombre al teatro más famoso de la ciudad.

Nos desplazamos a la Calle Artecalle, que era la que se encontraba en el centro en el siglo XIV, cuando el Casco Viejo estaba formado tan solo por tres avenidas. En ella se encontraban los  gremios de los plateros, los carpinteros y los zapateros. Como anécdota, aquí había un farol de aceite que alumbraba una hornacina de la Santísima Trinidad. La encargada de recargar el aceite era Dionisia de Onzoña, que falleció en 1875 en una epidemia de viruela, y desde entonces el farol se dejo de recargar. Aun a día de hoy, se hace referencia a esta historia en las Bilbaínadas, las canciones populares de la ciudad. Una de ellas dice lo siguiente: 'El farol de Artecalle no alumbra ya, si no le echan "aseite" se apagará'.

La calle Tendería era conocida en otros tiempos como la de Santiago. Allí se ubicaban los pequeños talleres y negocios locales. Según cuentan las crónicas de la época en la entrada de esta calle fue donde juró los fueros Isabel la Católica vestida de baserritarra -un traje típico de aldeana-. Ese mismo año de juramento de los fueros, en 1483, la ciudad recibió el permiso de demoler la muralla, de la que aún quedan restos visibles en el número 12 de la calle Ronda. Precisamente, en la calle Ronda nos centraremos ahora.

¿Sabías que su nombre data de la época medieval? En esta calle de la ciudad se realizaba la ronda de la Villa de Bilbao cuando estaba amurallada, y de ahí su nombre. Es una de las más estrechas del Casco Viejo, y pese a ello también una de las más animadas de toda la ciudad. Además, en el número 16 se puede ver una placa recordando que allí nació Miguel de Unamuno en 1864. Tampoco podemos olvidarnos del Palacio de Arana, el más longevo de Bilbao, que se construyó en 1590 en Belosticalle, la avenida más cercana al Mercado de la Ribera.

No podíamos seguir por este recorrido sin antes hablar de la calle Carnicería, donde se estableció, como no podía ser de otra manera, el primer matadero de Bilbao. Eso sí, no duró mucho el negocio en esta ubicación, ya que los fuertes olores provocaron la protesta de los vecinos del barrio, que acabaron logrando un cambio de emplazamiento. Por último, queremos centrarnos en las calles Barrencalle y Barrencalle Barena. Desde la primera partían los botes que en la antigüedad trasladaban a la gente de una orilla a otra de la ría. La segunda, por su parte, estaba frecuentada por anguleros y rederas, viéndose bastante afectada cuando el caudal de la ría crecía.

El Casco Viejo y Bilbao, ¡al completo con Buendía!

Ocio en Bilbao

Recorrido por las Siete Calles de Bilbao

No queremos finalizar este artículo sin antes darte nuestra visión de cómo debe ser un recorrido por el Casco Viejo de Bilbao. Te recomendamos que arranques por la Ribera, con un agradable paseo al borde de la Ría de Bilbao. Desde allí accederás a los arcos del Ayuntamiento decorados con pinturas al fresco. Unos arcos que, por cierto, servían para buscar sombras en días de mucho sol y calor y atecharnos si llueve.

Los arcos comienzan en la calle Somera y llegan hasta Carnicería, por lo que siguiéndolos ya habremos paseado por las siete calles del Casco Viejo. Y entre medias, edificios como la casa consistorial, el Teatro Arriaga, el Palacio de Arana, el Mercado de la Ribera, con su premio Guiness al mercado de abastos más completo del mundo, la Catedral de Bilbao o la Iglesia de San Antón son algunos de los sitios que harán de este paseo un momento inolvidable. ¡La manera perfecta de conocer lo mejor de Bilbao!

Ubicación del Casco Viejo

Cómo llegar al Casco Viejo

    Metro

    • Parada 'Casco Viejo'

    Tranvía

    • Paradas 'Arriaga', 'Ribera', 'Casco'